lunes, 1 de octubre de 2012

AUTOSATISFACCION


Bendito Kalentones chat
Por Piojo de peluca 17 enero 2013


Un buen día entré al chat de esta página y conocí (virtualmente) a una muchacha de Chile. Al principio hablamos de esas cosas de la vida cotidiana, sin importancia. Lo bueno es que poco a poco se fue tornando bastante picante hasta convertirse en un hot-chat.
La chica me comentó que se encontraba en pareja y que le era fiel, nunca le había metido los cuernos. Se describió con unos pechos grandes, que estaba orgullosa de mostrarlos usando escotes insinuantes y que poseía una mirada de zorra que en seguida me haría saber lo viciosa que era.
El tema es que me contó que se masturbaba a menudo con pensamientos donde se imaginaba siendo infiel y que tenía muchas ganas de llevarlos a cabo.
Y sobre todo pensaba en aquella situación que la había dejado bastante caliente, donde un día de lluvia, estuvo todo el viaje en colectivo con la pija de un muchacho apoyada en su culo, a la cual ella no se resistió y le ofreció su cola deseosa, haciéndole saber que ella también lo de deseaba. Pero ninguno de los dos en ese colectivo se animo a emitir palabra, solo roces e insinuaciones.
A esta altura de la conversación yo estaba bastante calentito, con la pija parada queriendo asomarse por el pantalón.
Ella me propuso abandonar la sala del chat y seguir la conversación en privado a lo cual accedí sin inconvenientes.
Para mi sorpresa ella tenia web-cam y pude verla, era tal cual se había descrito. Unas enormes tetas, debajo de una musculosa de pijama y una cara de puta infernal, como a mi me gustan, con cara de que con solo mirarte te están diciendo "cogeme"
Lo raro es que la mayoría de las mujeres si no tenes cam no quieren mostrarse, pero a ella no le importó y me confesó que la conversación la habia puesto muy cachonda.
Yo comencé a alagar su figura y le pedí que me muestre la lengüita con la que decía que quería chuparme la pija. Entonces miró fijamente a la cámara y comenzó a relamerse y a jugar con su lengüita, como muy bien saben hacer la mujeres cuando quieren calentarte, en ese mismo momento yo ya estaba con la tranca en la mano y bien dura. Se pasaba la lengua por los labios, luego a pedido mío, simulaba estar mamando una poronga chapándose los dedos, metía y sacaba sus dedos, los lamía, se los pasaba por los labios, mmmmmmmm que placer me estaba dando la muy puta.
Pero yo quería más, no aguantaba más la excitación, el pedirle a esta muchacha desconocida que hiciera cosas para mirarla y masturbarme, aaaaahhhhhhaaahhhhaaaahhhhha, y que ella respondiera, me pusieron los pelos de punta.
Le pregunte si se animaba a insinuarme los pechos bajando un poquito su escote, y asi lo hizo, era una morocha muy cachonda que necesitaba una buena verga para complacer con semejante calentura que se estaba agarrando. Luego le pedí que se agarrara las tetas y las juntase para que me deje ver como se formaba esa canaletita entre ese par de montañas, y también lo hizo. Yo ya me encontraba con mis pantalones bajos sentado frente a la computadora pajeandome de una manera espectacular, mmmmmmmm, dandome un placer enorme.
Mientras ella hacia todos esos movimientos a mi pedido, notaba que miraba hacia los costados y me comentó que andaba su hermano por ahí dando vueltas, pero en cuanto el se fue a otro sitio se quito el corpiño, ufffffff, que maravillosas eran esas tetas!!! Me mostró sus enormes pechos libre de presión, los frotaba y los apretaba, pellizcaba sus grandes pezones que se veían bien erectos y comenzó a meterse la mano por debajo de su pantalón pijama, se olía los dedos y los chupaba, y cada tanto paraba para escribirme lo caliente que se sentía.
Había aguantado mi eyaculación hasta donde pude, pero ya no daba más, comencé a agitármela con gran velocidad y sentí venir unos tremendos chorros de leche que terminaron un tanto en el piso y otro tanto sobre mi pierna. Me corrí pensando en esa boquita de chupa pija llena con mi leche pidiéndome que no parara y le diera más y más.
Cuando le avise que ya me había corrido, ella se compuso y me dijo que tenía que irse a la cama, prometiéndome que iba a terminar lo que había comenzado en la computadora porque quería hacerlo en su habitación ya que no podía hacer mucho ahí al estar su hermano dando vueltas de ves en cuando.
Les digo que es 100% real y ya ha pasado casi una semana. Espero que por ser mi primer relato sea bienvenido y acepto cualquier cometario y por supuesto cualquier cosa que me quieran contar.
Ah!!! Me olvidaba, ya me compré la cam, ahora yo también puedo mostrar. Quien será la primera en ver, ya se los contaré. Besos.






Mi masturbación
Por Lolita 17 enero 2013


Pasaron unos siete de días y mi padrastro no me usaba como era costumbre de él, bueno no es que lo haga todos los días, pero al menos una nalgadita, y una manoseadita si me daba, solo se a limitado en hablar con migo y como he ha ido en la escuela, sobre calificaciones, y como me he portado con mis amigas. Casi, casi como un padre normal.

