viernes, 26 de octubre de 2012

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domingo, 21 de octubre de 2012

AMOR FILIAL

Me cogí a mi cuñada borracha
Por Koglon 17 enero 2013



Siempre la había deseado, me calentaba sólo de verla, sin embargo era mi cuñada, el respeto a mi esposa y su familia me tenían limitado, pero ese día...
Estaba cansado, eran las 4 de la tarde, ya tenía más de ocho horas, casi ininterrumpidas trabajando una página Web que no acababa de gustarme del todo, funcionaba a la perfección, pero los botones de liga a los distintos apartados del sitio no encajaban con el diseño general, había que rediseñarlos, pero mi imaginación se había agotado, tenía que tomar un respiro.
Estábamos en pleno mes de vacaciones y feria en la ciudad, muchas de las familias locales normalmente aprovechan para ir a la playa o algún otro lugar, mientras la ciudad está repleta de visitantes a la Feria Nacional, era el caso de mí familia, sin embargo en esta ocasión, mi esposa y mis hijos habían enfilado hacia una cálida playa sin mí, pues tenía que terminar y entregar la página en cuestión.
En fin, me estiré bostezando frente a la computadora, pensando en salirme un rato, sin decidirme por nada en especial, se me ocurrió ir a la feria, sin embargo ir solo no se me antojaba, iba a parecer que andaba buscando alguna aventurilla y en esta mi ciudad es pecado capital, sobre todo si eres algo conocido, como dice el dicho "pueblo chico infierno grande", en esas estaba cundo sonó el teléfono, era un amigo que tenía un boleto extra para ira a la corrida de la tarde. En cartel estaban tres grandes toreros, no soy muy aficionado a los toros pero era un excelente pretexto para cambiar de aire y además el cartel prometía.
Sin pensarlo mucho accedí y a la 18:00 hs. Estábamos en barrera, con unas cervezas y la imprescindible bota llena de brandy, pasando de mano en mano (de boca en boca más correctamente). La corrida, no fue lo que se esperaba, seis toros sin mucho brío y 3 toreros que hicieron lo que pudieron, cabe destacar que hubo lances que mostraban la calidad de los matadores, pero todos pincharon a la hora de la estocada final. Así lo único que logré fue salir de la plaza de toros con media estocada (medio borracho), mi amigo que iba con su familia me dio las gracias por haber ocupado el boleto de su hermana que no había podido ir, amablemente me invitó a ir a cenar, por mi parte le agradecí y denegué su invitación alegando cansancio y me despedí, él insistió que los acompañara, iba con su esposa y sus suegros, lo cual no me convenció, no tenía ganas de sentarme a platicar con ellos, prefería irme a dormir un rato y después seguir con mi trabajo, así nos despedimos.
Me encaminé al estacionamiento a recoger mi auto, cuando en uno de los bares que abundan en la zona ferial me pareció ver a una de mis cuñadas sentada con un tipo desconocido, no era raro pues se trataba de mi cuñada la divorciada. En otras circunstancias me hubiera ido, pero al acercarme un poco vi que estaban discutiendo, por el tono y los manoteos del tipo me decidí a entrar acercándome hasta su mesa, el tipo al verme se levantó y todavía le dijo algo al oído a mi cuñada que en respuesta le aventó la bebida que traía en la mano, el tipo se retiró rápidamente limpiándose la camisa.
Tras un momento de duda, decidí quedarme con mi cuñada, me senté junto a ella y le pregunté que había pasado, levantó la cara que mostraba algunas lágrimas, sin embargo me dijo – Hola que haces por aquí-, (arrastrando las palabras), aparentando no tener nada. Mi esposa y sus hermanas son así, orgullosas y aparentan ser muy fuertes, no aceptan ayuda de nadie y menos reconocen que la necesitan, pero en el fondo son frágiles (en veinte años de matrimonio las he llegado a conocer bastante).
-Vine a los toros.- le contesté, iba pasando por el frente y te vi, me iba a seguir pero me pareció que tenías problemas.
-¿Problemas?, no ninguno- me dijo lentamente, tratando de pronunciar correctamente las palabras, la clásica actitud de la gente que sabe que ha bebido demasiado y trata de ocultarlo.
Mientras la trataba de interrogar no dejaba de deleitarme con la figura de la Morena, desde que fui por primera vez a la casa de mi esposa, cuando novios, la conocí y me llamó la atención al grado de tener una erección, era una preciosidad de 12 años, con un cuerpo que prometía mucho, delgada de piernas largas bien torneadas, cintura pequeña, culo respingón y unas tetas grandes para su edad, tenía una cara morena preciosa y pelo chino negro, a pesar que todas sus hermanas eran blancas y de pelo castaño claro, por esa razón todo mundo le llamaba Morena, en vez de Edna que era su nombre, aquella ocasión recuerdo que me costó mucho trabajo ocultar la carpa que traía en los pantalones.
Ahora frente a ella, me deleitaba mirando sus senos generosos, que amenazaban con desbordar el brassiere que se insinuaba bajo su blusa escotada, ya que a sus 32 años y tres embarazos, llegaron a ser enormes, un 105 diría yo, su culo le hacía la par, aunque estaba un poco gordita seguía teniendo una cara preciosa, la cintura seguía siendo muy breve, aunque mostraba una pancita muy cachonda, me serví una copa de la botella de vodka que estaba en la mesa e insistí en mis indagaciones, arreglándome a cada rato la erección que me estaban provocando el par de sandías que la Morena tenia por tetas.
Después de un rato de negar que le pasara algo me dijo -ya me voy-, te llevo le propuse, ella se negó rotundamente, pero al parecer, luego recordó que había venido con el tipo y no traía carro, así que después de un momento de duda, tomó la botella de la mesa y se levantó, perdió el equilibrio, la tuve que sostener, -tomaré un taxi-.
- Morena no seas terca- le dije, -déjame llevarte, que no estás bien-.
¿Queeeeé? ¿Estas thrathaaando de deciiiir que’shtoy borrrrrraaaaasha? Me desesperé sabía perfectamente que no iba a lograr nada discutiendo con ella, así que le dije, -está bien te ayudo a encontrar un taxi-; nos encaminamos a la salida, no sin antes pagar la cuenta y la acompañe a salir del área ferial, con mucho esfuerzo y gran placer, pues se iba cayendo de borracha, lo cual me dio la oportunidad de caminar abrazándola por la cintura, en un momento dado se tropezó y en mi esfuerzo por detenerla, apreté mi brazo que se deslizó hasta que mi mano se detuvo en su voluminosa teta, evitando que cayera, me agaché a recoger su pequeño monedero que se le había caído y me la puse en la bolsa del pantalón, me incorporé sin soltarle la teta y ella se abrazó más fuerte a mí con lo que me clavó el otro melón en las costillas, mi verga se levantó buscando pelea, por lo que tuve que dar unos pasos de puntitas metiéndome la mano libre bajo el calzón para jalarla y acomodarla hacía arriba, cuando me recuperé de la pequeña distracción me di cuenta que seguía con mi mano apretándole un delicioso seno y ella caminaba como si nada, ¡afortunado de mí!.
Mi mano no alcanzaba a abarcar la tercera parte de esa suave esfera, esas tetas siempre habían formado parte de mis más calientes fantasías, mirando hacía su pecho pude ver que el enorme globo apenas podía ser contenido por el pobre brassiere que parecía que reventaba, se veía claramente parte de la areola café oscuro, eso terminó por ponerme super caliente, sentía que la verga tronaba el cierre de mis pantalones, aventuré a subir un poco mi mano y delicadamente cerré mis dedos índice y pulgar, aprisionando en el medio un pezón erecto, lo que me indicó que su cuerpo reaccionaba, a lo que su mente nublada por el alcohol no se daba cuenta, giré un poco mis dedos apretando y torciendo el pezón, que se puso duro como piedra.
Dentro de mi calentura pensé en aprovechar el momento e irme con ella en el taxi a cogérmela en cualquier lugar, pero la pequeña parte de mi cerebro que aún funcionaba a pesar de la calentura y el alcohol me hizo entrar en cordura; pensé en mi esposa, mis hijos, su familia con quienes me llevaba de maravilla y deseché la idea, ayudado también porque sabía que la Morena no era de confianza, yo tenía presente que aunque pudiera platicar con ella muy cachondamente, de repente le entraba su lado de mártir e iba a hacerse la víctima y contarle a sus hermanas y a todo mundo su sufrimiento ya que como ella estaba sola (se había divorciado del marido) se aprovechaban de ella, incluso en una ocasión cuando mi esposa le preguntó por que no nos hablábamos (una de tantas veces), le dijo que porque yo la había ido a buscar a su negocio con el pretexto de revisar su computadora y la había la había arrinconado intentado besarla, manoseándola y proponiéndole "hacer el amor"; esa ocasión yo no estaba presente pues fue en un desayuno que organizan de vez en vez todas las hermanas. Afortunadamente otra de mis cuñadas alcanzó a oír y le dijo:
–No te hagas pendeja Morena, yo estaba ahí y no fue como dices-, -Enrique fue porque tu lo llamaste para que te arreglara la computadora cuando el llegó, yo me metí a la bodega a recoger algunas cosas y cuando venia de regreso los oí bromeando y riendo, tu le dijiste en ese momento; –ando muy caliente ya hace tres años que no me cojo a nadie- y sin que tu lo notaras, Enrique me vio llegando atrás de ti y atacado de la risa te contestó, -Morenita no se por que sufres, para eso están los cuñados, nada más le pedimos permiso a tu hermana y cuando quieras, no creo que se niegue a que le de mantenimiento a la más preciosa de sus hermanas-, en eso te entró la loquera y le gritaste que era un pinche mierda que se aprovechaba de ti porque no tenias a alguien que te defendiera, yo me regresé a la bodega porque me encabronan tus actitudes de vieja amargada y ya nada más oí que Enrique te decía, -de veras que te hace falta que alguien te de unas buenas cogidas, para a ver si así se te quita el pinche genio de loca amargada- y se salió encabronado, desde ahí me di cuenta que no se hablaban. Mi esposa se encabronó con ella y le dijo:
-Ya ni la chingas Morena, desde que te embarazaste a los 16 años, te casaste y empezaste a sufrir con el pendejo de tu ex marido, Enrique siempre te ha apoyado en todo y también a tus hijas que lo adoran, yo no se que cara tienes para tratar de joderlo frente a mí-
Y la Morena soltó una risita nerviosa diciendo:
-Era una broma, ¿a poco te la creíste?...
Con estos pensamientos desistí por completo y después de una larga caminata hasta la avenida, eso sí, sin dejar de manosearle la teta, con un poco de suerte, detuve un taxi, la estaba ayudando a subir, cuando ella se dejó caer hacia atrás para sentarse, perdiendo otra vez el equilibrio levantando y abriendo las piernas, dejándome ver un triangulo blanco un poco movido de su lugar y un tirante que se perdía dentro de los gruesos y peludos labios de su vagina, casi me vengo; una vez que se acomodó le intenté quitar la botella, que estaba a medias, para que no siguiera bebiendo, pero abriendola y dandole un trago a pico, me dijo -essshhh miiiiiaaa-, en fin, le di la dirección al taxista y le pague de antemano, asegurándome que le quedara una buena propina por si tenía que bajarla del carro.
Vi partir el taxi y no sin antes asegurarme que el taxista viera que estaba anotando el número de unidad, es una medida de seguridad pues en la ciudad no hay muchos taxis, y se puede identificar fácilmente al conductor con este número y los taxistas lo saben, así que normalmente se cuidan de abusar del pasaje, buena medida, sobre todo cuando son mujeres y más aún con lo peda (borracha) que iba mi cuñada.
Me fui por mi auto, que estaba muy cerca, con una erección de campeonato, al subirme al carro me di cuenta que traía colgada la bota con todavía bastante brandy, así que le di un buen trago, me acomodé otra vez la verga que no había perdido por completo su erección y enfilé rumbo a mi casa, sentí otra vez presión en el pantalón y me di cuenta que traía el monedero de la Morena, lo saqué, lo abrí y vi las llaves de su casa, en eso recordé que mis sobrinas también se habían de vacaciones y ella se había quedado para atender el negocio, no había quien le abriera la puerta.
Aceleré esperando llegar lo más pronto posible a su casa, pues me preocupaba lo que iba a hacer el taxista al ver que no traía llaves. Afortunadamente al dar la vuelta a la esquina de su casa vi que el taxi apenas se estaba deteniendo, estacioné el carro y me acerqué en el momento que el taxista le abría la puerta, estaba dormida abrazada a la botella, recostada en el asiento, la falda se le había subido y mostraba su esplendido trasero desnudo, la verga se me volvió a parar, volteé a ver al taxista que babeaba con la boca abierta y con una mano jalándose la verga sobre el pantalón; le dije –permiso- para bajar a mi cuñada, pero el tipo estaba idiotizado viendo el hermoso culo de la Morena, tuve que empujarlo y la saque cargada como a una niña con la falda hasta el ombligo, la botella se quedó en el asiento y le pedí al taxista que me la diera, pero el pobre hombre no podía dejar de mirar el espectáculo que le había quedado casi a la altura de la cara, me imagino que tenía un maravilloso acercamiento de la piernas, las nalgas y la panocha de la Morena, apenas cubierta por la minitanga blanca que traía.
Me encaminé hacia la puerta y le dije que me trajera la botella, el idiota reaccionó hasta que baje a la Morena apoyándola sobre sus pies, le acomodé la falda, abrí la puerta y la arrastré hasta un sillón de la sala. Cuando regrese a cerrar la puerta, vi que el taxista regresaba con la botella en las manos, la tomé le di las gracias y estaba cerrando la puerta cuando oí que se alejaba murmurando, -¡¡¡Que culo!!!, pinche suertudo-.
Ahí estaba yo, viendo a la Morena acostada, despatarrada sobre el sillón con las piernas medio abiertas apoyadas en el piso, la blusa totalmente desfajada dejando ver parte de su brassiere, que más bien parecía un arnés, se había resbalado un poco y la falda se le había vuelto a subir, dejando totalmente a la vista sus preciosas piernas y la panocha haciendo un puchero, deformada por el hilo dental que se le había metido completamente.
Encendí todas las luces de la sala, incluyendo las lámparas en los laterales, la vista era espectacular, encendí un cigarro y agarrando la bota me di un buen trago, mientras observaba y trataba de memorizar la preciosa imagen de la Morena, la verga me lastimaba pero no podía dejar de ver a la preciosidad que tenía enfrente; recordé que una de mis sobrinas estudiaba diseño grafico y me había pedido consejo para comprar una cámara digital, subí a su recamara a buscarla y baje con ella, le tomé varias fotos haciéndole unos tremendos acercamientos de la panocha, mientras seguía bebiendo brandy, cuando la bota se acabó tome la botella de vodka traje un vaso con hielos y me serví generosamente.
En esos momentos ya me valían madre todas mis dudas y temores, sólo pensaba en cogerme a la Morena, pero antes decidí que iba a hacer una historia gráfica completa, así que me agaché entre sus piernas y metí mis manos al lado de sus nalgas, agarrando el borde de la tanga en su cintura y la jalé para quitársela, lo hacía con mucho cuidado intentando no despertarla, pero me di cuenta que era imposible sacársela sin levantarle el culo, así que la tomé de una nalga y jalé la tanga, hasta que quedó sobre su muslo, la giré como a un bulto y jale el otro lado, ella ni cuenta se dio, seguía dormida, con más confianza, la solté y regresó a su posición original terminando de quitarle la tanga. La acomodé con las piernas totalmente abiertas, tomándole fotografías, le abrí los labios de la pucha y me deleité observando su clítoris y las paredes rojas de su vagina, no me pude contener, me hinqué y comencé a darle lengüetazos a todo lo largo de la raja, le chupaba el clítoris, le metía la lengua lo más que podía en el delicioso agujero de su vagina, inclusive le levanté las piernas dejando a la vista su ano y le encajé la lengua en su prieto agujerito, el sabor era delicioso saldo dulzón, seguí lamiendo ahora toda la rajada, chupando y mordiendo el clítoris deslizando mi lengua hasta su ano, su pucha emanaba jugos a más no poder.
En eso oí que ella gemía, -Mmmmmmmmmmm- , al tiempo que movía un poco sus caderas al ritmo de mi mamada, me levanté asustado, pensando que se había despertado, pero la vi con los ojos cerrados y seguía gimiendo, se notaba que sus ojos se movían de un lado para otro bajo sus parpados, estaba soñando tenía un delicioso sueño húmedo y no distinguía entre el sueño y la realidad, tenía el sueño "más real" que alguna vez hubiera tenido.
Mi intensión era desvestirla completamente y tomarle fotografías acomodándola a mi antojo, pero ya no aguantaba más, así que me bajé los pantalones con todo y calzones, mi verga saltó agradecida de liberarse de la presión, me la jalé dos o tres veces para mojarla con mi liquido preseminal y sin más la apunté a su vagina, coloque el glande en su agujero, abriendo sus piernas al máximo y tomándola de las caderas presioné lentamente, al tiempo que la jalaba hacia mi, mi agradecido pito comenzó a entrar como en su casa, tal como mi eterno compañero de placeres, yo disfrutaba cada centímetro que abría sus paredes, era delicioso sentir como mi verga forzaba su vagina a abrirse, se notaba que tenía mucho tiempo cerrada, pues estaba muy apretada, ella comenzó a murmurar arrastrando las palabras:
–Siiiiii bpapashiiiito ashíiiiii métela máshh…máshh…máaaaashh méeetela todaaaaa-, mientras empujaba sus caderas en busca de mi verga.
Apenas avancé unos pocos centímetros, la volví a deslizar hacia fuera, para volver a empezar a meterla lentamente, repasando su túnel como si mi verga fuera un escáner, reconociendo cada milímetro de su caliente vaina, llegando cada vez un poco más adentro y volviendo a repetir la operación; mi cerebro estaba a mil por hora, podía sentir hasta donde había entrado la vez anterior y de la manera más placentera forzaba un poco más. Era una operación enloquecedora pero también la mejor cogida que había tenido en mi vida.
Aparte de las sensaciones percibidas por todos mis sentidos, que a pesar o nos sé si gracias al alcohol funcionaban como nunca, estaba el morbo de estarme cogiendo a mi cuñada a mi antojo y en contra de su voluntad, pero con su total cooperación; me entienden ¿No?
-Ay bpapiiiiiito que riiiico, que grande la tieeeeeneshh, nunca habíiiiiashhh llegado tan lejos, méeeetelaaaaa, métela máshh todaaaaaaa-
Cuando sintió mis huevos en su culo, gritó
-Mmmmmmmmmm que deliiiishia, te creshioooooo la shientooe en la garganta muévete…muévete que me eshtoy viniendoooooooooo-
Apenas la deslicé hacia afuera y la volvía meter y explotó en un tremendo orgasmo, sus jugos escurrían mojando mis huevos, yo ya no podía contener la calentura que traía, así que empecé el famoso mete-saca los más rápido que podía, dos o tres veces se la saqué totalmente y se la dejé ir hasta el fondo estrellando mis huevos en su culo, ella balbuceaba un poco más fuerte:
- Ashiiii, méteeeeeemela toooodaaaa…. Máshhh fhuerte, cogemeeeeee máaaaaaashh
No pude contenerme más y se la metí hasta el fondo viniéndomele bien adentro, dos, tres, cuatro violentos chorros explotaron en su ardiente túnel, el semen se desbordaba de su vagina, corriendo por mis huevos y su culo, sentía las contracciones de su pucha mordiéndome el pito, exprimiéndomelo con sus piernas enrolladas en mi cintura y con los talones empujándome las nalgas, haciendo si esto era posible, todavía más profunda la penetración.
Caí encima de ella desmadejado, besándole el cuello y mordiéndole los pezones sobre la ropa, un momento después me levante sacando mi vaporizante tranca de su deliciosa funda, aunque con mis manos tuve que retirarle ambos pies de mis nalgas, pues me apretaban como pinzas, como una trampa de muelle que no oprimía lastimosamente a su presa. Me retiré un poco para observarla, ¡que vista!, las piernas completamente abiertas, semi apoyadas en el piso y medio culo al aire colgando precariamente del sillón, la peluda pucha abierta y escurriendo nuestros jugos que goteaban al piso, la blusa totalmente revuelta dejando ver todo su vientre y parte de su brassiere.
En ese momento me di cuenta que aún no le había hecho los honores a sus senos, esos tremendos melones que siempre me habían parado la verga sólo de verlos, bajo sus incitantes ropas, pero al fin esta noche harían su triunfal debut.
Tomé nuevamente la cámara…….
La historia continuará




Mi primita Tamara
Por Jocheca 17 enero 2013


Mi prima Tamara, le decimos Tamy de cariño, para describirla les cuento que es una jovencita de 18 años, 1,63 mts aproximadamente, cabellos negros, cara un tanto redondita, ojos azules, labios muy carnosos, un tanto flaquita, aunque tiene hermosas piernas unos pechos normales, de los que caben en una mano y una colita normal, aunque su carita angelical de niña es lo mas sexi para mi

Tenemos una gran amistad, íntimos, a pesar de lo cual le costo mucho confesarme su mar grande secreto… era lesbiana, no lo podía creer!!!! Es una mujer hermosa que podría tener a cualquier hombre que quisiera, sin embargo le gustaban las mujeres. Al principio me perturbo un poco, pero debo reconocer que el imaginármela con otra mujer realmente me ratoneo mucho. Una noche me mando un mensaje de texto preguntándome si podía quedarse a dormir en casa, ya que estaba muy borracha y si iba a su casa le darían mucha bronca sus padres así que le dije que viniera. Acomodo el colchón en el piso para mi y le deje la cama a ella como es nuestra costumbre. Cuando llego no lo podía creer estaba realmente devastada, tenia una borrachera terrible y la que había mandado el mensaje era una amiga suya, ya que ella estaba inconciente. La acomode en mi cama y le saque sus zapatos, en ese momento la examine detenidamente, se había planchado el cabello, lo que le quedaba realmente hermoso, llevaba un corsé negro y rojo que le formaban unos pechos mas que apetitosos y una minifalda con flecos te tul largos (aclaro que ella tiene un look un tanto gótico). Me quede helado pensando mucho y con miedo, se daría cuenta si la tocaba? No sabia que hacer.

Al final pudo mas la libido que el temor y comencé a acariciarla, su piel es blanca y muy suave, mis caricias comenzaron en las rodillas y subían, ambas manos una por dentro y otra por fuera, cuando llegue a los muslos… era increíble, ese calor, me acerque y sentí su aroma… cautivador, luego seguí por la espalda mientras desataba el corsé, cuando se lo quite la di vuelta y aprecie sus pechos, hermosos, pezones rosados, no demore en probarlos, a estas altura Tamy dejaba escapar pequeños gemidos, se estaba excitando.

Dejando de lado tantos cuidados le quite la minifalda y esa pequeña tanga negra para encontrarme con una entrepierna total mente depilada, no lo podía creer así que di boca a la obra y probé sus jugos de mujer, no podía parar de lamer, morder, chupar y oler esa deliciosa conquista, su clítoris cobro grandes dimensiones y la espalda se encorvaba, había tenido un orgasmo.

Ya la excitación se había vuelto mucha así que me desnude por competo, le coloque una pequeña almohada bajo su cintura y le separe las piernas lo mas que pude, acomode mi miembro en su dulce vagina y comencé a introducírselo, muy despacio ya que estaba estrecha, aunque bastante lubricada por los lengüetazos previos, y de repente siento algo en el camino, aun era virgen!!!!

Ya mi deseo se volvió lujuria total y la penetre de una sola estocad, tras la cual lanzo un grito de dolor y se despertó no sabiendo que pasaba ni donde estaba, pero quejándose del dolor que la agobiaba aunque a mi también me dolió un poco ya que no medí fuerzas en mi locura.

La besaba en la boca para que no gritara tanto y comencé a moverme, despacio, despacio, las sensaciones me abrumaban, nunca pensé que mujer alguna podría darme tanto placer, su estrechez y calidez abrazaban mi miembro con profunda sumisión, su dolor ya no estaba mas, ahora solo se veía el placer en su rostro, con mis labios bebí sus lagrimas de placer y me quede en su boca una eternidad…

Ya mis arremetidas cobraban mayor velocidad, la electricidad corría mi cuerpo, las manos no eran suficientes para recorrer ese cuerpo que me perdía en espasmos de lujuria, su espalda, sus pechos, su cara, su pequeño trasero, todo mió, todo mió.

Ya no mas, el bombeo se vuelve loco, frenético, parece que la cama va romperse con tanto movimiento, un segundo mas, un rato mas, no quiero que este momento termine… la abrazo fuerte y siento morirme en su interior, lleno su cuerpo con la eyaculación mas grande que jamás haya tenido.

Después de unos segundos me hago a un lado, y al salirme veo su vagina roja e hinchada luego de tanta fricción, el esperma sale junto con la sangre ensuciando todo, pero que importa eso después de semejante experiencia???

Luego de recuperar el aliento la llevo al baño y la limpio con sumo cuidado sin dejar rastro de mi paso por su cuerpo, cambio sabanas y le coloco su ropa de dormir ya que suele quedarse seguido tiene algo de ropa en mi casa.

Al despertarse al otro dia con la resaca de su vida pude darme cuenta de que no tiene conciencia de la increíble noche que pasamos, aunque ella no lo sepa, yo jamas podre olvidar la mejor noche de mi vida.




Durmiendo con mi prima:
Por Qxara 17 enero 2013


Hacía bastante tiempo ya que mis hormonas estaban alborotadas al ver a mi prima, yo tenía 13 años y ella 21.  Ella vivía con mis abuelos desde los catorce y yo me había ido a vivir con ellos hacia dos años, tiempo que llevábamos durmiendo en la misma cama, en una pieza sola que quedaba lejos de la de mis abuelos.

Esa noche esperé pacientemente que pasaran las horas… el bip que marcaba cada una de ellas sonaba en el reloj indicándome que ya eran las tres de la madrugada.  Escuchaba su respiración profunda y extensa, sabía que estaba bien dormida y que tenía el sueño pesado, pero aun así fui muy cauto.  Mi prima estaba de espaldas a mí, comencé por acomodarme y estirar mi mano lentamente, muy lentamente, como un felino acechando a su presa (ahora pienso que me habría resultado más fácil llegar y poner mi mano en su cuerpo, después de todo cuando uno duerme con alguien lo hace a cada rato y sin darse cuenta, pero no me atrevía).

Cuando llegué a rozar su muslo avancé milímetro a milímetro hasta poner toda mi mano en su pierna, me quedé así un rato, yo no respiraba pues la tensión era enorme.  Luego la moví hasta llegar a su culito.

Llevaba puesta una camisa de dormir corta y unos calzones chiquititos.  Comencé a bajárselos desde la cintura, aunque solo podía de un lado, cuando los tuvo a mitad de su trasero pude meter mi mano entremedio y correrle la sutil prenda hacía un costado, le abrí las nalgas y pude mi erecto fierro entre medio.  Me quedé otra vez quieto durante un rato, pero la sensación de tener puesta mi verga en su hermoso culo provocó que soltara unas gotas de liquido seminal que me sirvieron para hacer unos cuantos punteos que casi me vuelven loco, incluso creí que acabaría en ese instante así que paré.  Saqué mi pene de entre sus nalgas e intenté una arriesgada maniobra para que se diera vuelta, yo continuaba de lado apoyado en mi costado izquierdo, con la mano zurda le sujeté la parte del calzón que ya le había bajado y con la mano derecha la rodeé sin tocarla y me moví bruscamente, ella se acomodó quedando boca arriba y yo había conseguido hacer mi jugada bajándole las bragas hasta los muslos.

Esperé otro rato, su respiración volvió a ser profunda y retomé el ataque, tomé un extremo del calzón y se lo bajé un poco, luego el otro y así sucesivamente hasta sacárselos completamente.  Tapado con las sabanas pude oler el exquisito aroma de hembra, me acomodé hasta quedar con mi pedazo de carne un poco mas debajo de su conchita, de a poco puse una de mis piernas por debajo de las suyas, el calor de la respiración y de mi cuerpo caliente hicieron que ella abriera sus piernazas colocando una encima de mí.

La sentía sudada, resbalosa.  Puse mi mano en su pelvis y suavemente la baje hasta tocar sus pelitos… WOW… que sensación más rica.  Noté que ya no respiraba profundo y me puse en alerta, temeroso retiré mi mano y me quedé atento a ver qué pasaba, en eso me di cuenta que mi prima tenía un pecho afuera y me asusté pues no recordaba habérselo sacado, creyendo que me podría pillar me di media vuelta haciéndome el gil e intenté quedarme dormido.

Al día siguiente todo fue normal, como si lo de la noche anterior no hubiera sucedido. Yo me daba cabezazos por no haber aprovechado de agarrar esa maravillosa teta y haberla chupado.  Juré que si esa noche pasaba lo mismo no dejaría pasar la oportunidad.

Llegó la noche y mi prima se fue a acostar, yo me quedé viendo televisión hasta tarde para que cuando me fuera a la cama ella ya estuviera bien dormida.  Me acosté dándole la espalda… un bip y otro, me di vuelta y quedé de frente a ella, esperé que su respiración volviera a ser profunda y larga, al igual que la noche anterior me demoré harto rato en poner mis manos en su culo, pero esa noche estaba durmiendo con pantalón de pijama y la tarea era realmente difícil.  Volví a pensar que tal vez se había dado cuenta y con esta acción me cerraba el paso, para no perderlas todas le manoseé un rato hasta quedarme dormido.

Después de algunas noches me fui a acostar temprano, cuando mi prima entró al cuarto yo me hice el dormido para espiarla, se desvistió dándome la espalda y pude contemplar su grandioso culo con el calzón a media rajita cuando se sacó el pantalón, lo cual por supuesto me calentó de sobremanera, luego apagó la luz pero pude ver su silueta cuando se sacaba la blusa y dejaba sus tetas en un inmejorable perfil, se puso una polera que le llegaba a la cintura, se sacó el calzón y se colocó un short bien holgado.

Bip… bip… su respiración se volvió profunda y pesada, me acomodé detrás de ella rozando con mi herramienta carnal su hermoso culo, le bajé cuidadosamente sus pantaloncillos lo suficiente para correrle mano, después me acerqué un poco más y le puse el pene entre sus nalgas punteándole delicadamente.  Después de unos minutos terminé de bajarle su pequeño pantalón, sacándoselo completamente y dejándolo cerca de su pancita, le acaricié el chorito y el roce sus vellos púbicos me pusieron a mil, de repente sentí que su mano estaba cerca de mi gran amigo y me acomodé para que quedara entre sus dedos.  En eso estaba cuando me di cuenta que su tetita derecha estaba siéndome ofrecida nuevamente, esta vez no lo dudé y comencé a chuparle el pezón bien delicadamente y acariciar con más confianza su vagina, me mojé un dedo con saliva y lo puse en su entrada, comencé a meter y sacar, sentí que su mano me agarraba el miembro palpándolo (cuyo largo y grosor son bastante interesantes), se quedó como pensando y luego comenzó a masajearlo tímidamente.

Le metí la mano por debajo de su cuerpo levantándola un poco, puse una pierna debajo de las suyas y ella soltándome la verga me ofreció la espalda quedando mi gran pedazo en su entrepiernas, se sentía caliente, podía notar sus mojados pelitos en mi glande, se echó un poco hacia atrás dejando todo a mi disposición y entonces empujé un poco hasta sentir como su vulva engullía la cabeza de mi tronco, la tomé de las caderas y se la metí casi toda, un gemido se arrancó de su boca y ahora su respiración estaba acelerada.  A pesar de todo, increíblemente seguía haciéndose la dormida.

Nos quedamos así como cucharita, yo aproveché para abrirle las nalgas y tocarle el hoyito, luego le saqué la verga de su sapito y la pasé por la raya del culo, de arriba abajo pasando por su agujero trasero, el cual quedó mojado con sus propios jugos vaginales, le volví a meter la tranca en su chorito mientras con un dedo le palpaba su ano, seguí meneándome lento y suave hasta que la calentura me indicó que iba a acabar y comencé a moverme más rápido.  Mi dulce prima debió haberlo notado, echó su potito mas para atrás y dejó sus short cerca de mi mano.  La tenía agarrada de la cintura con una mano y con la otra le sobaba las pechugas hasta que sentí que iba a eyacular y se la saqué justo en el momento que lanzaba el primer chorro de leche, agarrándome el miembro con su pantaloncillo terminé por sacar hasta la última gota de semen que tenía y me quedé con las pulsaciones a mil mirando hacia arriba.

No me di ni cuenta cuando me quedé dormido, para cuando desperté mi prima ya se había levantado, yo estaba cuidadosamente tapado con la ropa de cama, no había rastros de su short pero mi bóxer estaba al alcance de mi mano.  Me levanté y mi prima estaba desayunando con mi abuela, me saludó como todos los días y hasta me lanzó una broma para despertar tan chascón.  Durante el día no hubo ni siquiera alguna mirada cómplice, todo era muy normal, llegué a creer que quizás yo había soñado aquel encuentro sexual.

Llegó de nuevo la noche y mi prima se fue a acostar temprano, yo la seguí como a las dos horas, estaba durmiendo de costado.  Cuando levanté la ropa de cama noté que tenía la blusa del día anterior pero ahora llevaba un diminuto calzón que dejaba ver su tremendo culo, la verga se me paró enseguida y me acosté con unas terribles ganas de agarrarle el poto-

Un bip y su respiración me dieron el OK para actuar.  Esta vez quería hacer algo distinto así que baje lo suficiente hasta que su trasero quedo a la altura de mi pecho, siempre haciendo de esto un ritual de lentitud, suavidad y mucho cuidado para no despertarla.  Le subí un poco la blusa, puse mis manos en sus cachetes y comencé a pasar mis labios por su trasero, le separé el calzón hacia un costado y metí mi lengua hasta llegar cerca de su ano, le acaricié con un dedo su rajita y le toqué suavemente su chochito, de repente se volteó hacia mí, esperé un rato y me di a la tarea de bajarle su calzoncito, solo podía hacerlo de un lado pero ella se acomodó lentamente hasta quedar boca arriba, tan lentamente que me dio el tiempo necesario para bajárselo lo suficiente para que quedara su vulva expuesta.

Me acerqué para sentir su olor… mmmmmmm… ¡que delicia de aroma!, le pasé la mano por sus pendejitos y me dediqué a buscar la entrada de su chorito, noté que quería abrir las piernas entonces le bajé los calzones hasta los tobillos, su respiración evidenciaba que estaba durmiendo, pero mantenía los ojos cerrados y la verdad es que yo tampoco quería que los abriese, tal vez no hubiera sabido cómo reaccionar.  Acerqué mi boca hasta su pelvis y con la lengua comencé a jugar con sus vellos hasta que me puse casi encima de ella y pude probar el magnífico sabor de su vagina… aprovechando que levantó sus pierna abriéndolas más aun, me puse a disfrutar de su delicioso sabor sin tener idea si lo que estaba haciendo era agradable para ella.  La confirmación de que a mi prima le gustaba fue cuando noté que levantaba la pelvis para que yo metiera más adentro la lengua, de repente me agarró de la cabeza y literalmente me hundió adentro suyo, casi me ahoga pero yo estaba fascinado y seguí chupando su sexo hasta que unos cuantos gemidos se le escaparon de su boca.

Sacó sus manos de mi cabeza, yo ya no podía respirar así que aproveche para salir a tomar aire, me quedé esperando ver qué pasaba y mi prima, aún con los ojos cerrados, hizo como si se estuviera desperezando y me abrazó colocando una pierna sobre mí, estratégicamente ubicada a la altura precisa para que le ensartara la verga, lo cual por supuesto hice enseguida.  Comencé a follarme a mi prima así, de costado, sus tetitas quedaban justo a la altura de mi boca y como no había que desaprovechar la ocasión, me puse chupar y mordisquearle los pezones suavemente, mientras seguía ensartándole mi tremendo pedazo hasta el fondo.  Como aprendo rápido, cuando sentí que iba a acabar, se lo saqué y acabé en mi ropa interior, nos quedamos así un buen rato hasta que el sueño me venció

Al día siguiente nada nos dijimos, no hubo miradas extrañas, comentarios o algo similar.  Ahora pienso que a mi prima le gustaba la idea de hacerme creer que no se daba cuenta, quizás por temor, vergüenza o que se yo, pero creo que ambos nos gustaba esa idea.

Por un tiempo mi prima tuvo que volver a la casa de sus padres.  Yo me quede solo en aquella pieza, me masturbe muchas veces en su honor, además la muy diabla había dejado a propósito unos calzones suyos en mi cajonera los cuales por cierto guardé todo el tiempo que estuvo lejos.

Pasaron dos años y al comienzo del otoño volvió a vivir a la casa, para mi fortuna su pieza seguía siendo “nuestra” pieza, pero ahora habían dos camas así que iba a ser una misión muy difícil el intentar conseguir algo.  Además, yo no sabía si durante ese tiempo ella habría reflexionado sobre lo que había pasado entre nosotros, después de todo ahora éramos mas grandes y por lo tanto todo se volvía mas peligroso

La primera noche nos fuimos a acostar de los últimos, nos quedamos conversando cada uno en su cama, nos fumamos a escondidas unos cigarrillos, ya que a pesar de que mi prima tenía 23 años mi abuelo era muy estricto y no permitía ciertas cosas, le pregunté si había probado otro tipo de cigarrillos, me miró extrañada y le indiqué que me refería a esos que dan risa, me contestó que no pero que no tendría problemas en probar.  Yo saqué de mi billetera un “chistoso” y se lo enseñé, le miró con cara de sorpresa, me sonrió y con voz de complicidad me dijo que saliéramos a fumarlo al patio.