Mi sed por la leche de un macho cada vez es mas intensa, como desde que comencé con esto del sexo no me ha faltado una verga, no sabia que me sentiría como ahora, me siento ansiosa todo el tiempo, como si algo me faltara, bueno, eso es obvio jajajajaja… no se como explicar esta sensación, espero que ustedes puedan entenderme, es algo muy extraño, pero continuo.

También siento mucho calor, y en mi cuerpo un cosquilleo, mas, como un hormigueo, como cuando se te duerme una pierna por tenerla en una posición mucho tiempo y después la mueves y sientes ese hormigueo de que esta circulando otra vez la sangre, hay que aclarar que esa sensación no es así de intensa, pero es la misma sensación en chiquito, pero en mi vagina y en mi culito, en mis senos y boca, esa sensación se intensifica mas.

A la cuarta noche de mi castigo al acostarme no podía dormir por que sentía una especie de comezón, una ansiedad en mi vagina y culito, pero más, en mi vagina. Sabia muy bien que era por falta de una buena verga, y pensé que seria bueno al día siguiente ir al club para que el dueño o mi amigote que hace ejercicio ahí me dieran una buena cogida, pero lo descarte inmediatamente por que sabia muy bien que no le fallaría a mi padrastro, aunque me estuviera muriendo y la única forma de salvarme fuera abrirle las piernas a un desconocido, aun así no desobedecería a mi adorable padrastro, mi dueño.

Cuando estaba en esos pensamientos escuche como mi padrastro empezó a subir las escaleras, hice changuitos con mis dedos para que entrara a mi cuarto y me usara, pero algo mas llamo mi atención, otras pisadas lo seguían. Me quede quietecita para escuchar mejor, y pasaron enfrente de mi cuarto y después entraron al cuarto de mi padrastro, cuando escuche que cerraron la puerta me levante y pegue mi oreja a la pared que divide nuestros cuartos para poder escuchar algo, pero no pude escuchar nada, así es que me volví a acostar, pasaron un par de minutos y yo me retorcía en mi cama por la ansiedad, y repito para enfatizar, literalmente si me estaba retorciendo en la cama por la ansiedad; pasaba mis manos por mis bragas, mis senos, mis muslos, estaba recordando como le chupe la verga a mi vecino unos días atrás, cuando escuche un gemido, por un segundo pensé que había sido yo, pero otro gemido me hiso que me sentara en mi cama y pusiera atención, los gemidos eran de una mujer o de una chica, en ese momento no supe calcular la edad de ella, escuche un gemido, casi un grito, y me recordó los que yo doy cuando me cogen muy duro.

No aguante la curiosidad y me levante, me acerque a mi puerta solo tocando el suelo con las puntitas de mis pies y lentamente para no hacer ningún ruido,

abrí la puerta lo mas lento que pude, el pasillo que es muy largo hasta llegar al cuarto de mi padrastro, se lleno de los gemidos de los dos, también escuchaba que mi padrastro le decía, “muévete puta” la chica solo gemía y gemía. Yo camine hacia la derecha, en dirección al cuarto de mi padrastro, aunque como dije, el pasillo es muy largo, pero esa noche se me hiso mas largo aun, camine lento y en puntitas para no hacer ruido, cuando llegue a la puerta de mi padrastro, me quede quieta, la puerta estaba semi cerrada, clásico de mi padrastro, por las urgencias de coger, siempre deja medio abierta la puerta, bueno, esto no le preocupa ya que esta en su casa, recuerdo que cuando salimos de casa y nos quedamos en un hotel siempre pide dos cuartos, uno para el y otro para mi, para guardar las apariencias, y sobre la discreción si es muy cuidadoso.

Y ahí estaba yo, parada en frente a la puerta, escuchando como mi padrastro se estaba cogiendo a alguien, al parecer la chica estaba complacida por que le pedía mas y mas, yo empecé a empujar la puerta un poquito para podre ver algo, pero antes de que diera resultado, retire la mano y decidí que no seria buena idea en mi situación, ya que me calentaría a un mas de lo que ya estaba y no tendría una verga para sacarme la calentura, di media vuelta y regrese a mi cuarto, cerré la puerta y me acosté tapándome la cabeza con el edredón, recode la vez que descubrí a mi padrastro cogiéndose a Wendy, y esas imágenes solo sirvieron para que mi ansiedad aumentara, me quite el edredón de la cabeza y me acosté boca arriba, baje mi mano derecha a mis bragas, las tenia empapadas, pase un dedo por enzima y un escalofrió recorrió toda mi espalda, haciendo que soltara un gemido, ligero, pero satisfactorio, le di unas patadas al edredón, medio me levante solo para quitarme la playera con la que dormía esa noche, como no uso sujetador mis senos quedaron al aire, después recostada, me quite las bragas, solo alzando un poco las caderas para facilitar la acción, así es que quede completamente desnuda en mi cama, sola, como decie que en ese momento llegara uno de mis amigotes y me montara.

Flexione mis piernas y las abrí todo lo que pude, mis rodillas apuntaban a el techo y mis pies casi tocando una nalga, ya se imaginaran la pose, abierta de piernas lista para alguien que no llegaría, me estaba acariciando mis senos con las dos manos, podía sentirlos duros, firmes, finos, una delicia de senos, envidia de cualquier mujer y deseo de los hombres, debo decir que son de un tamaño perfecto para mi cuerpo, para mi estatura, con los dedos, me presione los pezones, son de color entre rosa y marrón, un color intermedio pero lindos, son algo pequeños pero lo suficientemente grandes para que los puedan jalar y morder jajajajaja…

Empecé a deslizar mi mano derecha por mi abdomen plano, lo tengo muy plano y duro, por mucho ejercicio en el GYM y de tantas cogidas que me han dado, también con sexo se hace un buen ejercicio, jajajaja… llege a mi vientre bajo y fui bajando mas y mas hasta llegar a mi pequeña vagina, baje un poco mas para tocar la parte interior de mi muslo derecho, fino al tacto, un escalofrio recorrio mi cuerpo, los gemidos del otro cuarto solo ayudaban a que mi calentura fuera mas intensa. Recuerdo que son barias veces que mis piernas terminan todas adoloridas, por el cansancio de estar brincando sobre mi macho en turno, y también por tenerlas abiertas por mucho tiempo.

Regrese mi mano rápidamente a mis labios, pase mis dedos índice y medio por los labios, los tenia calientes y húmedos, listos para dar una mamada, pero esta vez solo recibieron mis dos dedos que se metieron en mi boca para poder sentir mi lengua y mi saliva, el interior de mi boca siempre esta fresco, a una temperatura que no es caliente ni fría, bueno, sí, un poco caliente lo suficiente para que la verga que entre en mi boca se sienta en como en casa, mis dos dedos se humedecieron al haber mucha saliva dentro de mi boca.

Inmediatamente baje esos dedos hasta mi pequeña vagina, primero humedecí mis labios vaginales, después regrese a mi boca y volví a humedecer mis dedos para meterlos tres mis labios vaginales internos, al contacto, mi vagina ya estaba húmeda, que digo húmeda, estaba empapada, mi espalda se curvo hacia arriba por la sensación eléctrica que la recorrió, solté un gemido, la mano izquierda que tenia en mi seno se apretó mas, mi mano derecha tembló con los dedos entre mis labios vaginales.

Mi dedo medio fue el que empezó a meterse mas y mas dentro de mi vagina, los musculos de ella reaccionaron, mi vagina palpitaba por la sensación de querer una buena verga que entrara. Mi mano izquierda bajaba hasta mi abdomen plano y regresaba a acariciar mi seno, mi dedo medio entro hasta la mitad, y el rose de la palma de mi mano con mi clítoris hacia mas rica la masturbación.

Mientras que me dedeaba, mi mano izquierda recorria todo mi cuerpo mis senos, mi sintura, cadera, mis nalgas redondas, paraditas y duritas, siempre me a gustado caminar por la calle y mover el culo para que los hombres lo vean y se les antoje, eso si no lo muebo exageradamente, ya que me gusta guardar las apariencias, solo lo suficiente para que vean de lo que se pierden.

Mientras que pienso en esas miradas, mi mano sigue su recorrido hasta mis piernas, y regresa hasta mis senos. Sé muy bien que mi cuerpo puede darme a los hombres que quiera y todo lo que yo quiera, pero también se muy bien lo que yo quiero, al día de hoy mi forma de comportarme en el mundo fuera del sexo es de lo mas simple y creo que eso los pone mas calientes, sé muy bien que ellos sueñan con cogerse a una chica hermosa como yo y que sobre todo es recatada, seria, inocente, una hermosa niña que no mataría ni una mosca, yo se lo que quiero y es vivir la vida intensamente en las cosas que me gustan, superarme en el mundo laboral, aunque sé que me dejo coger por mis profesores por las notas, pero lo hago mas por que es divertido y no por que realmente lo necesite, soy inteligente, pero es divertido lo que hago con ellos, pero lo que realmente me apasiona es ver la felicidad, y satisfacción, ese deseo desesperado que se refleja en los rostros de los machos cuando están gozando de mi cuerpo a su antojo, se muy bien que tendré una carrera, mi propia economía, pero las vergas nunca las dejare o por lo menos eso es lo que pienso en este momento, el futuro no lo se, pero lo que si se es que sentirme usada, tratada como una verdadera puta, es lo que abarca la mayor parte de mis pensamientos al día.

Mientas mi dedo medio de mi mano derecha entra y sale de mi vagina, mis piernas se retuercen, mis rodillas chocan haciendo que mis piernas aprieten mi mano y hagan difícil mi masturbación, mi cintura se alza, haciendo que mi espalda haga una curva hacia arriba, el calo, mi cuello hace lo mismo, provocando que el único contacto que tengo con la cama sean por mis pies, mi culo y mi cabeza, mientras mi cuerpo sube su temperatura y cierro fuertemente mi boca para que mis gemidos nos e escuchen en el otro cuarto donde mi padrastro esta gozando de una chica, siento envidia de esa chica, por que ella esta siendo montada por un macho, y yo solo me tengo que conformarme con mis manos, estoy completamente segura que estamos en le mundo para ser felices, y mi felicidad es abrir las piernas y ser usada, cuando mi padrastro me trata como una perra, como su juguete sexual personal es lo mejor de lo mejor para mi, me humedezco cuando me doy cuenta que los hombres y sobre todo maduros me ven en la calle con esos ojos de deseo, de lujuria y sé muy bien que todos están deseando satisfacerse con mi cuerpo, es muy divertido ser una calienta vergas o calienta camas, por que esas cosas también me las han dicho; en la calle me gritan “adiós mamacita” o “que lidón culito mami ¿Cuánto?” “adiós sabrosa” también llego a escuchar conversaciones de los señores que según ellos yo no los escucho y algunas frases son “mira la niña esa, que linda, lo puta que será cuando sea mas grande” o cosas como “tiene cara de mosquita muerta, pero a de ser bien güila” “las niñas como ella son bien facilonas” “mira compadre ese cuerpecito, lo tiene de puta madre” “que sabroso culito de esa piruja” “pero sus tetas, uff… que ricas” “con esos labios ya hasta se me paro la verga” “que linda zorrita” “yo quiero una perrita como ella” “le enseñare a mamar rico” y muchas cosas mas. Se cual es mi papel y lo disfruto mucho, y ellos saben que la forma en que me tratan me gusta a mi, me gusta mucho que solo al entrar a sus casas o sus departamentos empiecen a tocarme, sin juegos previos, solo sexo.