Salimos silenciosamente, ella llevaba un pijama de dos piezas, arriba camiseta y abajo un pantalón largo y yo una camiseta y un short.  Mientras aspirábamos el humo sentí el aire helado, se lo comenté y me dijo que ella también tenía frio, lo cual note en sus erectos pezones, así que terminamos de fumar  y nos devolvimos sigilosamente a la habitación. Íbamos tiritando, cuando se echó en su cama se acurrucó, me miró con los ojitos vidriosos, sonrió y me dijo que estaba haciendo mucho frio para que desaprovecháramos las colchas, que mejor pusiéramos en una sola cama todas las frazadas y nos acostáramos juntos.  Después de todo hasta hace poco dormíamos de esa manera, dijo ella.

Me acosté a su lado y a ella le dio tentación de risa, me contagie y como comenzamos a reírnos mucho yo le decía que se callara para evitar que nos sorprendieran pero ella seguía con ataque y yo dale con hacerla callar, entonces entre forcejeos comenzó un calentón juego, de repente le pedí bien serio que parara de reír o si no la iba a forzar a que se callara… jajaja… jajaja… le tapé la boca con mi mano y le dio aun mas risa, con tanto movimiento se le asomaban de vez en cuando las tetitas y el roce de sus piernas con las mías ya me tenían bastante caliente.

Entonces me puse encima de ella, la tomé de las muñecas por encima de la almohada y le dije que se callara o nos iban a retar y capaz que nos pillaran que andábamos fumando yerba loca.  En esa posición y como yo estaba más caliente que guatero del diablo, quedó toda la cabeza de mi buen amigo justo en su conchita, mi prima se dio cuenta porque sonrió de otra manera, me dio como vergüenza y me bajé de arriba de ella poniéndome a su lado, me miró y se largo a reír de nuevo, entonces le tapé la boca con mi mano y la volteé.  Quedó con todo su hermoso culo en mi paquete, yo la abrazaba y trataba de hacerla callar, con los movimientos aprovechaba de pegarle una punteada o una agarrada a sus pechos.  Después de un rato nos calmamos, ya era tarde y había que dormir, me dijo que me había extrañado todo ese tiempo, me dio un beso en la mejilla y se dio vuelta murmurando que estaba tan cansada que dormiría muy profundamente y que si pasara un tren por su lado de seguro no despertaría… ¡que me dijeron a mí!, aunque de todas maneras esperé lo suficiente para estar seguro que dormía, esa era la gracia del juego.

Nuevamente, después de mucho tiempo, volvía a atacarla felinamente, la sensación de bajarle el pijama y sentir su suave piel me tenía hirviendo, debajo del pantalón no tenia calzón así que llegué directo a destino.  Un movimiento de acomodo de su parte la hizo quedar con una de sus piernas sobre mi cuerpo, la acaricié completamente hasta llegar a su concha y pude sentir sus vellos.  Su respiración delataba que ya no dormía.  Metí un dedo entremedio y noté su caliente y húmeda vulva esperando por algo más.  Luego de pajearla un rato, mi prima puso su mano muy cerca de mi pene, me coloqué en posición fetal colocando mi pedazo directamente en su extremidad, seguí pajeandola y ella comenzó a hacer lo mismo conmigo.

De pronto hizo unos movimientos extraños que me asustaron y retiré mis manos, se sentó en la cama y murmurando como sonámbula alegó que estaba muy caluroso y se sacó la camiseta quedando solo con su pantalón a medio trasero, el cual después de unos cinco segundos también se lo sacó, se acomodó de costado dejando todo su culo a mi disposición, yo me quedé pasmado unos instantes pero luego me tiré al ataque, con la misma precaución, suavidad y lentitud de siempre.

Acerqué mi verga a su potito agarrándola de la cintura, le mojé con saliva su rajita e hice lo mismo con mi pelado, empecé a masturbarme entre sus nalgas mientras que con la otra mano le trabajaba su almejita.  Sentir mi cabezón paseando por tan exquisito sendero me tenia loco, a cada segundo creía que iba a acabar.  En un momento, aprovechando que el glande estaba jugueteando con los suaves y mojados pelitos de su caliente entrada, echó el culo para atrás y ensartó toda la cabeza en su cajita de placer, creí que no podría aguantar las ganas de acabar, pero me contuve y empujé lentamente hasta metérsela toda.  La abracé agarrándole las tetas, paseando las manos por su vientre y sus caderas, mientras seguía aserruchándole el sapito.

Se lo saqué de golpe y la escuche soltar un leve jadeo, le metí la mano hasta el fondo mientras bajaba hasta llegar con mi cara a su maravilloso culo, mantuve dos dedos en su vagina y mi lengua se fue en busca de su hoyito, cada vez que podía le metía la punta de la lengua en el chico, lo que le provocaba ciertos contoneos en su sabroso cuerpo.  Saqué mis dedos de adentro suyo y levantándole las nalgas le introduje casi toda mi lengua en su orificio trasero, el cual quedó tan lubricado con mi saliva que me fue fácil introducirle un dedo y jugar ahí un rato.

Volví a subir a su altura y le puse de un golpe la tranca mientras seguía metiéndole el dedo en el ano, ya no me importaba la bulla ni tampoco si ella dormía o no y creo que a ella tampoco.  Unos cuantos jadeos seguidos de un largo pero silencioso quejido y un posterior desvanecimiento de su cuerpo fueron la señal que había alcanzado un orgasmo monumental.

Como yo aún no acababa seguía dándole duro y conseguí su inmediata reacción, tan inesperada como placentera ya que agarró mi verga y se la sacó de adelante para ponérsela atrás, la acomodó a su voluntad hasta que entró toda.  Cuando yo sentía que entraba en ese fascinante orificio me volví loco, comencé a bombear desenfrenadamente hasta que sentí que iba a acabar y me moví más rápido.  Mi prima me agarró como pudo de la cintura impidiéndome que se lo sacara y exploté en una descomunal chorreada, seguí dándole unos bombeos mas hasta exprimir la última gota de leche, se lo saqué y de su culo cayó un poco de semen que se depositó entre mi pierna, mi pubis y sus nalgas.  La abracé y así nos quedamos dormidos.

Al día siguiente desperté y otra vez estaba solo en la cama, desnudo y pegajoso, en las sábanas aún podían verse las huellas de aquella noche.  Me levanté y al pasar por la cocina la vi tomando desayuno, me miró y hablándole a mi abuela dijo que había dormida tan profundamente que solo despertó en la mañana.  Luego me sonrió y continuó con su desayuno… así pasaron muchas noches, muchos bip y muchos sueños.




Viole a mi hermano:
Por Anonima 17 enero 2013

Yo estaba en mi habitación eran las 2:30 de la madrugada no podía dormir del calor que hacia yo estaba sola con un short y un pequeño TOP mis padres habían salido de viaje y mi hermano se estaba en una fiesta yo estaba sola en casa.

No soportaba el intenso calor y para mi mala suerte el aire acondicionado no servia y decidí dormir desnuda me quite mi TOP dejando libres mis pechos y quite mi short quedando completamente desnuda me metí entre las sabanas ni esto me libro del calor que hacia daba vueltas por toda la cama esto provocaba que mis senos rozaran con las sabanas eso me calentó y empecé a tocarme los senos esto me calentó aun mas entonces comencé a masturbarme (a mis 18 años solo había estado con 2 hombres y ninguno me provoco un orgasmo hasta este momento….) empecé a estimular mi clítoris estaba muy calenté mi vagina comenzó a humedecerse estaba lista para ser penetrada entonces me dio mucha sed y pare mi autosatisfacían para tomar un poco de agua me puse nuevamente mi short y mi TOP y Salí de mi habitación vi. el reloj y ya eran las 3:30 de la madrugada entre ala cocina y tome un vaso lo llene de agua y comencé a tomarlo cuando de repente escuche un gran ruido era mi hermano que azoto la puerta estaba completamente ebrio, le dije mira como bienes donde estabas el solo balbuceo unas palabras no le entendí nada lo ayude a caminar hasta su habitación lo tire en la cama y le quite los zapatos y su chamarra el se quedo inmediatamente dormido estaba por salir de su habitación cuando una sensación llego por todo mi cuerpo ver ahí a mi hermano dormido me produjo una terrible excitación estaba tan excitada que no podía creer lo que estaba apunto de hacer comencé a desabrocharle la camisa dejando ver sus pectorales, mi hermano tiene muy buen cuerpo hace mucho ejercicio, y es muy guapo.

Entonces comencé a desabrochar su cinturón desabroche su pantalón y se los baje hasta las rodillas dejándolo solo en bóxer tenia puestos unos cortos y muy apretados esto hacia que se le notara un muy buen bulto, esto me calentó a un mas entonces comencé a desnudarme ya estando completa mente desnuda me hinque cerca de la cama y empecé a besarle el cuello bajando hasta sus bien formados pectorales llagando hasta su marcado abdomen ahí me quede besándolo un rato y con mi mano acariciando sobre su bóxer su pene y con mi otra mano estimulando mi clítoris estaba muy caliente entonces comencé a bajar lentamente sus bóxer hasta sus rodillas saliendo de ellos en gran trozo de carne de 15cm pero todavía estaba flácido entonces comencé a masturbarlo pero no se ponía erecto comencé a darle besos en el glande( la puntita del pene) pero nada que se ponía duro me imagino por el estado de ebriedad que se encontraba, entonces comencé a chuparlo cuando al fin empecé a sentir que esos 15cm se convertían en 20cm una ves erecto comencé a chapárselo poco a poco hooo que delicia era el pene mas delicioso que había probado m hermano de ves en cuando dejaba salir pequeños gemidos esto me asustaba un poco que fuera a despertar pero me excitaba a un mas.

Yo seguía chupando ese gran pene y con mi otra mano masturbándome pero no era suficiente mi vagina me pedía ser penetrada entonces decidí montarme en su deliciosa verga pero si quedaba embarazada de mi propio hermano pensé en la opción de ser penetrada por el ano pero me dio miedo entonces pensé que mi hermano a sus 22 años ya tendría que haber iniciado su vida sexual y comencé a buscar condones abrí sus cajones y nada revise en su ropa interior y si ahí estaba una caja con 5 condones tome uno lo abrí y comencé a ponérselo una ves puesto me subí arriba de el tome su pene y lo apunte en la entrada de mi vagina y comencé a bajar lentamente empecé con movimientos lentos hooooooo que rico se sentía era delicioso, mi hermano solo gemía.

Y empecé a moverme cada ves mas rápido el era mío en ese momento yo tenia el control.

El recostado sobre la coma y yo arriba de el entonces no pude mas sentí que me venia me recosté en su pecho y comencé a besarlo tan fuerte que le hice un enorme moretón deja salir un enorme gemido me sentía en la luna entonces me baje de mi hermano su pene se salio lentamente de mi vagina le retire el condón empapado por mis flujos vaginales pero no había rastros de semen mi hermanito todavía no terminaba entonces lo introduje en mi boca y comencé a chapárselo nuevamente bajando hasta sus testículos y regresando a su pene así estuve como 10min cuando oí un gemido y mi boca se lleno de chorros de semen no me quedo opción que tomármelos nunca había probado el semen era un sabor agridulce me gusto mucho y con mi lengua empecé a lamer los restos de semen que se escapo de mi boca hasta que no quedaron rastros de semen comencé a vestirme y a vestirlo a el que por fortuna no despertó me retire a mi cuarto y me recosté en mi cama no podía creer lo que había echo poro me había encantado.

Hasta la mañana siguiente que desperté ya era tarde me levante y toque la puerta de mi hermano no respondí abrí la puerta y estaba tal cual lo deje no había despertado en toda la noche ni parte de la mañana me dirigí a la cocina a preparar la comida cuando después de unos minutos el apareció atrás de mi preguntando que a que hora había llegado le respondí que ya muy noche el dijo que no recordaba nada que no supo ni como había llegado a casa y que tenia un gran moretón en el pecho,

Yo le respondí pues quien sabe quien te manda a tomar tanto.

Pero esto no paro ahí el otro fin de semana mi hermano también tobo fiesta y no solo fuel ahora fue un trío lo violamos entre 2, pero esa es otra historia




Entregada a mi hijo:
Por Norma

Mi nombre es Norma, tengo 42 años, vivo en Argentina. Actualmente estoy viviendo con mis dos hijos, un chico de 18 años (Martín), y una nena de 12 años (Valentina).

Hace un año y medio me divorcié de mi esposo y quedamos en la casa sólo nosotros tres. Al principio fue difícil, pero con el tiempo todo ha vuelto a ser normal, pero mi sexualidad ya no era la misma.

Sin tener con quién ejercer sexo, ya estaba cansada de masturbarme sola, durante 18 meses, y empecé a ver a mi hijo con otros ojos. Empecé a verlo como objeto sexual y que podría "moverme el piso".

-Por Dios, en qué locura estoy pensando. Dije en mi mente. Me estaba volviendo ‘loca’, con estos pensamientos de deseo y morbo me rondaban por la mente pensando en mi hijo Martín.

Él había terminado la escuela secundaria, estábamos en verano y anda siempre por la casa con un short cortito y nada más. Cada vez que lo veía pasar, ni se debe dar una idea de lo calenturienta que se pone su madre al verlo caminar así por la casa, y para más inri, se le nota el paquete sobresaliendo un poco del pantalón, que muchas veces le dirijo una ojeadita, y de sólo pensar en esto mientras lo estoy escribiendo, se pone húmeda mi bombacha debajo de la mesa.

Cuestión de que pasaban los días, semanas, y yo me masturbaba pensando en mi propio hijo. Sí, me metía dos dedos pensando en mi hijo Martín. Ya estaba que rebalsaba de calentura cada vez que lo veía, inevitablemente mi vista se iba hacia el paquete de mi hijo, quería tocarlo cuanto antes.

Un viernes, viendo televisión por la tarde en la cocina, pasa mi hijo a mi lado y otra vez los pensamientos sucios me invaden.

-No puedo más con esto, tengo que hacer algo. Fue lo que pensé.

Después de bañarme, cocinar y cenar, decido lo que voy a hacer. Esa misma noche voy a irrumpir en el cuarto de Martín. ¿Me estaba volviendo loca? Sí, y de amor por mi hijo, pero un amor distinto al de una madre a su hijo.

Terminamos de cenar, mi hijo se va un rato a internet y yo me quedo viendo televisión. Luego de media hora, Martín me dice que se va a dormir, pues está muy cansado por las cosas que tuvo que hacer durante el día. Yo le dije que me quedaba un rato más y después me iba a descansar.

Pasó una hora desde aquello y me decidí ir a la cama. Estaba pensando si estaba segura de lo que iba a hacer, pero ya no había vuelta atrás, además sabía que si provocaba a mi hijo, seguramente éste tendría ganas de tener sexo conmigo todos los días.

Luego de un par de horas, ya bien entrada la madrugada, decido dar el paso que me llevaría al placer eterno o al rechazo eterno. Estaba dispuesta a asumir el riesgo.

Camino despacito sin hacer ningún ruido, la puerta de la habitación de Martín está abierta, logro entrar y la luz del foco del vecino entrando por la ventana, me permite ver aceptablemente su cuerpo. Está tendido boca arriba, con las piernas estiradas, solo con un pantaloncito, y allí logro divisar otra vez ese objeto de deseo, ese paquete queriendo salir del pantalón. Me acerco a su cuerpo, veo sus ojos cerrados, y empiezo a pasar muy levemente mi mano sobre su pantalón, mmm estaba tocando esa verga que tanto tiempo deseé.

Mientras que con una mano tocaba la pija de mi hijo, con la otra me estaba tocando la concha que ya estaba toda mojadita, mi bombacha estaba empapada de flujo vaginal, y todo gracias a mi hijo.

La verga de mi hijo se puso muy dura, y yo ya no daba más, debía correrme ahí mismo, pero temiendo que se despierte Martín, me fui a mi habitación y me recree toda la situación morbosa que había vivido hace minutos, estaba tan caliente que en 30 segundos de tocarme el clítoris ya me había corrido.

Al día siguiente, me desperté antes que nadie en la casa y me prepare el desayuno. Martín se levantó más tarde y mi hija también. Lo miré un par de veces y no mostraba nada distinto que fuera a acordarse de anoche.

Pasó el día como cualquier otro y llegó una nueva noche. Estuve pensando bastante en la bañera qué hacer hoy, si repetía la experiencia o si intentaba algo nuevo. Estaba claro que no me quería echar atrás en nada, la experiencia de la noche anterior estaba muy presente en mi mente y de sólo recordarla ya se me moja la concha.

Después de cenar nos fuimos todos a dormir y no tenía dudas: iba a repetir lo mismo que la noche anterior.

Otra vez entrando a la habitación de mi hijo, me permite observar todo muy bien la luz del vecino que alumbra a éste cuarto. Veo que Martín está durmiendo hacia un costado, con las piernas acurrucadas. Hoy iba a ser más difícil la tarea de tocar su hermosa y dura pija. Me acerqué a su cuerpo y le acaricié los muslos, iba subiendo hasta tocar su short y empezar a sentir el escalofrío de mi entrepierna. La situación era muy morbosa: una madre entrando al cuarto de su hijo a tocarle la verga para saciar su calentura!.

Segundos después de acariciarle el pene, mi hijo parece que se despierta. Sólo atiné a quedarme quieta como una roca, pero mi hijo sólo se había puesto en otra posición y seguía dormido. Uff que susto!, por poco y me descubre con las manos en la masa (y nunca mejor dicho).

Ésta vez Martín se colocó en la misma posición que ayer: boca arriba con las piernas estiradas y un poquito abiertas. Empecé a tocar su miembro una vez más, ésta vez se puso más duro que nunca, se me hacía agua la boca de solo pensar en chupárselo.

Pero mi mundo se vino debajo de repente. Martín se despertó y me ve con mi mano tocándole toda la pija.

-Qué estás haciendo mamá?? Preguntó mi hijo.

-Ehm, bueno, yo.. es que.. mirá hijo.-Empecé a titubear.-A mami le pasan algunas cosas hijo.. sabes que hace mucho tiempo que papi no está..

-Y qué tiene mamá?

-Bueno hijo, es que a mamá le gustaría estar con un hombre sabes, y no he podido estar con ninguno en todo este tiempo..

-Quieres decir que yo soy el hombre que quieres?

-Bueno, pues.. sí, creo que sí eres el hombre que quiero. Ahora deja a mamá hacer lo que sabe quieres?

-Ok mamá.

Le bajé el pantalón y el bóxer a mi hijo, y vi saltar su dura verga. Comencé a pajearlo lentamente, subía y bajaba con mi mano, mi hijo enseguida se estaba por correr.

-Ahhh ohhh mamá me corroooo uuuhhh.

Mi hijo se corrió dejando caer una enorme cantidad de leche sobre mi mano y su bóxer.

-Hijo te gustó??

-Claro que sí mamá me gustó mucho.

-Ok cariño, ahora me voy a poner a lavar esta ropa sucia y a lavarme las manos, y a dormir que mañana tengo que hacer muchas cosas en la casa.

Mmm había pajeado a mi hijo de 18 años y me había encantado. Llegué al baño y metí el bóxer al lavarropas. Miré mi mano llena de leche y empecé a lamerla toda, tragándome lo que mi hijo me dejó. Me lavé y me fui a dormir más feliz que nunca: di el primer paso con mi hijo y de ahora en más todo sería alegría.