Mi mano izquierda esta ahora también jugando con mi vagina, humedeciéndose con mi intimidad, el lugar favorito para dejar su leche de mucho de mis amigotes, sé que esa leche debería de ser para sus esposas, y me siento orgullosa de mi, de mi cuerpo, de lo zorra que soy por quitarles la leche, estoy orgullosa de lo que soy, por que me prefieren mil veces a mi que a sus esposas.

Me doy vuelta en la cama y me pongo de perrita, con la cabeza en la cama, esa es mi segunda posición favorita, ya que la primera me gusta estar como lo estaba cuando empecé mi masturbación con las piernas abiertas lista para ser cogida, pero la de perrita me gusta también jajajaja… ofreciendo mi culo para el macho que me montara, mi dedo medio de la mano izquierda esta lubricando mi culito, deseo de muchos hombres, mis jugos vaginales ayudan a mi dedo a empezar a entrar, mientras que con mi otra mano no dejo de dedear mi vagina, ahora tengo mis dos hoyitos ocupados, aunque todavía no me han usado dos

machos al mismo tiempo, pero debo confesar que me da mucha curiosidad eso, aunque mas, mas, me da miedo, se que no aguantaría tanto ajetreo, aunque la verdad eso no importaría mucho ya que se muy bien que los machos seguirían usando mi cuerpo sin importarles que no los aguante a los dos al mismo tiempo; ese pensamiento y el dolor tan rico que siento cuando mi dedo se introduce en su totalidad en mi culito, me recuerda que el ser tratada con rudeza, como un juguete sexual, el que me penetren con fuerza me gusta mucho, se muy bien que a ellos les gusta por que se sienten que me dominan, que solo estoy para su placer, el hacerme llorar y que les suplique que me la saquen y que me cojan mas despacio, el que les implore que con lagrimas en los ojos que terminen, a ellos les fascina, y eso solo aumenta el placer ya que soy muy, pero muy estrecha, de mi vagina y culito, muchos de ellos me han dicho que les gusta usarme por que parezco una virgen eterna, y eso para mi vanidad, para mi orgullo como mujer, como hembra, como la puta que soy, solo la aumenta mas.

Mi orgasmo esta cada vez esta mas cerca, lo puedo sentir, mi cuerpo se llena de electricidad, mi vagina tiene esa sensación de orinar, mi vientre se tensa, mis piernas pierden la fuerza, mi respiración se para y mi orgasmo llega.

Recuesto todo mi cuerpo en la cama, agitada por mi orgasmo, los gemidos del otro cuarto me arrullan y me quedo dormida con mis dedos en mi vagina y culito.







En un dia de clases
Por anonima

Ayer amanecí muy cachonda. Me levanté y me vestí me puse mi falda rosa y mi blusa blanca pero no me puse panti. Estaba tan caliente que quise volver a hacer una de mis travesuras. Llegue a la universidad y como siempre el estacionarse en una odisea. Por suerte había un estacionamiento cercas vació y ahí deje mi auto. Llegué a clase un poco tarde pero el profe todavía no comenzaba. Saqué mi libreta para tomar notas y puse atención. Las hojas blancas del papel de mi libreta solo causaron que mi imaginación se encendiera y continuara fomentando el libido de mi ser. El cosquilleo entre mis piernas me llenaba de jugos insaciables que deseaban salir con solo la provocación de mi mente.

Recordé que no tenia panti entonces comencé a ver a mi alrededor. Ahi en la fila de mi lado derecho a tres asientos hacia el frente estaba Connie, rubia, y muy piernuda ya que practica volleyball para el equipo del colegio. Tengo poco de conocerla. Apenas tenemos pocos días de clase juntas. No se si me hará caso no he visto señales de que sea lesbiana o bi como yo. Sin embargo comencé mi juego. Levanté ligeramente mi falda y comencé a tocarme mi ya húmeda conchita. Mis dedos coqueteaban mi clitoris en forma circular y de vez en cuando se penetraban ligeramente. Imaginaba que quien me tocaba era Connie y que alternaba con su suave lengua una y otra vez. Yo mientras disfrutaba discretamente volteaba a ver si nadie me veía. La temperatura en mi cuerpo subia hasta acercarse a la linea del no control.

Paré momentáneamente. Decidí irme al baño de mujeres para continuar mi satisfacción. Al llegar al baño recordé un lugar donde podría estar mejor. Me apresuré a llegar a la biblioteca donde hay diferentes pisos. Los pisos del zotano son los menos transitados y me fui para allá. En el rincón mas segregado entre los libreros comenzé a quitarme la ropa. Primero mi blusa la desabotoné apresuradamente y la puse entre los libros. Luego mi sostén dejando mis senos firmes libres. Sentí que endurecieron pronto por el aire acondicionado que estaba un poco fresco. Baje mi falda y quité mis zapatillas para quedar completamente desnuda. Ahh que delicia. Solo el hecho de que alguien podría cacharme ahi aumentaba mi libido a mil. Despacio caminé hacia los escalones del otro lado. Traté de no hacer ningun tipo de ruido. Era muy temprano y no habia mucha gente cuando llegué a la biblioteca. Pero uno nunca sabe a donde la gente va. Al llegar a la escalera miré hacia arriba y tambien estaba pendiente del elevador. Nada de movimiento.

Subí las escaleras y me fui al siguiente nivel. La idea que mi ropa estaba lejos me calentaba aun mas. Me senté en el ultimo escalón entre los pisos y me dispuse a masturbarme. Mi entrepierna ya estaba mojada con mis dedos jugueteaba de nuevo con mi conchita. Metía y sacaba mis dedos cada vez con mas emoción. Mi clitoris pedía que lo siguiera estimulando con los jugos vaginales y la delicadeza de mis dedos. El olor a mi sexo me comenzaba a llegar para estimular mas mi calentura que ya estaba en lo máximo. Acceleré el ritmo, sentí tocar el cielo por un momento y mi cuerpo estremeció. Cada sacudida sentia escurrir mis jugos en el escalón de concreto de la biblioteca. Era lo máximo.

Me levanté de pronto. A lo lejos escuchaba a alguien bajar los escalones. Corrí hacia abajo para recoger mi ropa. Me puse mi blusa, mi falda y zapatillas. El sostén lo puse en mi bolsa y me diriji al ascensor que por suerte estaba en mi nivel. Al cerrar la puerta vi que los que bajaban las escaleras eran compañeros de mi clase.




Ducha
Por Heidi

Os voy a contar mi la experiencia que tuve un día mientras me duchaba.

Yo soy una chica de 18 años, que llevo practicando deporte desde muy pequeña, por lo tanto tengo un cuerpo bastante bonito, o eso me han dicho siempre

El gimnasio al que yo voy tiene varias plantas, y en cada planta sus respectivas salas, cada una para una cosa, un día después de hacer mis ejercicios diarios fui a entrar a ducharme a las duchas de mi planta, pero por no se que historia las duchas de esa planta estaban cerradas así que me tuve que ir a otra planta, yo me acorde que en el sótano estaban unas duchas que solo se usaban los días que había partidos de fútbol, así que me cogí mis cosas y me baje al sótano, las duchas estaban vacías, como cabria de esperar, como eran unas duchas que se usaban muy poco y casi siempre por tíos, olían a sudor, reconozco que ese olor me gustaba y me ponía cachonda, vi que había unas ventanas que debían estar a la altura de la calle, abrí una de ellas, yo oía gente paseando por la calle, pero recordé que entre la ventana y la zona por la que paseaba la gente, había unos arbustos que no dejarían a nadie ver lo que pasaba en esas duchas, tranquilamente me fui desvistiendo.

Al ir a meterme en las duchas vi que en lugar de haber la típicas cabinas individuales, lo que había era un pasillo en el que estaban todas las duchas juntas, me extraño también que en lugar de estar el típico tubito en la pared con el grifo, estaban las mangueras normales que podemos tener todos en casa, me imagine a los tíos después de un partido en pelotas jugando con esas mangueras, eso me hizo ponerme caliente, así que me metí bajo una ducha y empecé a enjabonarme, mire hacia arriba y me pareció ver a alguien mirando por la ventana, pensé que seria fantasías mías, yo duchándome en un baño de tíos, y un tío mirándome, eso me resulto muy erótico así que empecé a tocarme los pechos, mire disimuladamente a la ventana y vi que de verdad estaba alguien mirándome, supongo que un tío, me puse a cien.

empecé a tocarme mas y mas, enjabonar mi cuerpo despacito tocando y dejando que el jabón y el agua resbalasen por la parte de mi cuerpo que mas le gustaría ver a mi voyeur particular, cuando llegue a mi coño, pensé que el tío debía estar a reventar, así que me abrí bien de patas, me eche jabón en las manos y empecé a frotarme el jabón, después cogi la ducha, la solté de su soporte en la pared y enchufe la alcachofa de la ducha desde mis rodillas hacia arriba, cuando estaba totalmente libre de jabón, cerré un poco el grifo de forma que saliese un chorro muy pequeño de agua.

Dirigí la alcachofa de la ducha a mi coño, y empuje despacito de forma que hice entrar la punta de la ducha en mi anterior, solté las manos y empecé a moverme de forma que hacia que la ducha se metiese solo dentro de mi, pero no sin antes asegurarme que mi querido amigo pudiese ver perfectamente el espectáculo, cuando tenia la ducha entera dentro de mi, abrí el grifo, el chorro de agua se metía en mi interior y rebosaba por las paredes de mi vagina saliendo por los laterales de la ducha, yo cogía la ducha y la metía y la sacaba, me estaban flaqueando las piernas, no me sostenía en pie, en placer de la ducha y el saber que me estaban observando era indescriptible, cuando ya no pude mas, me corrí de placer, me saque como pude la ducha de mi coño, me deje caer y me senté en el suelo de la ducha, cuando me recupere del todo, mire a la ventana y ya no vi a nadie, me levante, me duche como siempre, y me fui a casa.