A la mañana siguiente me levanté bastante tarde, a la hora del almuerzo, cociné y levanté a mis hijos para que vengan a almorzar. Empezamos a comer y con mi hijo nos mirábamos bastante, con miradas llenas de calentura y morbo. Mi hija no podía enterarse de tal situación jamás.

Terminamos de comer y recojo los platos para lavarlos.

-Me voy a bañar. Dijo mi hija.

En el momento que mi nena entro a la bañera, nos miramos con mi hijo y lo primero que hice fue bajarle el pantalón y el calzoncillo. Saltó su verga y me la metí directo en la boca, se la chupé 2 minutos y mi hijo no pudo aguantar más.

-Martín córrete en mi boca, vamos.

-Ahh mamá ohhhhhhh. Mi hijo se corrió abundantemente en mi boca.

-Mmm hijo que rica leche, mira como me la trago todita.

-Uhh mamá me calientas mucho, espero poder hacer esto todos los días ok?

-Sí hijo, mami está para que te corras en ella todas las veces que quieras.

-Gracias mamá eres la mejor del mundo.

Luego de tragarme la leche de la corrida de mi hijo, me puse a lavar los platos y obviamente tenía que masturbarme pues yo no me había corrido. Me metí una mano adentro de la bombacha y empecé a masajearme toda la concha, me metí un dedo y luego dos, estaba muy caliente y me corrí dejando un gran gemido.

Valentina salió del baño y todo fue como si nada hubiera sucedido.

Por la tarde salí a hacer unas compras, estuve todo el tiempo pensando en Martín, en el supermercado se me mojaba la conchita y no veía la hora de llegar a casa para hacer de las mías con mi macho.

-Hola hijo ya llegué.

-Hola mamá.

-Dónde está Valentina? Pregunté.

-Está en su cuarto viendo revistas. Me dijo.

-Hijo ven aquí…

Me puse casi en cuatro patas con las manos en el mesón de la cocina, mostrándole todo el culo a mi hijo.

-Ven Martín, bájame el pantalón.

-Estás segura mamá? Valentina podría descubrirnos.

-No se dará cuenta hijo, dale, bájame la bombacha.

Mi hijo me hizo perfecto caso, yo estaba con las manos en el mesón, casi a cuatro patas, con la concha lista para que mi hijo me la meta hasta el fondo.

-Martín, méteme tu verga bien adentro de la concha.

Mi hijo empezó a resbalar su pija en mi rajita, mmm como disfruté ese momento.

-Te la pongo mami?

-Sí hijo dale, métemela bien adentro.

Comenzó a enterrarme la verga, al principio me daba despacito, después un poco más fuerte, mi vagina estaba súper mojada a causa del morbo que me proporcionaba mi hijo.

-Ahh mamá me vengo ya.

-Martín acábame adentro de la concha.

-Uhhh ohhh aaaahhhh.

-Sí hijo, sí, dale, mmm.

Mi hijo se corrió adentro de mí. Me subí la bombacha y el pantalón para que no se me escapara la leche de mi concha. Quería sentir el semen en mi entrepierna toda la tarde. Estaba como una puta perra en celo.

-Mamá eso fue espectacular.

-Sí hijo, cuando quieras lo repetiremos.

Ya no era una madre, era una puta, una perra que en lo único que pensaba era en ser penetrada por mi hijo.

A la noche me bañe y preparé la cena. Cuando nos fuimos a dormir, esperé una hora hasta que mi hija se duerma y no escuchara nada, para poder ir a la habitación de mi hijo. Fui hasta allí.

-Hijo, ven a mi cuarto.

-Ok mamá.

Fui con mi hijo hasta mi cama.

-Está dormida Valentina?. Pregunto mi hijo.

-Sí querido, ya se durmió, pero lo que vamos a hacer tiene que ser en silencio si? Ella no debe despertarse.

-Sí mamá entiendo.

Yo estaba tumbada en la cama y mi hijo arriba mío, nos fundimos en un beso apasionante.

-Martín, sácate la ropa.

Mi hijo se desvistió y ante mis ojos quedó rebotando esa dura y venosa verga.

-Chúpamela mamá.

-Sí ven aquí.

Agarre la pija de mi hijo y comencé a pajearlo, luego de unos segundos me la metí en la boca, mmm como saboreaba con toda mi lengua su hermoso pene.

Luego de dos o tres minutos de mamársela, mi hijo no aguanto más y se corrió en mi boca.

-Ahhh uhhhh ooohhh…

-Mmm sí, hijo, sí córrete en mami, sí.

Me tragué toda la abundante leche que mi nene me dejó en la boca.

-Mami perdóname que me venga tan rápido, es que me calientas tanto que no puedo aguantarme.

-No te preocupes hijo, es algo normal porque eres muy joven. Pero esto no termina eh. Ven ábreme las piernas y sácame el pijama y la bombacha.

Mi hijo lo hizo, me quito el pantalón pijama y mi bombachita ya empapada de tanto flujo vaginal que chorreé.

-Chúpame la concha hijo, empieza con el clítoris.

-Es la primera vez que lo voy a hacer mamá.

-Ok, aprenderemos juntos.

Mi hijo me empezó a chupar la raja y yo estaba volando en el séptimo cielo. Estaba a punto de correrme con mi hijo metiendo su lengua en mi mojada vagina.

-Ahh no pares Martín, no pares. Uhhh ohhhhhh…

Me corrí en lengua de mi hijo.

-Lo hice bien mami?

-Sí, estupendamente bien hijo.

-Muy bien bebe, ahora entiérrame esa verga que ya la tienes parada de nuevo si?

-Ok mamá.

Yo estaba acostaba con las piernas abiertas y Martín arrodillado con su mástil apuntando directo a mi agujero.

Comenzó a metérmela, mm que gran sensación sentir la verga de tu hijo adentro.

-Dame fuerte hijo, penétrame duro.

-Ahh perra te gusta que tu propio hijo te la ponga?

-Ohh sí hijo, me encanta que me la metas hasta el fondo de la concha.

Mi hijo me seguía taladrando, pero hablábamos despacio para que su pequeña hermana no escuche lo bien que la estábamos pasando.

-Me vengo mamá no aguanto más. Ahhhhhh…

Mi nene sacó su verga dura de mi conchita y acabó sobre mi vello púbico.

-Mmm que rica cojida me pegaste hijo.

-Te gustó perra?

-Si Martín… ahh.

Martín se fue a su cuarto y yo me quedé paralizada en la cama, extenuada ante tal cojida que me dio mi hijo, me toqué todo el vello púbico cubierto de leche, una leche que me encantaba tragar.

Me quedé dormida así, desnuda, sucia, con la concha roja de tanta pija y con leche en el pubis.

Al día siguiente era feriado, por lo tanto me desperté otra vez bastante tarde.

A la hora del almuerzo mi hijo se sentó al lado mío, y estábamos frente de mi hija.

Yo llevaba una falda que me llegaba hasta las rodillas, empezamos a comer y luego de unos minutos siento que mi hijo me está tocando mi muslo por debajo de la mesa, en frente de su hermana. Sentí un cosquilleo que recorrió todo mi cuerpo, estaba excitada al máximo nivel y no iba a detener a Martín en ese momento: quería más.

Mi hijo recorrió todo mi muslo y abrí mis piernas así tenía más fácil la labor. Luego pasó su mano por arriba de mi bombachita, en el pubis, hasta llegar a mi concha. Bajé la mano como haciéndome la que me rascaba la pierna, pero lo que hice fue correrme la bombacha a un costado, así mi hijo tenía toda mi conchita a su disposición.

Pasó su mano muchas veces por mi raja, de más esta decir que en ese momento se me chorreaban las piernas de excitación, metió un dedo en mi concha y solté un gemido.

-Qué pasa mamá? Preguntó mi hija.

-Nada querida, creo que me pico un mosquito.

Fue lo primero que se me ocurrió, mi hijo ni lerdo ni perezoso volvió a la carga, metió dos dedos en mi cajeta y comenzó a moverlos adentro mío. Si no paraba en instantes me iba a correr ahí mismo.

Mi hija se levantó de la mesa y se fue a mirar televisión al living, que estaba al lado de la cocina. Martín enseguida sacó sus dedos de mis entrañas y se los llevo a la nariz para olerlos. Ese gesto me puso mas caliente todavía.

Me levanté de la mesa y agarré de la mano a Martín.

-Ahora que Valentina está en el living, podemos cojer aquí mismo.

-Pero sólo está a 5 metros en el living.

-No importa, no nos verá.

Mi hijo estaba sentado en la silla de la cocina, yo me bajé la bombacha hasta las rodillas y le bajé el short y el bóxer a mi hijo. Enseguida me senté, ensartando su verga en mi concha.

Estábamos de frente uno al otro, mientras yo cabalgaba encima de mi hijo, Valentina estaba del otro lado de la puerta mirando televisión, puerta que estaba abierta.

Seguí cabalgando un minuto más.

-Ohhh perra me corro!!. Dijo Martín en un tono de voz muy bajo.

-Mmm si yo también hijo.. aaahhh ohhhh.

-Uhh.. te acabo adentro puta?

-Sí, si, si lléname la concha de leche.

Los dos acabamos al mismo tiempo, mi hijo soltó una cantidad de semen impresionante, me inundó la raja.

Me levanté de su fierro apuntando al cielo y se me chorreaba la leche por las piernas. Me fui a la cama a dormir la siesta.

A pesar de que con mi hijo solo tenemos sexo espontáneo, sin previas, me corro en un abrir y cerrar de ojos igual que él, por la calentura y morbo de las situaciones que lo hacemos.

La tarde pasó tranquila y nos recuperamos del polvo que me echó al mediodía, para lo que se venía a la noche.

Ese día hacía muchísimo calor, y como sólo disponemos de un aire acondicionado en casa, y está ubicado en mi habitación, esa noche dormiríamos los tres en ese cuarto. Mi hija y yo en la cama, y mi hijo Martín en un colchón abajo.

Fuimos los tres a dormir, después de que pasen unos cuantos minutos, me aseguré de que Valentina se haya dormido al lado mío, y bajé de la cama para acostarme en el colchón de abajo con Martín.

Hablando en tono muy bajo:

-Valentina ya se durmió.

-Ok mamá.

-Qué quieres hacerme ahora bebe?

-Quiero romperte toda la concha mami.

-Mmm asique quieres dejarme toda la raja hinchadita y roja?

-Sí, putita quiero cojerte hasta reventarte la concha.

Fui directo a su pija, la agarré por encima del short, y noté que esta vez no tenía bóxer.

-Mmm veo que andas bastante suelto por ahí abajo eh.- Le dije.

-Sí mami… la tengo bien dura y parada para vos.

Le bajé el short y yo me quité la braga, esta vez dormía con la falda.

Comencé a chupar la verga de mi nene, chupe y chupe, pero no quería que se corra ahí mismo. Me la saque de la boca y le dije que quería sentir su lengua otra vez sobre mi raja, asi que me senté arriba de su cara, poniéndole mi concha arriba de su boca.

Me movía para adelante y para atrás, mientras mi hijo me succionaba con su boca mis labios vaginales, yo también casi me corro pero salí justo a tiempo.

-Ok hijo ahora vamos a coger.

-Sí ma.

Me senté arriba de su polla, a cada cm que iba entrando su pija en mi concha, un leve gemido que no podía contener.

Me la enterré hasta el fondo y comencé a cabalgar como en la cocina.

-Ah mamá por favor muévete así, así.

-Te gusta hijo? Te gusta que tu mama sea una puta?

-Sí mami me encanta, eres una puta perra.

-Ahhh ohhh uhhhh

Después de cabalgar sobre mi hijo dos minutos, me corrí, me chorreaba el flujo de mi vagina, estaba extasiada.

-Dale Martín córrete, vamos.

-Me vengo mami, me vengo yaaaa

-Sí hijo sí, vamooos.. ohhh.

Martín se corrió, sentí un chorro tan caliente adentro mío que quería quedarme ahí para siempre.

-Uf hijo, creo que se me rebalsó la concha.

-Ah mamá eres perfecta.

Me subí a mi cama y mi hija seguía totalmente dormida. Me puse la bombacha y me dormí más plácidamente que nunca..




Lo hice con mi hijo
Por anonima

En primer lugar parto por decirles que lo que escribo, es como alguien escribió inteligentemente en una de las historias con su abuela, no escribo “para que les guste o disguste”. Escribo es para contar mi historia y de alguna manera encontrar una válvula de escape, que me permita mitigar algunas preocupaciones. Ojalá también dialogar con otras madres, hijos o hijas que han pasado por estos momentos incestuales y que de una u otra manera buscan un diálogo constructivo, es decir que vivieron o viven este estilo sentimental, amoroso, sexual y que no son meras historias de fantasías, que son otra masturbación mental.  Pero quiero que se me entienda bien que no estoy en contra de esas fantasías, porque cada persona somos portadoras de fantasías matinales o nocturnas.

Primero, les cuento que soy una mujer casada, de 39 años, dotado de un buen cuerpo, buenas caderas y nalgas, buenos senos, todavía duros y creo que soy bien proporcionada físicamente, lo que me ha traído algunos problemas en fiestas o actos públicos. Unos cuantos hombres me han galanteado, piropeado y propuesto infidelidades, claro las he rechazado. Mi esposo es gerente de ventas de una compañía, por lo que económicamente tenemos una vida holgada, sin presiones económicas. Jamás intenté crearle problemas.  Tengo formación universitaria no completa. Con mi esposo hemos procreado un hijo de 18 años y una hija de 16.

En la vida sentimental mi hogar es estable y nos hemos manejado con mucho amor y respeto. En lo sexual, les cuento que en estos últimos seis meses mi esposo, por efecto de su trabajo me ha abandonado bastante.  Tiene que viajar con alguna regularidad y muchas veces llega al hogar cansado.  Yo le comprendo, no le exijo más allá de lo que puede darme en buena lid.  Pero mi cuerpo es mi cuerpo y pide que le atienda en sus necesidades biológicas.  Entonces la masturbación es mi consuelo, lo hago con frecuencia y de distintas formas, especialmente cuando estoy sola.  Algunas veces cuando mi marido está dormido.

El mes pasado mi esposo tuvo que viajar al exterior, por un mes.  Entonces decidimos que se fuera con mi hija para que visite algunos de nuestros parientes, que siempre nos invitan.  Entonces me quedé sola con mi hijo, que lo llamaremos Rubén.  A los pocos días del viaje mi hijo, que es un muy buen joven, pero tímido, fue hacer deporte con sus compañeros de estudio.  Mi gran sorpresa fue que a la tarde llegó un automóvil y bajaban a mi hijo con sus compañeros, prácticamente lo traían entre dos amigos.  ¡Qué susto! ¡Casi me desmayo!… Salí corriendo a recibirlo y preguntar qué pasó.

Me explicaron que un joven del equipo contrario le dio una fuerte patada en el interior del muslo derecho y luego se cayó un poco mal.  Que le pusieron un linimento para el dolor y la inflamación, pero que debía tomar unas pastillas y frotarse un diclofenaco.  También recomendaron un baño en agua caliente.  Se fueron los compañeros. Lo llevé al baño. Como estaba todavía con su pantaloneta con mi ayuda se metió a la tina.  Un baño de agua bien caliente. Una vez seco me llamó para ayudarle ir a su cama.

Se durmió hasta las nueve de la noche.  En la noche debía frotarse la crema.  Se encontraba mejor, más aliviado.  Lo acomodé en la cama para el tratamiento y masaje en la parte interior del muslo.  Muy cerca de la ingle tenía un moretón. Solo tenía puesto su calzoncillo blanco.  Comencé con las frotaciones, un sube y baja y masajes  de derecha a izquierda, cuando de pronto vi que por dentro de su calzoncillo algo comenzaba a moverse, seguía con los masajes y con mis ojos a ese bulto que daba saltos  internos. No resistía la tentación de acariciarlo, pero mis dedos llegaban hasta la ingle, casi a sus testículos, y de pronto vi que su pene se había endurecido y que lo tenía parado.

Rubén miraba para otro lado, quería que me mirara, pero no. Con mis manos llegaba casi a su mismo pene con el deseo de abrazarlo, que lucha interna entre el querer y “la moral”, era mi hijo. Mi vagina se estaba humedeciendo.  Ese pene se había agrandado, su interior parecía una carpa. Pensé que estaba masoquista y decidí darle un beso, cobijarlo y salir de inmediato.

Fui a mi dormitorio, me desnudé y tendí en la cama en mil posiciones, me masturbé con mis dedos, metía en la vagina los que podía y con la otra mano masajeaba mis senos y apretaba los pezones que estaban grandes y duros.  Mi clítoris fue víctima de mi lujuria, pensaba en el pene y los testículos de mi hijo, metía mis dedos por la vagina y el culo, me venía orgasmo tras orgasmo.  Parecía loca.  No me bastaba, agarré mi peine de cabello que tiene un buen cabo y me lo metía por la vagina y el culo. Para no gritar me tapé la boca con la almohada, pero me salían unos grititos y cuantas palabras y frases eróticas que no me podía contener.  Terminé extenuada revolcándome en la cama.  Tenía mi vagina adolorida igual el culo. Pero llena de placer que estaba restringido. Me dormí hasta el otro día.

A las ocho de la mañana fui a ver a Rubén, estaba despierto, le di un beso en la frente, unas caricias y me contó que sentía mejor, menos dolor en el cuerpo.  Le dije que no se levante y le traería el desayuno y luego el masaje con la crema.  Le preparé un buen desayuno. Un descanso, vine con las pastillas para que se las tome.   Cuando levantó las cobijas me di cuenta que ahora, el pícaro tenía una pantaloneta bien cortita y ancha, creo cortó las piernas de la pantaloneta.

Abrió las piernas y comencé con el masaje. Con los movimientos, podía ver sus testículos y un poco de sus pelos; a poco rato asomó la cabeza de su pene.  Yo le miraba con entusiasmo. El no me miraba a mí, tenía la cabeza a un lado mirando hacia la ventana, con las frotaciones se estaba excitando porque enseguida asomó su pene y poco a poco se paró en toda su plenitud como saludándome. Yo ya no pude contenerme y le acaricié y le dije al pene, parece que no dormiste bien. Oh, pobrecito parece que quieres también unos masajes.

René movió su cabeza como diciéndome sí pero rápido.  Pero que lucha la mía, ¿que hago ahora con la verga de mi hijo en mis manos?, comenzó mi gran excitación, me puse cómoda y le bajé la pantaloneta, que lindo espectáculo unos pelos negros le bajaban desde el ombligo y le cubrían alrededor de los huevos.  Una verga dura, de buen tamaño, nada de enormidades. Con una mano le acariciaba los huevos, que los tenía colgados, mi mano se aproximaba cerca del ano.

Con la otra mano le acariciaba esa hermosa salchicha, que gracioso ver como le salía y le entraba la cabecita sonrosada de su verga, claro era la verga de mi hijo que yo le había parido. Con mis manos sube y baja la piel, la verga la sentía más caliente y en medio del dolor Rubén movía el culo de atrás para adelante y me gritó más rápido, más duro,  aceleré y con mi mano le apreté la verga, en un momento explotó, ¡cómo le salía la leche, que hermoso!  ¡Parecía que me devolvía la leche que él había mamado de niño! ¡Como quise mamarle la verga!, nunca lo había hecho con mi marido.  En esos instantes me vino un orgasmo que ya sin ambages me aprisioné mi vagina con mi mano. Traté de que su mano me apretara la vagina pero estuvo un poco lejos entonces me acerqué y aprisionó mis tetas mientras yo terminaba de pajearme.  Estaba exhausta.  Con su pantaloneta le limpié la verga y me limpié las manos.

Lo único que me dijo era, gracias, gracias mamá.. Me despedí de Rubén esta vez con un beso en la boca, aunque quería quedarme y de una vez culear con él.  Al fin me fui a mi dormitorio, me tomé un baño y en la bañera me di otra tremenda paja con agua caliente y la ducha manual.  Este placer que me dí sería para escribir otro capítulo.

Transcurrió el día normalmente. Yo tuve que salir por algunas diligencias y compras de la casa.  La sirvienta debía darle de comer a Rubén.  Por la tarde una reunión con amigas se contaron unos chistes bien subidos de tono con palabras gruesas y vulgares que nos causaba risa, especialmente una de ellas usaba todo el lenguaje tabú, yo me sonrojaba pero me gustaba pensando en mi hijo.  Me preguntaron que me veían nerviosa, intranquila.  Les conté lo del accidente de hijo cuando hacía deporte y ellas me consolaron. Llegué ya para la cena. Solo cenó Rubén. Luego un poco de televisión para ver las noticias.

Terminadas las noticias me fui a mi dormitorio para prepararme para la noche.  Estando allí otra lucha, mi cuerpo pedía ir desnuda, pero mi conciencia de madre me reprimía,  ¿Que hago? Esa era la pregunta… Me recriminaba, no seas tonta… No lo hagas…  Pero había otras voces que me decían, ayuda a tu hijo. Anda, anda. Te necesita. Finalmente decidí ir con una camisa de cama transparente pero sin nada al interior. Me arreglé el cabello, algunos cosméticos.

Fui al dormitorio de Rubén, lo primero que me dijo:  ¡Qué linda se te ve mamá!  Te quiero mucho, mamá… Le contesté, tú también.  El clavó sus miradas en mis tetas y luego a mi vagina, él podía verla Le pedí que se prepare para los masajes y la crema. Me di la vuelta y me acarició el culo, masajeándolo un poquito, le di tiempo para que lo haga. Me dijo que estaba con el pijama. Ahora tenía que ayudarle a quitarse el pantalón y el muy sinvergüenza no tenía nada debajo.

Sabía como tentarme. Un bonito cuerpo del muchacho, pero entre sus piernas en medio de un bosquecito, estaba un nido con un par de huevos y una verga dormidita esperando que la acaricie.  Le puse un poco de la crema y unos masajes en el muslo, de a poco la verga se iba parando, qué lindo espectáculo.

- Así Rubén párala, párala mi amor.

Me acerqué y le besé en la boca, me contestó con otros besos apasionados y desesperados.  Besos que no los había tenido por tiempos. Maniobré para que la camisa se vaya para arriba y la vagina quede al descubierto, Rubén metió su mano entre mis piernas y me acarició la vagina.  Me di cuenta que no sabía que hacer, le dije que busque el clítoris, tuve que guiarle con mi mano, que manos más suaves y delicadas acariciaban mi chochito, le pedí lo haga más duro, mientras yo comenzaba a jugar con su verga. Le pregunté que si ya había conocido mujer, me dijo que no. Qué más emoción acariciar y jugar con una verga virgen.

De inmediato decidí mamársela.  Me subí encima de Rubén y me acomodé para hacer un 69.  Qué linda sensación en mi boca llenarme de esa virgen verga. Al comienzo tuve resistencia pero logré metérmela toda, No sabía que cosas hacer, pero me la metía y sacaba y luego con la lengua lamía como si fuera un helado, acariciaba sus huevos, eso le gustaba mucho y me pedía que siga, siga, siga y no pare.  Por su lado me besaba y lamía la chucha.

Metía su lengua en mi raja, como tratando de descubrir secretos en esa cueva secreta.  Mis jugos vaginales salían, sus jugos seminales también hasta que explotamos, Rubén quiso sacar la verga de mi boca diciéndome voy a terminar, pero yo no le dejé, quería que me devuelva la leche que él me había mamado. Vino esa leche por primera vez, no tuve asco, era la leche de mi hijo, sabrosa como la de su madre. No dejé que se desperdicie una sola gota, aunque fue imposible, salía por mis vértices bucales. Rubén me chupaba y estiraba el clítoris con su boca, en un momento puso sus manos por el culo, le pedí que me meta los dedos en el culo, un poco incómodo. Levanté mi cuerpo para darle más posibilidades para que meta sus dedos y a si lo hizo.

Casi sentado en su cara metía sus dedos en mi culo otros y en la concha. Y tuve unos tres orgasmos seguidos.  Terminados me puso a su lado y le besaba con frenesí, mientras él aprisionaba mis tetas, me dijo quiero mamarlas.  Yo me acomodé para que mame, lo hacía con pasión, a momentos mordía mis pezones, el placer era más grande que el dolor, con la otra acariciaba mi hambrienta concha.  Cansados me quedé dormida a su lado. Creo que por una hora y media.  Me desperté y como perra en celos nuevamente comencé acariciar la dormida verga de Rubén. Se despertó y me masajeó las tetas.

Otra vez estaba arrecha, cachonda. Logré que la verga de Rubén se pare, obedezca a mis caricias.  Como no podía moverse mucho, decidí sentarme sobre ese hermoso pedazo de carne y músculo, duro como un palo. Me senté de espaldas a su cara, abrí las piernas, tomé ese encanto de salchicha y me la puse en la chucha y de un golpe me senté, como estaba mojadita entró de una, me hice para atrás para que pueda acariciar mis tetas, que las agarró con las dos manos. Yo movía el culo con su verga tiesa y virginal adentro hasta el fondo, me contorsionaba como la Shahira, luego me levanté y me di la vuelta para culear de frente, su verga seguía dura como un palo y con mi mano la puse en la raja y la metí de una.

Mis tetas con el suba y baja saltaban y Rubén tenía la oportunidad de mamárselas de rato en rato, estábamos para terminar y le pedí que me acaricie el culo, me estrujaba las nalgas que me dejó unas marcas, Yo le pedía, -Culeammmee Rubén, así más duro, culeeeeaaame, culeammeeeee, dale maaaasssssssssss, por favor, que tienes una verga deliciosa, méteme hasta los huevos, métemelos, no te detengas, meteme todo, todo lo que puedas

De pronto me bañó con su leche que salía a borbotones y yo terminaba a gritos diciéndole, -Que rico Rubéneeeen, eres grandioso, tienes una verga pequeña pero excepcional, dura, caliente y con mucha leche.  De inmediato me di aliento para ir hasta su verga y mamarla, quería saber cómo era el sabor de esos dos jugos de su virgen verga y de mi chucha hambrienta de placer.  Y se la mamé por un largo rato. ¡Ay que rico amigos!, le mamé hasta los huevos.  Qué excitación, por varios días se me quedó esa sensación de tener sus huevos en mi boca.

Rubén me dijo, -Eres grandiosa mamá, me has enseñado lo que es el placer sexual.  No lo sabía, y me has desvirgado, con mucho placer y mucho amor. Eres mi maestra y madre, te amo y te respeto más que nunca por estos cuidados y placeres que me das.  Por haberme enseñado ese sublime lenguaje erótico, sin tapujos. Por haberme enseñado a ser hombre, por haber aprendido el funcionamiento de mi propio sexo, de todo mi cuerpo.

Por saber cómo hacer el amor y comerse una vagina con amor.  Cómo no amar tu vagina si por allí me trajiste al mundo.  Nunca sabía la potencia que tiene un clítoris ni el valor total de mi lengua para acariciarlo y envolverle como un recién nacido.  Gracias mamá por haberme enseñado a ser feliz a una mujer y gracias por haber aprendido de tu sensibilidad y lujuria para coger, para culear, para foliar.  He mamado de tus senos y ahora de tu rica vagina, antes tuve la leche hoy los jugos, que combinación más perfecta.

Lindas palabras de mi hijo, ¿verdad?

Bueno amigos y amigos podría seguirles contando con todos los lujos y detalles los juegos y placeres que nos dimos por tres semanas consecutivos. Fueron de intensa lujuria. Pero una cosa si les cuento. Le pedí a Rubén que estas culeadas las guardáramos en secreto.  Que él ni yo debíamos enamorarnos ni repetirlas después que vengan su padre y su hermana. Que él debía buscarse una novia y que yo le ayudaría en todo lo que quiera, que cuando la quiera culear la puede traer a la casa o buscar su mejor sitio.  Así lo pactamos y lo estamos cumpliendo, aunque hay momentos que quiero romper el compromiso.

Si gustan me agradaría que me den su opinión para conocer de cerca un poco de las reacciones de mujeres y de hijos o hijas que han pasado por la misma situación o situaciones parecidas de incesto. O si tienen preguntas, o quieren compartir sus experiencias o sus dudas conmigo están todos y todas bienvenidas  Es un tema difícil pero hay que tratarlos.

Con mucho aprecio.

Autora: Margot del Alba




Hice el amor con mi linda madre
Por Arrecho

Hola me llamo Arrecho el relato es producto de una noche de alcohol y lujuria.

Mi Madre es una mujer muy hermosa que me tuvo a los 17 años ella trabajaba como modelo de pasarela para ropa de moda, mi Padre la abandono cuando se entero que estaba en cinta, desde entonces nunca le he conocido hombre alguno, ahora ella tiene 40 años yo 24 vivimos en el Perú, esto fue algo progresivo siempre vivíamos solos y nos paseamos con ropa interior en la casa sobre todo en verano, pero como siempre pasa las revistas porno, los amigos, las películas porno fueron haciendo mella en mi y empecé a ver a mi madre con ojos de hombre, cada vez se me hacia mas difícil mirarla en ropa interior y no tener un erección, ella sigue practicando aeróbic y hace pesas o sea tiene un culito bien duro y unas tetas bien paraditas sin hablar de que tiene una carita de ángel.

Siempre viste con esas falditas delgadas que se pegan al cuerpo y de vez en cuando aprovechaba para rozarle mi pene duro por esas ricas nalgas, ella se daba cuenta pero no le tomo importancia, pero una noche nos invitaron a una fiesta de sus amigos modelos, nos miraban como si fuéramos enamorados yo soy alto y simpático, bueno resulta que empezamos a tomar unos whiskys la cosa que nuca me presento como su hijo solo decía,... te presento a Marcelo.. bueno las hora fueron pasando y siempre estaba parada delante mío yo sentía sus nalgas duras que se apoyaban en mi polla dura, yo me rozaba a tal extremo que empezaron a salir una gotas de liquido seminal, bueno estaba seguro que ella también me sentía, pero entonces me olvide de quien era ella y le pase el brazo para que se pegara mas a mi, y ella no puso resistencia estábamos muy mareados y nos fuimos como a las 3.oo am de la madrugada tomamos un taxi y nos sentamos en la parte trasera del carro ella se recostó a mi y yo la abrace le besaba las mejillas, le sobaba las piernas subía lentamente hasta los muslos, casi podía ver el triangulo blanco de su truza, ella llevo su mano a mi polla que ya estaba a mil y me dijo hijo eres todo un hombre, en ese momento la empecé a besar, nuestras lenguas se encontraron desesperadamente hasta que llegamos a la casa, bajamos casi cayéndonos del taxi.

Una vez dentro de la casa nos quitamos la ropa quedándonos completamente desnudos, ella decía el nombre de mi padre creo que se confundió por la borrachera que traia.

Me empezó a mamar la polla dura de tope a tope yo no podía creer lo que estaba pasando mi madre con mi pinga en su boca cogiéndome las bolas, la escena me excitaba mas así que se me vino la leche llenando toda su boca chorreándose por la comisura de sus labios, siguió chupando y se trago toda la leche, poniéndome al firro otra vez se echo con las piernas bien abiertas enseñándome la concha, se la fui metiendo poco a poco quería gozar cada momento, hasta que estaba completamente dentro de ella, empecé a moverme de una manera salvaje ella gritaba decía destrózame Carlos, es el nombre de mi padre, a mi no me importaba yo seguía penetrándola luego se volteo se puso en cuatro patas y cogió mi polla y se la llevo al orificio del ano yo estaba como loco y empujaba sin contenerme, ella gritaba de dolor yo también gemía de dolor y placer por que ese huequito apretaba mucho hasta que termine llenándole su culito de leche, ella también tuvo su orgasmo quedándonos tendidos en la cama desnudos y sudosos

En la mañana siguiente mi madre se despertó y se dio cuenta de lo que había sucedido, grito y dijo Marcelo!!!! ...no puede ser yo me desperté y le dije si mama fue hermoso y ella me dijo hijo no ...yo pensaba que estaba con tu padre...

Le dije que ya no importaba eso que de ahora en adelante yo seria su hombre y que la amaba mucho la bese en la boca y volvimos a amarnos, no salimos ese día, y hasta la fecha llevamos una vida de pareja.....



lunes, 1 de octubre de 2012

GAY

Carlos mi compañero de trabajo
Por Martinjose 17 Enero 2013






Es mi compañero de trabajo.

Se llama Carlos y tiene 10 años menos que yo y un buen cuerpo, su pecho está bien formado y cada vez que me fijaba en el en verano, me daban ganas de dejar perder mi boca y mi lengua por aquel pecho y pezones acariciándole todo.

Siempre miraba aquel culo redondo, apretado y bien formado.

Igualmente estaba loco por meterle mi lengua y mordisquear aquel culo que se me hacia muy apetitoso.

Un día me pilló observándole atentamente aquel culo, y sin más me dijo: Te gustaría tenerlo a tu merced ¿verdad?

Sin más preámbulos le conteste que si, me encantaría.

Salimos de trabajar y me invitó a subir a su casa, sentía una excitación enorme aunque no empezaba a empalmarme de momento.

Una vez en casa me ofreció una copa y se quito la camiseta, y pude comprobar que había imaginado bien como serían sus pectorales que estaban diciéndome… cómeme, cómeme.

Era verano y puso el aire acondicionado, yo también me quite la camisa, mis pectorales no estaban también definidos como los de Carlos.

Mi polla empezaba a entrar en acción y yo seguía observándole el pecho y el culo.

Me imagino que quieres poseerme, me dijo.

Al instante respondí que SI.

Le besé en los labios y acaricié sus pezones, que enseguida se pusieron tersos y su corazón a la vez empezó a palpitar algo más deprisa.

Acariciaba su espalda y el la mía, fui bajando hasta llegar a poner mis manos sobre aquel culo terso, redondo y apretado.

Nos separamos un poco y empezamos a quitarnos los pantalones hasta quedarnos en calzoncillos.

Yo ya estaba empalmándome por segundos, a el también se le estaba poniendo dura.

Me acerque a el y le abrace restregando mi paquete sobre el de el y sobándole de nuevo los glúteos, aquel culo me volvía literalmente loco.

Su polla seguía creciendo y la mía empezaba a sobresalir por los boxer.

Volví a besarle los pezones y empecé a bajar poco a poco pasándole la lengua por el pecho, el ombligo y el abdomen llegando hasta el elástico de sus boxer.

Empecé a mordisquear su polla por encima de los boxer, gemía de vez en cuando.

Después decidí dejarlo totalmente desnudo, me gustaba la sensación de dejar a Carlos desnudo completamente y yo seguir con los calzoncillos.

Se los bajé y allí estaba su polla frente a mi, totalmente dura, no era tan grande y gorda como la mía pero me pareció suculenta y bien formada.

Estaba deseando metérmela en la boca y darle el mayor placer posible.

Nos tumbamos en la cama y el empezó a sobarme la polla quitándome al final los boxer.

Allí estaba mi polla toda entera a su disposición, a la disposición de su boca y de su culo.

Estaba deseando metérsela hasta el fondo por todos los agujeros que tenía.

Me metí su polla en la boca y dio varios suspiros, empezó a abrirse de piernas para dejarme hacer todo lo que nos apeteciera.

Sus huevos también eran perfectos y apenas tenía vello ni en el pubis ni en el culo, que ahora ya lo tenía al alcance de mi vista.

Mi boca segregaba saliva en abundancia al tener su polla en la boca y se esta se iba esparciendo por su polla y chorreando en dirección a sus huevos, que ya empezaban a brillar al empezar a estar humedecidos.

Me la saque de la boca y sin perder tiempo puse mi boca encima de sus huevos succionándolos con fuerza y acabaron los dos dentro de mi boca, acariciándolos suavemente con mi lengua, gemía…, mientras iba pajeándole la polla de forma continua, pero sin mucha fuerza, no quería que se corriera todavía.

Me pidió que sacara sus huevos de mi boca y enseguida estaba tragándose mis20 cmde polla por la boca, engulléndola entera, mis huevos estaban apoyados en sus labios.

Carlos era realmente muy sexual y morboso.

También empezó a segregar saliva, debido a la intrusión de mi polla en su boca.

Después hizo lo mismo que yo, puso su boca sobre mis cojones y los succiono con fuerza, también le entraron, primero uno y luego al seguir succionando le entro el segundo.

Su boca estaba caliente y pasaba su lengua sobre mis huevos.

Era realmente la gloria.

Después paro y se tumbo en la cama sobre la espalda, empecé a besarle la boca de nuevo mientras jugábamos con nuestras lenguas.

Me puse encima para tener mi polla sobre la de el, restregándome suave pero con contundencia, los dos estábamos completamente empalmados.

Levante sus piernas y las coloque sobre mis hombros allí estaba su polla, sus huevos y su culo…. A mi disposición.

Puse mis labios sobre su culo y comencé a acariciándoselo con mi lengua.

Seguía gimiendo y movía las caderas para que mi lengua le diera gusto a su culo, como el deseaba tener.

Empecé a meter mi lengua en su culo, ya no ponía resistencia aquel culo que tanto deseaba.

Lo estaba llenando de saliva para lubricarlo y que mi polla le entrara bien y sin resistencia.

Después me metí un dedo en la boca para humedecerlo, mientras le miraba a los ojos, ahora gemía y me decía susurrando: quiero polla y quiero leche, polla y leche…. Estábamos muy excitados.

Le conteste que lo tendría

Le fui metiendo un dedo, luego dos y por ultimo, tres, se iba dilatando, me pareció un culo tragón que estaba deseando ser rellenado hasta el fondo.

Cuando noté que ya estaba lo suficiente abierto como para empezar a meterle la polla.

Se la metí en la boca para que me la mojara, así lo hizo, me la dejó chorreando….

Me retire la piel del capullo, para notar bien cuando le entrara en el culo.

Apoye mi polla totalmente tiesa a la entrada de su culo y empuje con ligereza, el capullo le entró su culo había cedido, esperé un poco a que se le aclimatara al tamaño del rabo que se iba a tragar.