Desde entonces todos los viernes me bajo a ducharme al sótano, esperando volver a encontrarme con mi admirador secreto, un par de veces he creído verle.

Otro día os contare otra de mis aventuras masturbatorias.





A ESCONDIDAS
Por Luisa.
Les voy a contar como es mi vida diaria o mejor dicho nocturna después de la una de la madrugada. A esa hora hemos terminado de comer y me voy a la cama con mi marido.
Mi marido generalmente esta agotado y se duerme rápidamente. Yo tardo en dormirme más, pues mi trabajo en la tienda es suave y no estoy tan exhausta en la noche. Entonces empiezan esas ideas fantásticas a rondar por mi cabeza. Me acuerdo de alguno de los relatos y vienen a mí­ esas imágenes de penes erectos, vaginas húmedas, cuerpos excitados, respiraciones entrecortadas, seducciones espontáneas y toda clase de experiencias eróticas reales o ficticias. Entonces mi cuerpo empieza a temblar y mi corazón se quiere salir del pecho. Es en ese momento cuando no me aguanto más, me levanto silenciosamente de la cama y bajo al estudio donde tenemos el computador.
Me siento excitadí­sima de que sea algo que hago a escondidas de mi marido. Por eso bajo las escaleras lentamente como un ladrón que no quiere ser descubierto. Mi corazón late tan fuerte que creo que se escucha en toda la casa. No enciendo la luz del estudio sino que voy directamente y en la oscuridad enciendo el módem y luego el ordenador. Los dos o tres minutos que tarda el ordenador en encenderse me parecen una eternidad. Pincho y aparece la página de relatos. Busco en el í­ndice y rápidamente elijo un relato. Los más leí­dos no son los mejores. Hay que tener buen olfato para encontrar los que te hagan temblar. Este parece bueno. Empiezo a leer rápidamente. No, espera, me digo. En la lentitud y el detalle está el placer. Vuelvo a empezar a leer nuevamente despacio, imaginándome toda la situación.
Es como una pelí­cula que se proyecta en mi mente. Mis manos empiezan a sudar y el ratón se humedece. Mi cuerpo sube de temperatura. Mi bata y mis tanguitas de seda las siento como si fuesen de lana. Tengo que quitármelas para quedar completamente desnuda. Voy al cuarto de baño, traigo una toalla, y la pongo en la silla para no llenarla de lí­quidos. También traigo el aceite de almendras y lo aplico sobre mi cuerpo. Me meto tanto en el relato que me parece que soy uno de los personajes. Entonces empiezo a acariciar mi aceitado cuerpo. Acaricio mis senos que todaví­a son juveniles y firmes.
Hago un masaje a mis pezones hasta que se ponen erectos y calientes. Mis piernas tiemblan y por una fuerza imposible de controlar se abren ampliamente. Es como si toda la energí­a de mi cuerpo se centrara en mi pubis. Mi mente se nubla, mis manos bajan a mi sexo y pongo más aceite. Mucho aceite. Mis lí­quidos salen copiosamente de mi vagina. Son tantos lí­quidos que no sé si son mí­os o es el aceite. Mis manos suben y bajan automáticamente de mis rodillas a mi vagina. Mis dedos tocan discretamente mi hinchado clí­toris cada vez que la mano pasa. Cuando rozo mi clí­toris, mi cuerpo hace un espasmo y mi vientre se contrae. Entonces me entra un terrible deseo de ser penetrada. Es como si hubiese un túnel dentro de mí­ que debe ser llenado, como un incendio en mi interior. Que objeto usaré para llenar ese hueco desesperado por ser llenado. No sé, no me puedo ni concentrar. Como es que no lo preparé antes.
Miro alrededor del estudio. Miro cuantos objetos hay a la vista. No me sirve ninguno. Entonces voy a la cocina y me encuentro la esbelta botella de vino de la comida. Quito desesperada y temblorosamente la etiqueta con un cuchillo. La voy a lavar, no, no importa, un poco de vino en mi vagina no me hará daño. Voy rápidamente al estudio, el recorrido me parece larguí­simo. Me siento nuevamente en el computador y sigo leyendo. Cojo la botella y la deslizo. Toco con un dedo mi clí­toris. Está enorme. Debo tocarlo con mucha suavidad, para no empezar a gritar descontroladamente. Me muerdo los labios para evitar que se me escape un grito. Toco nuevamente mi clí­toris. Mis piernas se abren aún más.
Mi cuerpo empieza a convulsionar violentamente. Sigo tocando mi clí­toris. Abro más mis piernas, las subo sobre el escritorio. Con una mano muevo locamente la botella y con la otra hago cí­rculos en mi clí­toris. Entonces.. Ahhhhhhhhhh.. Ahhhhhhhhhhh...aparece ese fuego violento que empieza en mi clí­toris, sube por mi vagina, llena mi útero y se esparce por todo mi cuerpo. Ahhhhhhhhhhhh..Esa deliciosa corriente eléctrica que me estremece de placer. Me encuentro aturdida.. No sé cuantos segundos o minutos pasan.. Solamente percibo las maravillosas convulsiones de mi cuerpo. Ahhhhhhhhhhhhh.. Después las convulsiones van siendo más lentas y el fuego se empieza a apagar.
Recobro la conciencia y me encuentro totalmente lavada en sudor. Veo los rí­os que han salido de mi vagina. Son manantiales que salen de mi hinchada vulva y escurren sobre mis piernas y mi culo. La toalla está mojadí­sima. No tengo fuerzas para levantarme. Debo reposar unos minutos. Abro luego los ojos y veo la pantalla. Recobro la postura y pincho apagar el sistema. Me seco con la toalla. Me pongo nuevamente la bata y la tanguitas de seda. Subo extenuada y ahí­ sigue mi marido dormido en la cama. Siento un poco de ternura por él. Silenciosamente me meto bajo la sábana. Mi cuerpo y mi mente están completamente relajados.
Ahora dormiré profundamente.