Seguí empujando y su culo se iba tragando mi polla poco a poco, pero la iba engullendo,… al final mis huevos estaban apoyados a la entrada de su culo.

Seguí sin moverme, no deseaba hacerle ningún daño, a aquel culo que era la debilidad de mi polla y mi cerebro….

Carlos estaba acelerado, palpitaban al unísono su corazón, su polla y su culo, la mucosa de su culo y su temperatura  envolvía literalmente mi polla en toda su extensión y anchura, era realmente calido estar allí dentro.

Acaricié abundantemente todo su cuerpo y empecé a moverme lentamente dentro de el, su polla y sus huevos seguían mojados de mi saliva y así era mas fácil masturbarle.

Empecé a sacarla al completo y volvérsela a meter….

Le entraba toda en toda su extensión.

Mi polla desaparecía y volvía a aparecer totalmente.

Cuando la tenía toda clavada hasta el fondo, comencé a moverme de derecha a izquierda y de arriba abajo… quería oradar totalmente aquel culo de forma que mi polla le entrara siempre con facilidad.

Le comencé a masturbar cada vez más fuerte, gemía, estaba claro que no tardaría en soltar su leche…

Apoyo sus manos entre el obligo y el pubis, parecía que quería saber en que lugar tenía mi polla….

Finalmente me dijo: “la tengo aquí”…“aquí”

Noté como su culo se contraía y abrazaba toda mi polla, su primer golpe de leche salió de su polla, otra contracción, otro golpe de leche que soltaban sus cojones… así durante cinco trallazos, esa leche salida de sus huevos estaba entre mis manos, su abdomen y su ombligo….

Cuando terminó de correrse seguía diciendo: quiero polla y quiero leche…

Espere a que su corazón, polla y culo estuvieran más tranquilos y después le saque la polla del todo, recogí toda su leche de su abdomen y me la empecé a untar por la polla y su culo con ella y volví a metérsela toda entera, ahora era más agradable, resbalaba mucho más…

Ahora ya tenía su leche y mi polla dentro, solo me faltaba rellenarlo con mi leche y así estaría todo relleno, que era lo que deseábamos tanto Carlos como yo.

Seguí metiéndosela y sacándosela de golpe… le entraba con facilidad, aquel culo tragaba muy bien mi polla, ya me iba a correr y así fue.

Carlos al notar los trallazos de leche de mi polla, seguía diciéndome… quiero leche, quiero polla,  y se la dí.

Intente rellenarlo con toda la leche que podía.

Cuando terminé de correrme, comencé a besarle de nuevo en la boca.

Mi polla empezó a ponerse flácida y no tardaría en salirse de su culo.

Cuando lo hizo, baje hasta la altura de su culo, para mirar como se lo había dejado….

Estaba abierto y se le veía parte de la mucosa interior, le salía un hilo de leche….

Era su leche y la mía, le había dejado todo relleno.

Había tenido dentro mi polla, su leche y la mía.

Acerque mi boca a su culo y lamí aquellas gotas de leche que dejaba escapar su culo, que seguía abierto y palpitaba

A partir de ese día hemos vuelto a estar en varias ocasiones, incluso alguna de ellas en el puesto de trabajo.

Realmente Carlos me produce un morbo que no había sentido por otro chico.



Me cojio en una plaza
Por anonimo 17 enero 2013

Pasó hace un par de años, una día que volvía del centro, estaba en el colectivo el cual estaba lleno, me fui como pude a la parte para discapacitados y me apoye en los fierros esos, no había nada raro... un viaje normal, cuando veo que un chabon de unos 30 años, lindo, que estaba sentado, se paro y se puso al lado mio, me parecio muy raro que haga eso, estaba comodo sentado, ¿porque se querria parar y viajar apretado? pero en fin no le di bola... seguia viajando lo mas bien cuando siento que me empiezan a tocar el culo, pense que fue sin querer, ya que estaba toda la gente amontonada... pero no paraba y yo me estaba calentando a mas no poder, era ese hermoso hombre que me tocaba el culito sin parar, pasaba su mano por mi espalda y mi cola por encima de la ropa disimuladamente, yo no lo podía creer, pero obviamente me deje manosear todo por ese machito hermoso, estuvo todo el viaje tocándome la cola , metía su mano por detrás, debajo del pantalon y del boxer, sentía sus dedos tocando mi agujerito, y yo de a momento cuando veía que nadie nos miraba le tocaba por encima del pantalon la poronga que se sentia a simple tacto que estaba bien dura, no podía mas de la calentura yo, el colectivo se empezó a vaciar, nos sentamos juntos en el fondo, hablamos un poco y me baje con el en lugano I y II, fuimos a una plaza que estaba ahí cerca. era de noche así que no había nadie, hacia mucho frío, pero de la calentura que teníamos ni lo sentíamos, fuimos a una parte oscura entre unos arboles, peló la pija, me arrodille y empece a saborear esa pija que estaba bien durita, con olorcito a macho, le pasaba la lengua por la cabeza, por el tronco, lamia esos huevos hermosos, me encantaba ser la putita de ese macho! luego me hizo parar y me puso de espaldas a el, me bajo el pantalón hasta las rodillas y se arrodillo, me empezó a lamer el orto, me cogia con su lengua, no hay cosa que me caliente mas que me chupen el orto y ese hombre si que sabia como hacerlo! me dejo la cola bien lubricada con su saliva, le chupe un poco mas la pija para dejarla mojadita y me empezó a coger de parado, me abrazaba, me besaba el cuello me tocaba los pezones, me cogía a mas no poder, me dolía el orto, pero me encantaba, era una mezcla de dolor y placer, me cogió así un buen rato, me estaba haciendo una linda paja, hasta que acabamos al mismo tiempo, me dejo todo el culito lleno de leche, sentía como me chorreaba por las piernas, luego me arrodille para dejarsela bien limpita, nos besamos y me acompaño a la parada del colectivo, me fui a mi casa, nunca mas lo volví a ver, pero de esa garchada no me olvido nunca mas


Por Jose
Primera vez

Hola que tal, es la primera vez que escribo, tengo 21 años, vivo en Monterrey, México, me haré llamar José y aquí les cuento mi historia.

Siempre me han gustado las chicas, no he tenido novias, pero tampoco desaprovecho la oportunidad de estar con alguna amiga y pasarla bien.

Cuando empezaba a descubrir mi cuerpo, me llamo la atención que mi culo también era sensible al tacto, pero claro, después de un tiempo no le puse mucha atención.

Y ahora, había empezado a sentir curiosidad por esta sensación en mi culo y solo por jugar, empecé a tocarme, después a meterme los dedos y poco a poco algunas cosillas también, realmente lo disfrutaba. Sin embargo no me era razón para pensar que era gay, ya que no concebía en mi mente la idea de besar a un hombre o tener una relación amorosa con uno de ellos. Una noche, de acostumbrados sueños eróticos, todo empezó a cambiar, pues en esta ocasión soñé que me estaban penetrando y que realmente lo disfrutaba, cuando desperté, me di cuenta que estaba mi miembro muy excitado y yo estaba sudado, me sentí algo perturbado por la situación, pero lo tome con calma, ya que a veces el subconsciente juega con uno...pero después de soñar otras dos veces mas esto y en una de ellas tener que levantarme y de la excitación empezar a masturbarme, ya me empezaba a preocupar...

Por Internet empecé a buscar información, fotografías y relatos gays, los que realmente me excitaron mucho y cada vez que veía estas escenas, sentía como realmente deseaba ser penetrado intensamente, decidí crear una cuenta de mail aparte y empezar a buscar gente solo para averiguar mas de mi. Había obtenido ya respuesta de varios, al parecer les intereso los mensaje que dejaba y todos querían "mi culo virgen y deseoso", que era lo que ponía y no podía creerlo...



Y un día recibí un mensaje de un hombre que me quería para ser penetrado por él y un amigo...cuando leí esto me encendí al máximo, pues ese era el sueño que había tenido, me puse de acuerdo con él, sin pensarlo y así quedamos...

El día fechado para nuestro encuentro, llevaba yo puesto una playera blanca sin mangas y unas bermudas, los espere frente a un centro comercial, estaba nervioso, volteaba para todos lados para ver si veía a alguien sospechoso o alguien conocido, sin saber si iba a salir corriendo o que...entonces escucho que me hablan, eran ellos, estaban dentro de un carro, uno se veía de 29 años y el otro de 32, el mas grande parecía ser muy serio, me acerque a ellos para verlos mejor.

Juan Carlos, 29 años, moreno, alto, con una cara amable y una sonrisa muy agradable.


Sergio, 32 años, alto, fuerte y corpulento, su seriedad de cierta forma me dio miedo.



Juan me dijo que me subiera al carro, para platicar un rato en lo que dábamos la vuelta, yo accedí y me subí. Empezamos a platicar de lo clásico, lo que nos gustaba, que hacíamos, ahí yo les dije como es que llegue a ellos, pensé que se iban a enojar o algo, pero lo tomaron bien, me dijeron que no me preocupara, que lo importante era disfrutarlo, me sentí tranquilo con esto, entonces note que Juan me estaba viendo de arriba y abajo..., le dijo algo a Sergio y este se detuvo en una farmacia... y regreso pronto, me empezaba a poner nervioso, pensaba si lo que estaba haciendo realmente lo quería y Juan me dijo que me tranquilizara, que nos divertiríamos... La seguridad que me hizo sentir me quito de encima mis dudas y no pude evitar excitarme por todo lo que estaba pasando y pensando y esto Juan lo noto inmediatamente y dijo "vaya, realmente que eres especial, lo deseas, pero lo niegas", voltee a ver a otro lado y solo escuché que Juan le decía a Sergio "creo que elegimos bien"...

Pronto llegamos a una casa sencilla, que estaba toda cerrada, no había rejas, parecía fortaleza, abrieron el garaje, metieron el carro y cerraron la puerta. Ellos salieron del carro y esperaban a que saliera yo...Sergio me abrió la puerta, lo vi y tenia una mirada que daba miedo, no me quise mover, pero él me tomo del brazo y me saco del carro, Juan me tomo y me dijo que no temiera, que no iban a hacer algo que no quería, Sergio se metió a la casa y Juan me pidió que yo también entrara, me tranquilice y entre.

La casa era muy bonita por dentro, daba una sensación de tranquilidad enorme, pero estaba viendo donde se había metido este Sergio que no lo veía por ningún lado, Juan me dijo que de seguro se había ido a bañar, yo me quede pensando, Juan me sonrió y me dijo "quieres tomar un baño?" yo me asuste un poco por la propuesta, ya se estaba poniendo serio esto, pero el carisma que tiene Juan me tenia atrapado y le dije que si...Nosotros fuimos al baño del cuarto de Juan mientras Sergio estaba en el de otro cuarto...

Este baño tenia aparte un cuarto de ropa, los armarios tenían espejos por puertas y me puso enfrente de ellos, entonces él empezó a quitarse la ropa muy lentamente, su cuerpo estaba generosamente fortalecido, dejándolo aun delgado, pero marcado, me estaba dando la espalda y vi su trasero masculino y bien formado, entonces vi en uno de los espejos y vi su miembro reflejado, que le tenia bien parado, lo tenia grande y grueso, se volteo y me vio aun con ropa, me dijo "caray, que solo has disfrutado de verme desnudo? déjame te ayudo", pronto se abalanzo sobre mi y no pude detenerlo, me saco la camisa, desabrocho mis bermudas mientras sentía como su verga rozaba mi abdomen, la tenia muy caliente. Entonces sentí como deslizaba sus manos por mi espalda hasta mi trasero, las metió por debajo de mi bermuda y mi ropa interior y así empezó a bajármelos, rozando mis glúteos, diciéndome "tienes un trasero muy suave..." y sentí como deslizaba sus manos acariciándome hasta tocarme el camino entre mis piernas y esto me hizo hacerme para adelante y lo abrace por reflejo, se me quedo viendo y me sonrió, volteo a verme a mis partes y me dijo "te has rasurado ahí abajo, que sensación tan rica, vamos de una vez..."

El baño fue sensacional, como caía el agua sobre mi cuerpo, sentir sus caricias, muy apenas tocaba mis partes, solo mis glúteos, vaya que le habían gustado, yo también lo acariciaba en el pecho y de repente me dijo "quieres ir a la cama ?? " para lo que yo conteste inmediatamente que si...salimos así, tomados de la mano, cruzamos hasta el cuarto donde había una cama grande, muy grande, tomo vuelo y me lanzo a ella, yo caí y me estaba riendo, voltee y me le quede viendo ahí tirado entre sabanas, él me sonreía mientras se acercaba a mi despacio, se subió a la cama, abrió mis piernas, empezó a besarlas, bajando poco a poco y cuando ya iba a llegar a mis testículos, los salto y se fue a mi abdomen y subió besándome hasta mi pecho y empezó a jugar con mis pezones, lamiéndolos y pellizcándolos suavemente, subió a mi cuello y lo beso también y con las manos empezó a mover mis piernas para poder tocar mis glúteos y acariciarlos, se separo de mi, me tomo por las piernas y me volteo, empezó a jugar con mis glúteos, me levanto un poco por las caderas y entonces oh cielos !!!, con su mano tomo mis testículos y comenzó a masajearlos y jalarlos un poco, mientras con su dedo gordo me recorría el caminito hasta el culo, que sensación tan deliciosa, ahí los dos, mojados, de agua y sudor. Lo mejor vino cuando me tomo por las caderas y con su lengua empezó a hacer el mismo recorrido que con su dedo, se quedo en mi culo haciendo movimientos circulares cada vez mas grandes y cada vez con mas presión hasta que me metió su lengua por el culo, me estaba retorciendo de placer, siguió lamiéndome hasta mis testículos, me volteo de nuevo, me tomo mi miembro que estaba toda mojada de la excitación y se la metió en la boca, woooooow !!!!!, realmente este tipo era bueno y mientras hacia eso, me metió un dedo por el culo !!, gemí de placer, pero me calle, pues temía que alguien me hubiese escuchado, Juan se saco mi miembro de su boca y me dijo "no temas en gritar, es difícil que alguien escuche" me sentí mas tranquilo y él me metió otro dedo en el culo, yo gemí de nuevo de placer y sentí que me iba a correr, le dije "Juan !, me voy a correr !" aquel solo me sonrió y saco sus dedos de mi culo, me toco el pecho y me dijo "respira tranquilo, no te corras aun, que aun viene lo mejor", yo me tranquilice hasta donde pude, conteniéndome y evitar así correrme. Me quede ahí acostado aun retorciéndome de los escalofríos que me había causado sus caricias, me reincorpore un poco y Juan me puso su verga enfrente, entendí lo que quería y se la empecé a mamar, me gusto el sabor que tenia, se empezaba a mover lentamente, la sentía hasta mi garganta y yo estaba muy pero muy caliente, ya no pensaba, solo hacia y me gustaba.

Juan salió de mi boca y yo esperaba su siguiente caricia, pero en vez de eso se quedo quieto y dijo "listo !" yo me sentí confundido y de pronto escuche "ya dejaste de trabajar en él ?" era la voz de Sergio !! voltee y ahí estaba, no se desde que momento, pero me había visto con Juan, estaba desnudo y me dio mas miedo, pues era muy grande, muy musculoso y vi su verga, era enorme y muy gruesa !!! la tenia bien parada, roja de lo mas intenso y empezó a caminar hacia la cama, yo comencé a ponerme nervioso por ver su mirada fría, estaba intimidado por su cuerpo, sus ojos y su verga "que tal esta ?" pregunto Sergio "es una delicia este chico, tiene un trasero que no me cansaría de masajearle nunca, se calienta mucho y no pierde su toque de inocencia !" fue lo que respondió Juan, Sergio se le quedo viendo y le dijo "sabes que no me refiero a eso..." entonces me tomo de un pie y me jalo hacia él !, le tenia pánico, me quise resistir, pero era muy fuerte, me tomo de la otra pierna y me pudo levantar !! yo solo estaba colgado y trataba de zafarme, volteaba a ver a Juan y el solo veía con admiración lo que sucedía, Sergio me empezaba a lamer con fuerza los muslos, yo quería escapar de ahí pero no podía !, Sergio me tomo con fuerza, me levanto mas y me soltó de repente, creí que ahora iba a poder escapar, pero reacciono muy rápido y me tomo de nuevo, esta vez de la cintura y me levanto hasta su cara, "este esta rasurado...vaaaya, así que eres un putito, no ? te preparaste para que te cogieran puto !" yo escuchaba esto mientras mi cuerpo colgaba hacia abajo, sentía su respiración cerca de mi culo y de repente dijo "le has metido la lengua verdad ?" a lo que Juan dijo "sii...no pude evitarlo, este chico esta muy rico" Sergio dijo "esta bien...ahora ve y trae lo demás, lo deje donde siempre" lo demás ??? a que se referían ? Juan salió de ahí disparado y al verlo irse, empecé a hacer mas lucha por que me dejara ir, le empujaba de su cuerpo, pero no lograba nada y entonces sentí como me lamía desde los testículos hasta el culo !, su lengua era grande y empujaba muy duro, yo empecé a moverme mas, tenia miedo, pero al mismo tiempo estaba excitado, él me dijo "así que te gusta esto, no putito?? " no me gusto que me llamara así, hacia mas fuerza para moverme y esto lo molesto para lo que me grito "ya deja de moverte con una chingada madre !!!" me impacto su grito, no podía mas, estaba completamente intimidado y empecé a llorar.

Sergio volvió a levantarme y siguió lamiéndome igual de fuerte, me metió su gruesa lengua, para lo que yo grite de nuevo llorando a la vez y después de un rato, me soltó en la cama, yo solo me acomode lejos de él, pero sabia que no tenia escapatoria, entonces regreso Juan y dijo "aquí están !" trajo con él unos condones y....unas cuerdas !!! me le quede viendo y el ingrato me dijo "perdón, pero se me olvido lo del condón antes de mamártela y que me la mamaras" Sergio dijo "ya se la mamaste !?" a lo que respondió Juan "si, pero no te preocupes, logre que no se corriera" Sergio me vio y me dijo "has gozado mucho putito ! agarralo !!" Juan me tomo, me puso de espaldas mientras Sergio me tomo las manos y me las amarro, yo solo seguía llorando, de repente me soltaron...voltee lentamente para ver que pasaba, solo vi que se estaba poniendo los condones, entonces Juan tomo otro y me vio "ahora si, este es el tuyo" pero entonces Sergio y Juan se dieron cuenta de algo...yo estaba flácido.