UN DESPERTAR MUY HUMEDO
Por lyly
Son las 4:12 de la mañana, a esta hora, tanto silencio hace que se puedan detectar fácilmente los sonidos; mi cuerpo está caliente, lo dice mi cerebro al notar el deseo de sentirme entre las manos, entre los labios de ese alguien que se encuentra en otro lugar de la geografía nacional.

En ese momento noto que me siento sola,por que debería estar desnuda y no con esa pijama sicodélica que mi mama me regalo para mi cumpleaños y que me llega a las rodillas, me quito la pijama, Las sábanas me tocan y me cubren como una mano cálida, como si tuvieran vida. El simple roce de ellas contra mis senos me sugiere algo, mis pezones despiertan y se levantan alerta. Me acuesto con las piernas abiertas, quizá esperando que alguien aparezca en la noche para aprovecharse de mí, para quitarme todos los deseos acumulados, no sé qué espero exactamente, pero si se que lo único que llegara serán mis dedos inquietos a saciarlos; esos dedos que han sido mi compañia durante mis momentos de soledad. Mi cuerpo se llena de más ganas, estoy pensando en esa persona que está lejos de mí.

Ponerle mis senos en su boca, ver su lengua subir y bajar recorriéndome sin restricciones, sus ojos cerrados, su deseo vertiginoso que chupa, mi imaginación me pone a volar, así que paso mi lengua por mi pecho tratando de alcanzar mis pezones y los jalo, pero tengo mis senos pequeños y apenas llego, pronto empiezo a sentir como el monte en medio de mis piernas, se va hinchando y empiezo a temblar, en un instante abro los ojos y no lo veo, solo estoy acompañada de un silencio sepulcral.

Vuelvo a cerrar mis ojos imaginándolo, apreto mis piernas, todo está en descontrol, me empieza a estorbar la tanga, asi que la desanudo y me la quito, mi clítoris esta con ganas de sentir su lengua recorriéndolo, lo pienso, lo deseo, todo se dilata, me dejo llevar, siento mi humedad, guío mis manos a mi cuello, lugar donde me suelo desesperar, allí se me acelera el pulso, me domina, me exige, me ordena, me suplica, me hace sentir un deseo bestial, como si saliera del mismo centro de la tierra o quizás del inframundo.

Sigo queriendo más, me muevo más, como quisiera tenerlo aquí, necesito sentir sus manos en mi vagina húmeda. Pero como no está, sigo tocándome, introduzco un dedo, solo la puntica, me aprieto para sentir más, recordarlo hace que me moje, mis dedos son expertos ya en penetrarme, no aguanto más, me muevo a mi ritmo, me dejo llevar.

Mi cuerpo se retuerce de placer, sigo sin detenerme. Me volteo, mis dedos frotan mi clítoris, traviesos, me permito sentirlos, como si sintiera su pene entrando y saliendo, movimientos continuos, fuertes, me muevo más, siento mis dedos que tocan todo mi interior, me entrego a esos dedos que tanto placer me han dado, me mojo más me rindo, estoy sensible, mis manos están mojadas de mi, mi respiración agitada, estoy excitada mucho más ahora que no está….ya ya ya no puedo más, la cabeza me da vueltas, la soledad, entrar en esta página a ver shows, mis deseos, todo se conjuga, para sentir que me mojo más, mucho, mucho más, soy yo, solo yo ummmmm siiiiiiiii así yaaaaaa uuuuuuffffff …. Un orgasmo de película.




UN CHICO DE MI CLASE
Por Luisa.

Antes de tener sexo ya me masturbaba, supuestamente hacerlo provoca que conozcas a tu cuerpo y cuando llegue el momento de tener relaciones sexuales, será placentero y lo mejor del mundo. Por una parte es verdad, por otra no, no conocí mi cuerpo, ni sabia en que posición podía llegar al orgasmo, etc. Lo que si puedo comentar es que después de mi primera vez, fue que comencé a ver como era mi vagina.

No se si muchos opinan lo mismo que yo, pero a veces cuando me masturbo simplemente deseo un pene en mi vagina, y por eso podría decir que me he vuelto adicta a la autosatisfacción, y si que he conseguido muchas formas de hacerlo.

El jueves primero del último cuatrimestre en la universidad, tome una clase a eso de las 8 P.M., una de esas clases en la que el profesor habla por los codos y rodillas.  Me recuerdo que estaba sentada en la esquina derecha al lado de la ventana, tenia la sensación de que alguien me estaba mirando, no se si a ustedes les ha pasado.

Para mi buena sorpresa me encuentro con este chico de tez blanca, algo regordete, no muy algo, con la cabeza rapada, él me estaba mirando. Bueno, no pensé en ese momento que me fichando en su memoria, así que lo pase por alto. Lo peor fue que nuestras miradas se juntaban cada segundo, nos mirábamos por un rato, el profesor decía algo y yo apartaba la mirada.

En ese juego nos pasamos la primera hora de clases, hasta que trate de hacerle señas y ver si me hablaba. Mi primera mímica fue: el profesor si habla, la cual me respondió con una sonrisa y otra cosa que jamás entenderé, pero me mato la pasión.

Después de ahí no le hice mucho caso, a veces buscaba su mirada y me reía, otras me hacia la importante. Pensé que al final de la clase el me hablaría, pero no fue así. Lo divertido del caso, y lo que muchos de ustedes están esperando, fue lo siguiente.

Al el irse por su lado, y yo por el mio, pues comencé a pensar en como seria tener sexo con el. Estuviéramos en mi casa, yo en la cocina preparando algo, de repente se para detrás de mí y me besa el cuello, se me eriza la piel, de paso los pezones.

Se pega a mi para poder sentir la dura erección que tiene, yo decido que quiero jugar con el, así que empino mi culito y lo estrujo en su polla de forma suave y sensual. Su pene se esta volviendo mas grande, mas apetitoso, me volteo, lo beso, meto mi lengua para jugar con la de él, aprovecho para agarrar firmemente su pene con mi mano, lo masturbo por encima de la ropa.

El me agarra por las nalgas y me sube a la meseta de la cocina. Mete su mano en mi falda, y comienza a jugar con mi rajita por encima de los pantis. Mientras pienso todo eso, llego a mi casa con la cuquita hecha jugos, pero necesito una ducha. Claro que me encantaría tocarme en el baño, llegar al orgasmo debajo de una ducha caliente, pero no me gusta mucho. Me duche y salí a comer algo luego de cambiarme.

Ya entrada la noche, seguí pensando en él. Apenas lo conocí ese día y eso lo hacia mas excitante. Después de que todos se acostaran, entre a la habitación, encendí el ventilador, y comencé a desnudarme despacio, como si él lo hiciera. Bajaba los tirantes de mi blusa rosada, esa sueltecita que se usa para dormir, dejando mis pechos grandes, carnosos al aire.

Agarraba mi seno derecho y se lo metía a la boca sin remedio, lo chupaba, lo succionaba, trataba de sacar leche, gemía como loca. En la realidad fui tocando mis pezones, haciendo círculos, poniéndolos duros. Me lleve el mismo que él se llevo, a mi boca. Lo chupe un poco y jugué con la lengua.

Estaba muy mojada, excitada, me saque las bragas, me tire a la cama. Seguí poniendo duros mis pezones marrones. Baje mi mano a mi clítoris y lo apreté con los dedos. No aguante la lujuria, metí un dedo, comencé a moverme en la cama, seguía moviéndome, esta cachonda.

Me puse en cuatro, con la mano izquierda estire mi nalga a un lado para ir abriendo mi ano, eso me daba tremendo placer, la otra aun jugaba con mi orificio vaginal. Me tumbe boca arriba, y seguí estirando mi ano, mas y mas mientras me masturbaba.

Busque mi almohada y la puse entre las piernas, me masturba mientras imaginaba que era el que estaba encima de mi. El morbo iba creciendo, aumentaba mas, era rico… Seguí imaginando que su pene era el mejor de todos y el orgasmo llego sin tocar la puerta.

Los espasmos corrieron por mi cuerpo, me invadieron, convulsioné, mientras metía mi dedo más rápido y abría mi ano más. Acabe derrotada. El aire se impregno con el olor a sexo, a lujuria. Quede tirada en la cama como huérfana, respiraba profundo. Los músculos de mis piernas están aun adoloridos por el ejercicio.

Después de llenar mis alveolos de oxigeno, me puse la ropa y descubrí que mis oídos estaban tapados gracias al orgasmo. Solo en ese momento me di cuenta de lo excitada que estaba.

Luego de ese momento, decidí pues conquistarlo, aunque creo que tenia novia, no lo se, pero si recuerdo que el día que lo volví a ver lleve una blusa un tanto escotada y una minifalda, no paso nada, solo hablamos y nos juntamos para llenar unas preguntas en la clase, después el no hizo mas nada.



3 comentarios:

  1. muy bueno la historia debe si ponerle mas morbo

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  2. me gustan las historias y videos de lesbi,envien mas, pero con fecha para saber de que tiempo son ok

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  3. Gracias por tu comentario ya hemos complacido tu pedido , te invitamos a enviarnos tu relato con gusto te lo publicaremos, te animamos a unirte a KALENTONES CHAT mira las direcciones la entrada a las salas de chat es automatica, si tienes problemas para ver camaras web sigue instrucciones publicadas.Fijate abajo de las webs que visites.

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