Sergio me levanto la pierna y dijo "este puto ya esta cabizbajo !" Juan dijo "no te preocupes, yo lo reanimo.." me empezó a acariciar como antes y nada...la intimidación de Sergio me puso así, entonces Sergio dijo "hazte a un lado !, yo se como excitar a este puto !", me tomo de las caderas y me levanto el culo, con mi cabeza hacia abajo, pues no podía apoyarme con mis manos por estar amarrado. Me empezó a acariciar los testículos y después los glúteos, se empezó a comportar raramente amable y dijo "realmente tiene un trasero muy suave.."....y zaz !! me nalguea bien fuerte ! y otra vez ! yo grite de dolor y solo decía "esto te gusta verdad !! eres un puto !!" me estaba nalgueando con fuerza, sentía como me ardía el trasero;  sentir esa impotencia, de estar amarrado y que me estaba haciendo lo que querían, extrañamente me empezó a gustar ! "vamos puto !! quiero ver que se te pare la verga !!" decía Sergio mientras Juan me la jalaba y entonces se me paro, Juan tomo el condón y me lo puso, Sergio siguió nalgueándome, entonces Juan se puso sobre mi, me separo los glúteos y Sergio metió su lengua en mi culo, dejándolo todo ensalivado, Juan me tomo mas cerca por el culo, lo abrió un poco y Sergio me comenzó a dedear el culo, me metió dos dedos y los empezó a mover, girándolos, sacándolos y metiendolos, mis piernas me temblaban, yo lloraba y gemía, ya no sabia si del dolor, el miedo o del placer.

después me dejaron, me deje caer, todo sudado, me voltearon y Juan estaba viéndome y me sonreía "lo estas disfrutando, eh?", me tomo de una pierna, me la enredo con una cuerda, que con la misma me enredo la otra pierna y la paso por mi espalda amarrándola junto con el nudo que me ataba mis manos, así quede con las piernas dobladas y abiertas, entonces, Juan se quito de enfrente, Sergio se abalanzo sobre mi, me tumbo y me empezó a besar el cuerpo con mucha desesperación y fuerza, no podía hacer nada, entonces se levanto, me jalo para enfrente dejándome caer boca abajo, sentí que Juan se acostaba atrás de mi y solo escuche a Sergio decir "ahora si putito !! te va a tocar !!" Juan me tomo los glúteos y me los separo con fuerza, Sergio solo me reincorporo o así embone por primera vez con la verga de Juan, esto me dolió, pues de un solo intento, me la metió hasta el fondo y mas por mi peso que por su fuerza. Estaba muy dolido, me jalaba y me empujaba suavemente pero tomando cada vez mas fuerza haciendo ese vaivén tan delicioso, no podía creer que él estaba dentro de mi....


Sergio me levanto la cara y me dijo "me la vas a mamar !!" yo ya no luchaba, solo cerré mis ojos y sentí como metía su verga en mi boca, era muy gruesa, me costo trabajo, me tomo la cabeza y se empezó a mover con ese vaivén. Juan me estaba cogiendo mientras me acariciaba mi espalda hasta mis glúteos y yo se la mamaba a Sergio mientras él me pellizcaba los pezones, yo jadeaba y lloraba, era realmente delicioso ese momento, entonces sentí como Juan se tensaba y gritaba "me corro !!!" al mismo tiempo que sentía que algo estallaba dentro de mi, dejando un calor alrededor de la verga de Juan entonces Sergio dijo "espero me hayas dejado bien ensalivada la verga..." yo lo voltee a ver y entonces dijo "porque ahora me toca a mi !!!" yo me asuste de nuevo, me levanto, Juan salió de mi, me tiro en la cama mientras Juan se quitaba el condón y se limpiaba, volteo con Sergio y le paso una navaja, Sergio me tomo y corto las cuerdas que me tenían atado, quede tendido retorciéndome de placer y dolor.



Juan me puso boca abajo y se coloco frente a mi, apenas levante la mirada y vi que ya se había puesto otro condón, quise reincorporarme, pero me tomo de los brazos y me jalo hacia él, haciendo que su verga rozara mi rostro, entonces sentí que Sergio me tomaba de las caderas levantándolas y dejando mi culo a aire y dijo "Estas bien abierto putito..." abriéndome un poco con sus pulgares "pero aun así te la voy a hacer sentir !" y empecé a sentir la punta de su verga en la entrada de mi culo, me asuste y cuando abrí la boca del susto, Juan me metió su verga hasta la garganta, tomándome de la cabeza y ahogando mis gritos. Sergio me empezó a meterme la suya por mi adolorido culo, la sentía muy gruesa y dura, empujaba y me jalaba hasta que la metió completamente haciéndome vibrar completamente provocándome un gemido fuerte que se escucho a pesar de tener la boca ocupada.


Ellos rieron burlonamente, Juan me acariciaba el rostro mientras me decía "si, así cométela toda chiquito..." mientras que Sergio empezaba un vaivén duro y profundo, nalgueándome de vez en cuando. sentía dentro de mi todo ese calor que ese duro tronco emanaba y que provocaba, al topar con el fondo, cierto placer que iba creciendo cada vez mas y mas hasta que sentí que iba a explotar, Juan me tomo fuerte de la cabeza y yo empecé a apretar la verga de Sergio, que gemía como una bestia y los tres estallamos es un gran orgasmo y gemido por parte de Juan y Sergio. Yo aun estaba prendido de ambas vergas, mi miembro colgaba aun eyaculando y llenando el condón mientras Juan decía "te dije... que él era un chico muy especial " a lo que Sergio contesto "si, realmente una buena elección..."



Los dos salieron de mi dejándome caer mientras yo me iba quedando dormido.


después de un rato, me levante, no había nadie, note el dolor que sentía en mi culo, me levante a como pude y me fui a bañar, recorría mi cuerpo recordando lo que había sucedido y en mi cabeza resonaba la voz de Sergio diciéndome putito, sentía otra vez escalofríos y me tocaba mi dilatado culo, sentía algo pero no sabia que era...Me puse mi ropa y salí del cuarto, vi a Juan y me dijo "vaya, te levantaste...ya es de noche, quieres que te dejemos ?" yo dije que si, fuimos al carro, ahí estaba ya este Sergio con su actitud seria...aun me inspiraba miedo, solo me subí al carro y nos fuimos...

Al llegar al Centro comercial, apagaron el carro y Juan dijo "espero te haya gustado, en el mail te prometí que iba a ser algo que nunca olvidarías" yo solo dije que si con la cabeza y él me sonrió, salí del carro, ellos arrancaron y después dieron la vuelta, me quede confundido por ver que venían hacia mi, entonces se detuvieron y bajaron la ventana y vi a Sergio "escúchame bien putito, si te volvemos a ver, te vamos a coger los dos por el culo al mismo tiempo, entendiste??!!!", subió la ventana y se fueron dejándome asustado, pero poco a poco esa sensación se volvía algo agradable...




Mi primera experiencia homosexual
Por Pepe

Mi vida fue siempre heterosexual hasta los 21 años. Fantaseé muchas veces con acostarme con un hombre, pero no pasó de algunas zanahorias y cosas por el estilo.

Leer relatos aquí fue lo que cambió mi vida. Me animé y puse un aviso en internet buscando conocer hombres como yo, y luego de tres meses recibí respuesta.

Era un profesor de literatura, de Montevideo, que tenía experiencia sexual con hombres, y se había interesado en mi aviso.

Luego de varias charlas por correo electrónico quedamos de vernos. Me dijo como era su auto y yo lo esperé en una esquina de 18 de Julio.

El sabía que era mi primera vez, por lo que se adaptó perfectamente a la situación y fue muy cuidadoso.

Estuvimos dando vueltas y charlando de todo un poco, hasta que a mi me requemaba el bocho y le propuse pasar a la acción, por lo que fuimos a un motel.

Jamás en mi vida había entrado a uno. Prendimos la televisión y nos desvestimos. Yo no sabía que hacer y me puse a mirar la película que había. El se acercó y comenzó a besar mi espalda, cosa que me hizo cerrar los ojos. Me acosté, y él se puso a lamer mi pene, cosa que me apasiona. Yo, para no ser menos hice lo mismo, y en un momento estábamos chupándonos mutuamente.

El se acostó boca arriba y me dijo que me subiera sobre él, pero al revés. Así lo hice y continué mamando su ya erecta verga, pero él, en vez hacer lo mismo comenzó a penetrar mi virgen hoyito con su lengua. Para que contarles, eso me hizo estremecer sobremanera. Casi me desmayo del gusto y empecé a mamársela con más ganas. El me metió un dedo, y al ver que mi culito era demasiado estrecho tomó una crema y comenzó a ponérmela. Ahí comenzó nuevamente a introducir sus dedos, y cuando ya tenía tres dedos dentro, me dijo que me quería penetrar.

Yo, que lo esperaba hacía tiempo, no puse objeciones, por lo que se puso un preservativo y me hizo acostar boca arriba. Levantó mis piernas y comenzó a meter su puntita. Pensando que me iba a doler, él sólo me ponía la cabeza, pero yo estaba desesperado y empujaba mi culito hacia él, buscando que me entrara toda. Así lo hizo y yo me moría del gusto. Me bombeó y me bombeó hasta que acabó, y a mi me exitó muchísimo ver la cara de gozo de un macho gracias a mí.

Estuvimos un ratito y me pidió metérmela nuevamente, a lo que accedí gustoso. Esta vez se puso el condón y se quedó acostado, para que yo me subiera y lo cabalgara. Mi exitación era tal, que tuvo que detenerme, ya que mi cabalgata era brutal y lo iba a dejar sin aire.

Me puso en cuatro patas y volvió a clavarme, hasta que quedó completamente vacío.

Nos vestimos y nos fuimos, y jamás volvimos a encontrarnos nuevamente. Yo no acabé en su presencia, y al llegar a casa me hice una paja monumental, mientras acariciaba mi desvirgada colita.




GAY
POR BI-BOY
Salí­ de la casa de un compañero cerca de las 11 de la noche por terminar un proyecto... muy importante para la u, mis padres me habí­an dado dinero para pagar un taxi pero no sabia si con los 5000 me alcanzarí­a, como me encontraba fastidiado y sin ánimos, pero me arriesgue y decidí­ salir a tomar un taxi.

Salí­ a la calle e inmediatamente se detuvo uno, era un joven muy bien parecido y con un cuerpo de sueño, dado que hacia un poco de calor esa noche, traí­a un short muy pequeño que dejaba entrever un pene muy grande. Le dije que iba al sur y tomamos rumbo a mi casa, en el camino comenzamos a platicar acerca de las mujeres que nos gustan y poco a poco nos excitamos, me dijo que tení­a tiempo que no habí­a tenido sexo con ninguna mujer porque ninguna era capaz de aguantar su pene, ya que era algo grande y grueso, lo único que le hací­an era mamárselo y que terminara en las bocas de ellas.

Me dijo que le agradarí­a encontrar alguien que soportara una buena pichada y que fuera permanente. tan emocionado estaba que no me di cuenta que en el trayecto no habí­amos respetado una luz roja y un del transito nos detuvo, el problema se solucionó rápidamente y el joven conductor me comentó: “aprovechando el alto déjame orinar”, sé bajó del carro y se puso a mi lado, sacó un pene pequeño y flácido, de un momento a otro se levantaba y se hacia mas grande, hizo un pequeño giro y lo dejó justo encima de mi ventana, sin saber porque llevé mi boca a ese pene que estaba muy caliente y en poco tiempo sentí­ que no me cabí­a en la boca por la gran dimensión que tení­a, sacó su pene y me dio un beso en la boca a lo cual respondí­ muy excitado, me dijo: “vamos a mi atramento y nos la pasaremos mucho mejor”, nos dirigimos a su casa (por cierto muy cerca de la mí­a) y cuando llegamos empezó la mejor experiencia sexual de mi vida, nos quitamos la ropa y comenzamos a besarnos el cuerpo por completo, tiene un culo hermoso, unos testí­culos grandes y un pene muy grueso.

Me besó por completo, llegó a mi pene (17 cm) y lo chupó con gran gozo, me abrió mi culo y comenzó a besármelo, me sentí­a en la gloria con esa lengua abriendo mi culito virgen, me excitó a tal grado que no puse resistencia cuando sentí­ la cabeza de su pene tratando de abrirse paso en mi culo, al primer empujón sentí­ que me abrí­an en 2, lo sacó, puso bastante lubricante y comenzó nuevamente la penetración.

Nunca habí­a sentido tanto dolor, pero no me moví­ ni un solo centí­metro, al contrario, lo tomé de sus nalgas y lo empujé más hacia mí­, sentí­a que en cualquier momento algo iba a estallar dentro de mi y no me importaba, solo querí­a sentirlo dentro de mi, comenzó un suave bombeo entre mis nalgas y terminó con una gran descarga de semen que sentí­a que me llenaba los intestinos.

Sacó su pene y tomamos un baño, cuando ya me iba a mi casa me mostró su pene nuevamente y me dijo: “te gustarí­a probar mi semen”, no hizo falta respuesta, me puse de rodillas y comencé a chupar ese miembro que me habí­a dado tanta dicha en una sola noche y cuando terminó lo hizo dejando escapar una gran cantidad de semen que me llenó la cara y lo que alcancé a tragarme me supo a gloria...


CON ANDRES
Por julio.
Eran las 4:30 pm. Yo llegué primero a la estación de gasolina frente al cerro El Volador, estaba demasiado nervioso, me sudaban las manos, por un momento creí que él no llegaría y pensé en volver a casa pero justo lo vi llegar. Era mucho mas alto de lo que pensaba, más de metro ochenta, delgado, blanco, cabello corto y cara atractiva y masculina, tenía 29 años, y un muy buen bulto en su entrepierna, se veía muy bien así que descarté la idea de huir. Sentí como se me enrojecía la cara; a pesar de que ya nos habíamos visto desnudos varias veces por cam, esta era la primera vez que yo aceptaba verme en persona con él, con el más vergón de mis contactos.

Yo tenía 18 años, si lo se, muy mayorcito para ser todavía virgen, pero la combinación de una personalidad tímida, una casa que nunca quedaba sola y una madre un tanto sobre protectora no me ayudaba. No es que nunca hubiera hecho nada con otros hombres: mostrarse el pene con los compañeros de clase, bluyiniadas con los amigos de la cuadra y sexo oral con los primos; todo eso ya estaba tachado de la lista, pero lo que de verdad me hacía falta, lo que inspiraba todas mis pajas matutinas y nocturnas era que me metieran un buen pene en el culo.

Nos saludamos, me apretó firmemente la mano e inmediatamente él comenzó a cruzar la calle camino al cerro. Yo me limité a seguirlo sin ser capaz de levantar la mirada. Subimos por un sendero un poco empinado (se notaba que no éramos los primeros en usarlo). Subíamos y con cada paso me ponía más nervioso. Terminamos la parte empinada y él se detuvo en seco, miró hacia los lados y sin aviso mando su mano a mi paquete, lo agarró con fuerza, yo no demoré en excitarme. Metió la otra mano por la parte de atrás de mi pantaloneta y empezó a tocarme el ano con un dedo. En ese momento, un tipo de unos 25 años, sin camisa, musculoso, muy bronceado y con una cara que no inspiraba confianza salió de entre las hierbas, tenía los ojos inyectados de sangre y los tenis y la pantaloneta sucias de hierbas (en Medellín diríamos que tenía cara de valija o de nea). Mi cita y yo comenzamos a caminar rápidamente esperando que no nos hubiera visto. Buscábamos los caminos más escondidos, nos metimos por un sendero entre varios arboles y maleza, perdimos de vista al tipo sin camisa así que nos detuvimos.

Estábamos en un prado despejado, pero totalmente rodeado de árboles, nadie podía vernos. Mi corazón latía muy rápidamente.

-Parce, me llamo Andrés- me dijo, al mismo tiempo que sacaba su pene por el cierre. Aún no estaba erecto pero la punta se veía totalmente húmeda de lubricación. Otra vez se me paró casi de inmediato.

-Ah mucho gusto yo…- empecé a decir, pero él me cogió de la nuca y me obligo a agacharme hasta quedar a la altura de su pene húmedo. El comportamiento agresivo e impulsivo de Andrés me asustaba un poco pero por otro lado me facilitaba las cosas, yo lo único que tenía que hacer era dejarme llevar.

Comencé a chupárselo, el sabor de la lubricación me ha gustado siempre. Metíi todo su pene flácido y mojado en mi boca y lo saboreé. El pene de Andrés empezó a ponerse duro poco a poco, hasta alcanzar el grosor que yo había visto por cam. Apenas y cabía en mi boca, era tremendamente grueso. Mi cita me cogió otra vez de la nuca y empezó a hundirme su pene en la boca, yo sentía arcadas pero me aguanté. Ese pene gigante me excitaba mucho y estaba dispuesto a hacer todo lo que Andrés me pidiera incluso dejar que me lo metiera.

Yo estaba atragantándome con esa verga gruesa y que lubricaba mucho cuando Andrés empezó a hablar en voz muy alta – Parce, venga únase, tranquilo- dijo. Yo me demoré un momento en entender lo que pasaba: el tipo sin camisa del que habíamos huido nos estaba espiando detrás de un árbol y se estaba masturbando, y Andrés lo estaba invitando a hacer parte de la función. Yo no sabía qué hacer, así que de nuevo dejé que Andrés fuera el que tomara la iniciativa en todo, yo estaba a sus órdenes.

El tipo sin camisa tenía mi estatura, por sus grandes músculos y su piel quemada, se notaba que hacía ejercicio en los parques. Tenía el pene más grande que el mío, pero no tan grueso como el de Andrés; lo más llamativo es que era curvo hacia la izquierda. Andrés me hizo poner a cuatro patas sobre la manga y empecé a chupárselo al hombre musculoso. Noté de inmediato que el sabor de este pene era mucho más fuerte que el anterior, tal vez por el sudor. Andrés bajo mi pantaloneta y mis bóxer, yo me puse un poco tenso pero me relajé cuando empezó a meter y a sacar su lengua de mi ano, a hacer círculos alrededor de él y a meterme la punta de sus dedos mojados en saliva.

-¿Hey, el parcero se deja culiar? – preguntó el hombre musculoso y bronceado. Yo entendí que se refería a mí pero antes de que yo pudiera contestar cualquier cosa Andrés dijo “Si, pero hágale suave”. Yo tenía una mezcla de sentimientos: rabia porque él había decidido por mí, gratitud porque había pedido que lo hiciera suavemente, y sorpresa porque al parecer no iba a ser la gran verga gruesa de Andrés la que me quitara la virginidad sino la verga torcida del hombre sin camisa.

Andrés me dejo el ano muy húmedo, el pene del chico musculoso yo lo había dejado bastante húmedo también, así que no fue muy sorprendente cuando después del primer intento su pene entró en mi culo. Yo me ericé del dolor, me encorvé y gemí, no pensé que iba a doler tanto.

-Ya le dije que le diera suave- Dijo Andrés cuando notó lo doloroso que había sido para mi.

El tipo sin camisa saco su pene, yo no quise mirarlo porque tenia miedo de que tuviera sangre. Me escupió dos veces el ano, restregó su verga un poco y volvió a meterlo, esta vez casi no dolió. Comenzó a clavarme su verga, lentamente, el dolor era cada vez mas soportable. Me di cuenta de que yo había perdido la erección así que me concentré en chupar el pene gigante de Andrés y dejar que el chico musculoso hiciera lo suyo con mi culo. A medida que lo metía con más rapidez, más me excitaba. Justo cuando empecé realmente a disfrutar tener una verga tan gruesa en la boca y el pene de un tipo tan musculoso en el culo, me sacaron el pene del culo. Entendí que el chico sin camisa ya había echado todo su semen dentro de mí. Limpió su verga con una camisilla blanca que llevaba metida en su bolsillo. Pude ver algo de sangre, pero no le pregunté nada porque al parecer llevaba prisa, y asi como había llegado se fue.

Mi culo me dolía un poco, pero aún no llegaba la mejor parte, Andrés sin decir palabra me puso en 4 otra vez, se lleno su pene de saliva y lo comenzó a meter. La sensación era completamente distinta, se sentía muy caliente, en ese momento no entendía si se debía al grosor, a la sangre, o al semen. Yo me aguantaba las ganas de gritar o de quitarme porque en el fondo era muy excitante que un pene tan grande entrara en mi anito. Andrés no era tan apresurado como su predecesor, se tomo mucho tiempo en meterlo por completo, yo me quede en cuatro patas alzando mi culo y dejando que él fuera el que hiciera todo porque al parecer tenía mucha experiencia.

Andrés lo metió por completo y empezó a mover su gruesa verga, yo no pude aguantarme las ganas de gemir, sentía que su pene me removía todo por dentro, que me tocaba partes que ni sabía que existían. Me culió y me culió, yo solo gemía hasta que Andrés me cogió fuerte las nalgas y empezó a hacer un movimiento más lento pero más fuerte, yo sabía que estaba a punto de venirse dentro de mí así que me masturbé, y estallaron los orgasmos. Como estaba tan excitado yo eyaculé rápidamente mientras Andrés llenaba mi ano de semen con su verga gigante.

Cuando la sacó sentí que un líquido caliente se derramaba por mis piernas. No quise mirar qué era. Me subí la pantaloneta y por primera vez miré directamente a los ojos de Andrés, me di cuenta de que sudaba mucho. Yo baje la mirada instintivamente… lo tome de la mano y comencé recorrer el largo camino de bajada mientras pensaba en cuanto me dolía mi pobre culito lleno de semen.





SAUNA
Por felipe
Relatare la primera visita a un sauna :
Bueno, cuando por fin tuve la motivación firme de ir, planee todo con anticipación y decidí que el viernes siguiente iria. No tardó en llegar aquella fecha y aunque ya sabía como llegar, el precio de entrada y todo lo que había que saber de cómo comportarse en aquel lugar (pues busque información en la red), me temblaba todo el cuerpo… era como si estuviera a 10 grados bajo cero, sentía mi corazón palpitar unas veces en el pecho y otras en la garganta… tenía miedo sudaba eran apenas las 12 del día y tenía que esperar hasta las dos de la tarde hora en que abrían el local… almorcé algo ligero.

Al fin llegó la hora, me levante de mi asiento y me dirigí al sitio , mientras caminaba mi corazón latia más acelerado y mi respiración se cortaba, era increíble no había llegado al lugar y ya estaba con una erección que me reventaba el pantalón, me daba miedo pues no me había pajiado  en días esperando aquella oportunidad. Llegue frente sauna pero pase de largo, por que habia unos buses frente y me dio algo de pena (era mi primera vez), me devolví en otra intentona y al fin logre empujar la puerta y entrar velozmente.

El sauna era un sueño… tuve que tocar el timbre, me abrieron enseguida… era un muchacho pintoso  y buen cuerpo, estaba sin camisa y con un pantaloncillo que quería desaparecer en aquel cuerpo torneado… cosa que desde luego le hacía ver mucho más apetecible, casi no pude hablar… me pregunto si quería entrar a lo cual solo atine a mover mi cabeza en gesto afirmativo. Me cobro, me dio mis sandalias, mi toalla. Mientras me daba todo esto yo solo pensaba en acariciarlo, besarlo y arrancarle ese pantaloncillo para ver su linda y hermosa polla, era evidente que el mancito estaba muy bien dotado porque parecía que su miembro quería salir de un salto…



Como aquello pintaba bien no me lo pensé dos veces, tome los artículos que daba y salí disparado hacia los vestidores, ahí me encontré con un par de hombres maduros pero muy bien hechos…estaban completamente desnudos cambiándose para entrar… yo no podía creerlo estaba en el paraíso de hombres desnudos, penes grandes y culos redondos y ricos…me estaba volviendo loco…



Me cambie velozmente y al salir del vestidor entraron dos hombres más uno más joven que otro y además un man negro muy chimbita… no muy alto alto, bien formado y con cuerpo de dios, pensé en devolverme pero me pareció.

Ingrese al salón y me pese a caminar por todo el lugar como para conocer  ese sitio tan vacano y que tanto  tenía la inquietud de entrar. Entre aun sauna donde hay una especie de  laberinto oscuro y un poco a la  expectativa  Enseguida me sentí jalado por un brazo y no sabía quién era, no podía ver, todo era confuso…literalmente me perdieron en el laberinto…era mi primera vez en un sauna gay ¿cómo saber lo que me pasaría?

Enseguida me sentí acorralado en una esquina, no me podía explicar cómo había varios hombres en aquel lugar si acababa de abrir… en fin no podía verlos con claridad pero si podía sentirlos a todos tocándome… En aquella posición tan incómoda sentí una mano que recorrió mi ano tocándolo hábilmente.

Enseguida alguien bajo hasta mi verga y se la  metió en  la boca, yo podía sentir la garganta del tipo, sacaba y metía mi verga como desesperado al tiempo que otro no sé de donde salió y empezó a chuparme el culo … fue tan rico sentir un man chupándome el culo y otro la verga… me sentía en la gloria… tal parecía que no iba a resistir… así que hice unos quejiditos y mi respiración se cortó… sin darme cuenta que todo aquello apenas comenzaba… para mi sorpresa llego en seguida otro hombre más  empezó a lamerme los pezones…. Era increíble. Más tarde deje de sentir la lengua chupando mi culo, me desilusione un poco pero para mi sorpresa mi chupa culo había dado la vuelta y enseguida se ubicó detrás de mi iniciando su chupada pero esta vez con mayor destreza metía sacaba la lengua de mi culo al tiempo que mis otros compañeros intercambiaban posiciones…. uno mi pija, el otro los huevos, los pezones y así llego un quinto hombre pero ya no había lugar en mi cuerpo que no estuviera estimulado, sin embargo, le agarre la verga y lo empecé a pajear, votaba una gran cantidad de líquido seminal y eso facilitaba la paja…



De repente el que me chupaba el culo empezó a resoplar entre mis nalgas y sentí en seguida un torrente de leche que bañaba mis tobillos al tiempo que el quinto de la paja se corría magistralmente en mis manos y mojándome la pierna. En ese momento no aguante y me empecé a eyacular como nunca… el mano  que me estaba mamando la pija en ese momento se tragó toda mi leche… completa y se empezó a venirse  también pude sentir su leche en mis pies. … en las rodillas, en mis piernas, los tobillos…. En todas direcciones… por fin creí había acabado todo… me sentí mareado, el calor del vapor, los cuerpos sudorosos, el placer, el olor a leche, sexo y el olor a machos, a hombres a sementales que tanto me éxito… si mis compañeros se fueron retirando uno a uno dejándome solo… las piernas me temblaban y mi corazón latina a cien… así que me quede en ese lugar descansando y tratando de saber que me había pasado… sin saber que aquello apenas seria el comienzo.




Masaje erótico.
Por Gabo.

Al fin me tocó el turno, casi estaba a punto de desistir, sentía curiosidad por pasar por esta experiencia, pero la espera ya me estaba quitando el deseo. Pero fue en ese momento en que me llamaron y pasé al salón. Me recibió un señor maduro que me condujo a una pequeña habitación, pude ver que había varias, pero no las pude contar. El hombre me dio las instrucciones: acuéstese desnudo boca arriba en esa camilla y relájese que pronto estaré con usted.

Ahora continuó mi espera, pero el sitio tenía un ambiente acogedor, una suave música de fondo se escuchaba y la luz del local era tenue y rojiza, se sentía el aroma de un perfume suave. Todo aquel ambiente me hizo caer en una especie de somnolencia agradable que me hizo perder la perspectiva del tiempo, casi me quedé dormido cuando sentí el cosquilleo de algo que suavemente me acariciaba mi miembro que estaba plácidamente dormido, abrí los ojos y pude ver que lo que me estaba acariciando era una suave pluma. El hombre se sonrío, pienso que se percató de mi sensibilidad y de una forma educada pero firme cubrió mis ojos con una pequeña toalla. Solo me dijo: así es mejor.

Pasaron unos instantes más de espera, ahora no podía advertirlo con mis ojos y de pronto sentí un placentero cosquilleo, algo se deslizaba por mi aparato y por mi vientre, era delicioso, imaginé que era un pequeño pedazo de tela suave. Mi cuerpo comenzó a erizarse, luego venían unos segundos de tranquilidad y cuando menos me lo esperaba de nuevo el cosquilleo de aquella tela que se deslizaba sobre mi polla comenzó a empalmarme. El masajista era un experto, muy delicadamente iba despertando en mi el deseo de más, pero las esperas intencionadas provocaban que todo mi cuerpo se pusiera deseoso de ser objeto de sus manos. De esa forma me puso como un tren. En unas cuantas caricias más con su trozo de tela suave me había empalmado hasta la bandera y mi respiración comenzaba a ser entrecortada, mi corazón comenzaba a latir con intensidad.

Cuando me tuvo empalmado a tope cesaron sus caricias y de pronto sentí que un líquido frío caía sobre mi vientre, no sabía que era pero tenía un olor agradable y de inmediato sentí como una de sus manos se deslizaba sobre mi pecho esparciendo aquel líquido. Comenzó a dar un pasaje por mi pecho desde el ombligo hasta las tetillas, sus manos se deslizaban gracias a aquel aceite lubricante muy suavemente sobre mi piel. Luego continuo masajeando mis hombros a la vez que el lubricante lo esparcía por toda mi piel. Finalmente con sus manos bajó más, volvió a mi ombligo y jugueteó con él. Mi polla estaba disparada y parecía que el tío no se preocupaba por ella. Pero estaba equivocado, sentí como vertía abundante cantidad de aquel gel lubricante sobre mi polla, corría sobre mis huevos y entonces sus manos la esparcieron por mis entrepiernas, por mis huevos, por mi polla. Me sentí en la gloria, me salió una exclamación de placer. Ahora sus dos manos actuaban simultáneamente, mientras una acariciaba mis huevos y subía suavemente por mi polla desde la base hasta la cabeza, la otra mano acariciaba mis entre piernas. Finalmente cuando la mano dejaba de juguetear con la cabeza de mi polla, la otra comenzaba a entretenerse con mis huevos y terminaba subiendo por la polla hasta la cabeza, era una cosa continua que me ponía cada vez más. Luego sus manos abandonaban mi polla y continuaban un masaje suave por mi vientre, por mi ombligo, por mis piernas y al final de nuevo mi polla era objeto del placer.

Estaba al borde de correrme, el masajista lo sabía y comenzó a apretar con suavidad el tronco de mi polla desde la base mientras que la palma de la otra mano acariciaba los rebordes de la cabeza de mi polla. Este masaje me contenía las ganas de correrme sin reducir mi estado de excitación. Pero de pronto entraron simultáneamente las palmas de sus manos que comenzaron a dar un masaje a mi polla como si la estuvieran amasando. Todo mi cuerpo se estremecía y finalmente terminó como si me fuera a pajear. Pero solo lo hizo varias veces y luego una de sus manos sujetaba el tronco de mi polla y dos de sus dedos de la otra mano frotaban el reborde de la cabeza de mi polla, aquello me estaba enloqueciendo de placer.  Mi vientre se estremecía y seguía jugueteando con la cabeza de mi polla.

Luego de nuevo con las palmas de su mano comenzó a frotar de nuevo la cabeza de mi polla, estaba al borde de sacarme la leche, finalmente con una de sus manos me frotaba la polla desde los huevos hasta la cabeza y de nuevo continuaba frotando la cabeza con las palmas de la mano. Finalmente sus dos manos sujetaron mi polla y sus dos dedos gordo comenzaron a juguetear con mi glande constantemente. Todo mi cuerpo vibraba de placer. Pero no acababa de sacarme la leche, ahora acariciaba mi pecho, mis tetilla mientras mi excitación hacía que todo mi cuerpo temblara. Uno de sus puños cerrados presionaba por debajo de mis huevos mientras los dedos de la otra mano jugueteaban con los vellos de la base de mi polla.

Y de pronto con las palmas de su mano comenzó a frotar mi polla con intensidad, ahora si me iba a sacar la leche, una de sus manos de vez en vez me pajeaba y luego continuaba con las palmas de sus manos. Solté el primer chorro de leche como un disparo, parte de la leche quedó en sus manos, luego solté otro chorro, y otro y otro. La cabeza de mi polla se hizo más sensible pero él continuaba pajeandome. Recogió con una de sus manos la leche que estaba sobre mi pecho y continué pajeándome mientras ya no me quedaba leche que soltar, pero me seguía estremeciendo igual. Ya no tenía ni una gota de leche que soltar pero seguí acariciándome la polla y logrando estremecer todos los músculos de mi cuerpo.

Sentí entonces un cansancio exquisito, estaba totalmente agotado, nunca había soltado tanta leche. Y así me quedé dormido por un rato. Como a la media hora me llamó: Vamos, ahora te voy a duchar y me indicó sentarme en una especie de bañadera y primero mojó todo mi cuerpo con agua tibia y comenzó a enjabonarme con un gel que pronto hizo abundante espuma con los vellos de mi cuerpo.

Sus manos masajeaban constantemente mi cabeza, luego continuó por mi pecho, por mi espalda me indicó ponerme de pie y continuó enjabonándome las piernas. Cuando estaba totalmente enjabonado e increíblemente empalmado sentí como sus fuertes manos me daban un par de fuertes nalgadas y comenzó a aclararme la enjabonadura con agua tibia. Colocó una toalla a mi cintura y finalmente me indicó que el masaje había terminado. Salí del local de masajes como si hubiera salido de la gloria, fui al pasillo que conducía a las cabinas de la sauna, vi a varios tíos en él esperando ligar con alguien, pero yo estaba tan cansado que entré en una cabina y la cerré con pestillo y me acosté y me quedé dormido por un buen rato. Tal vez cuando me repusiera abriría la puerta para que entrara alguien, pero de momento estaba tan satisfecho que prefería descansar un poco.




Mi primera relación gay a los 18
Por Juan

Hola: soy Juan, tengo 28 años, vivo en la ciudad de General Roca, en la provincia de Río Negro de la República Argentina, y soy bisexual.

Les quiero contar una cosa que me paso el día de mi cumpleaños 18 en mi colegio (cuyo nombre no voy a dar).

Resultó ser que de a poco me iba dando cuenta, que en las clases de gimnasia, me gustaba ver los vellos abdominales y axilares y más aun el bulto que forma el pantalón de mis compañeros. Estaba yo en 5º año y me gustaban dos chicas y un chico, que las malas lenguas lo tildaban de "gay" e iba a 3º año.

Un día, en la clase de física, me dan muchas ganas de hacer pis y pido a la profesora si me deja ir al baño, ella asintió.

Resultó ser que en un mijitorio estaba ese chico al que le decían Joaco, también haciendo pís, pero ya estaba por terminar, y yo me pongo al lado. Entre que me acomodaba pude ver "eso" tan hermoso que yo jamás había visto. De tanto sacudirla, Joaco logró que se pusiera media recta y se le retractara.

Cuando la guardó, la mía se estaba calentando y le digo lo grande que es su pene y si era verdad que él era gay. En verdad lo era y ahí nomás le indico que entre donde estaba el inodoro, termino de hacer pis, guardo la mía y me voy para el inodoro. Entró, bajó la tapa y se sentó en el inodoro.

Lentamente entré y cerré la puerta con la traba. Me di vuelta y le acaricié el cachete. Él con su boca besó mi bulto y bajó el cierre, yo los pantalones, luego Joaco mi calzoncillo, y pude "pelar" mi hermosa pija de poco menos de 4 centímetros en flaxidez. Joaco la besó y en un santiamén se me paró, alcanzando los 12 centímetros.

Me apoyé en la puerta, levanté los brazos y dejé que Joaco haga lo que quiera.

Tomó mi pija a su estilo, encerrando su mano y moviendola rapidamente y mi pija se "erectó" completamente, media para esto unos 13 cms. y yo comenzé a notar que él también se exitaba, su bulto iba creciendo. Corrio mi prepucio hacia atrás, dejando expuesta la cabeza de mi verga, y comenzó la verdadera masturbación. Habrá estado un minuto moviendo su mano cuando le dije que ya acababa. Para esto el colocó mi pija en su boca, movió un poco sus manos y me saltó con toda la fuerza, él tragó toda mi leche. TOCO EL TIMBRE.

Rapidamente le dije que a la salida le daba la dirección de mi casa, que ese día mismo iba a estar solo y que viniera, ahí iba yo a conocer su pija parada; salí del baño y me fui al aula: ¡QUE RETO ME DIO EL CELADOR, TARDE UNOS 10'!


A las 15 llegó Joaquín a mi casa, lo hice pasar y nos centamos a ver TV en el sillón. Comenzé a tocarme AHÍ y noté que la de él se paraba, entonces me baje del sillon, me arrodillé frente a él, bajé su pantalones de gimnasia, abrís sus piernas y pude ver su verga, que ya estaba llegando a su exitaciñon y ereccion final alcanzando los 16 centímetros. Escupí mis dos manos y las froté, besé su escroto, sus bellos pubicos y le hice la paja que no tardó mucho en acabar. Coloqué su cabeza en mi boca tal cual lo habia hecho él esa mañana, moví un poco más y mi boca se llenó de un rico semen


Finalmente fuimos a mi cama que estaba toda desarmanda por la siesta que me heché, y nos desnudamos completamente. Pude verlo total: tenia: mucho bello axilar, pubico, en el esccroto , en los gluteos ¡EN EL ANO! Y tenia unas piernas muy belludas. Yo en mi jeans tenia un forro, me lo coloqué y lo penetré analmente, creo que le dolio un poco pero le gusto, porque yo lo movia de izquierda a derecha y de atrás para adelante rapidamente. Mi pecho se apoyo en su espalda, y mi mamo tomo su pene que tambien se habia puesto un forro para poder eyacular en la cama y que esta no se manche. Yo ya estba por acabar y el acabó con mi paja primero que yo, e hice un moviemiento fuerte y acabé yo, y nos tiramos sobre la cama, pues él estaba en "4 patas"; ESTABA SUDANDO PERO DESVIRGADO YA.

Después me tocó a mi ser desvirgado por él, pero sin forro, me jugué entero por lo del S.I.D.A., pero no me dolío porque yo ya me metía el dedo desde hace tiempo cunado me masturbaba en la ducha. Después de esto, tomamos unos mates, quemamos los forros (previo haber tragado la leche el uno del otro).




Hoy Joaco tiene 25 años, yo ya tengo 28 y estoy casado con una de las chicas que conté antes llamada Lucía y tenemos 2 chicos. Joaco se prostituye hoy en Neuquén con el nombre de Martín y atiende a los chicos de la Universidad del Comahue, $5 por un pete cobra el vago!


Yo ahora tenfo una verga de 20, el una de 22 y cada tanto voy a Neuquén y curtimos en el baño...