lunes, 1 de octubre de 2012

BISEXUAL


Mi aventura con mi amiguita bisexual
Por Poeta22 17 enero 2013


Mi aventurita con mi amiga bisexual, y mi primera vez con una mujer

Todo empezó un hermoso día de lluvia en pleno invierno. Para aquel entonces yo tenia 18 añitos estaba por cumplir 19 y vivía con mis padres en una casa excesivamente grande, gracias a que mi padre tiene muy buenos ingresos, en las afueras de la ciudad. La zona era muy tranquila y llena de casas lindas y algunas enormes como la que yo vivía.

Mis padres estaban de vacaciones, obviamente no me dejaron sola, noo, ellos nunca lo harían. Estaba pedro, un hombre de unos 40 años bastante fortachón y buen mozo, según lo recuerdo, que era el cocinero y niñero y, chofer de papi, jeje. Ya casi era de la familia, (la casa no es tan grande, un hombre solo podría hacer todo el trabajo, por supuesto habían dos limpiadoras, muy apreciadas por la familia también, pero solo trabajaban cuando mis padres trabajaban y no tenían tiempo de cuidar la casa). La cosa es que Pedro estaba encargado de cuidarme, el tenia una habitación en la casa, donde dormía por las noches, y de día se la pasaba en el jardín de la casa cortando césped y limpiando las fuentes, y todas esas tareas...

Como les iba diciendo, estuvo lloviendo todo el día, y yo algo aburrida en la casa. Me encantaba ver la lluvia, en especial porque me hacia pensar y recordar, y me sentía como enamorada, recordaba a las chicas del secundario y las extrañaba pila. Así que abnegada a pasar una noche en melancolía de recuerdos, llame a Lucia, era una amiga del cole, y era a la que extrañaba mas, sobre todo andar secreteando intimidades en la clase, recuerdo que eso me calentaba...

La llame y accedió a venir sin problemas, le dije que se quedara a dormir, y que trajera una peli, o cualquier cosa para hacer.

Estuve esperando un ratazo, porque ella vivía lejos de casa, hasta que al fin llego eran como las 8 de la noche, toco timbre, y Pedro le abrió. El la saludo tan gentil mente como siempre y le dio una buena ojeadita a las nalgas cuando Lucia se encaminaba a la casa. Yo que espiaba en la ventana, le abrí la puerta enorme de madera (casi 2m). Nos saludamos re contentas y gritamos y hablamos de chicos, como suelen hacer todas las chicas de esa edad, y nos encerramos en mi cuarto. Pusimos música y pasamos como dos horas, mientras ella me contaba del novio, y como se la follaba, hasta que pedro nos llamo a comer.

Mientras comíamos la exquisita comida de Pedro, charlábamos en la mesa, él comía con nosotras, y comentaba de sus hazañas y de cosas raras que le habían pasado en cuanto al sexo, el aprovechaba para hablar de eso mientras mis padres no estaban, yo que hasta entonces era una nenita de mama, virgen hasta las tetas, me fascinaba escucharlo, y debo reconocer que abecés me mojaba, con tan solo imaginármelo.

Le pedimos después de comer el postre que no nos molestara como solía hacer, porque íbamos a escribir música y no queríamos interrupciones, lo que le molesto un poco, pero accedió sin reproche alguno, y dijo que si necesitaban algo el estaría en el piso de arriba del todo (la casa tenia 3 pisos). Subimos al segundo piso, donde estaba mi cuarto.

Mientras subíamos íbamos comentando todo lo que nos contó pedro, las dos muy calientes por los relatos de él, que se podría decir que era un pervertido, pero educado, nunca me puso una mano en sima.
Cuando entramos al cuarto un incomodo silencio se adueño de la habitación, yo no entendía por que. Trate de romperlo, y me reí, pensando en decir algún comentario pero fue verdaderamente estúpido porque no se me ocurrió nada y me sonroje un poco. Note que ella también estaba sonrojada, y me clavaba los ojos en mis tetas, lo que me incomodo un poco, me excitaba que me mirara, pero me daba algo de asco porque ella era mujer. Pero es linda, mira que curvas, decía algo en mi mente, y miraba a medias porque enseguida esquivaba su mirada, no podía creer lo que me pasaba.

Hasta que ella rompió el incomodo silencio, tengo calor..., y me miro con unos ojos pervertidos, ...me voy a sacar la remera. Y empezó a hacerlo, se la tomo de debajo y estiro los brazos revelando una pancita exquisita, y muy perfecta, con apenas un rollito que sobresalía por delante del pantalón. Recuerdo que mis ojos se quedaron clavados en esa piel tan blanca, y tensa, casi tan tirante que parecía que rompería.
Ella se miro y me dijo, odio este rollito, y se lo agarro, me miro a los ojos, vení, mirá decíme si no es feo, y me tendía una mano para que lo tocara, lo cual no rechace, aunque si muy confundida, porque aquello me estaba excitando mucho, y note mis latidos torpemente acelerados.

Cuando mis dedos muy delicados y muy blancos, tocaron su piel sentí un salto en el pecho, mi corazón latía muy acelerado, y aunque aquello me parecía algo grosero y sin forma, no el rollito, sino la situación, me excitaba mucho. Le acaricie la panza muy suavemente, algo temblorosa, con la vista fija en su ombligo, la escuche susurrarme, ¿te gusta?, y quise decir que si, pero no pude, la excitación me había robado la voz, así que asentí con la cabeza.

Ella extendió su mano y la puso sobre la camisa que yo tenia puesta. Cuando sentí sus manos me estremecí y corrí mi pancita, pero me deje tocar, quizás halla sido el instinto, o mi propia abnegación.

Sus manos estaban heladas, y quise mirarla a los ojos pero me quede paralizada en sus senos, se veían punzantes, y se marcaba mucho el pezón en el sostén negro. Y me susurro mas bajo en el oído, son tuyas si quieres, eso me dio un escalofrío que se coló por toda la espalda, y me percate que estaba muy mojada. Alce una mano en dirección a sus pechos, sin sacar la vista de allí, no me atrevía a mirarla a los ojos. Me daba un poco de miedo la situación. Y muy torpemente llegue a su seno izquierdo, y cuando lo toque apenas con las yemas de mis dedos, me sentí morir, tan redonditos, y duritos. Su respiración en mi cuello, y en mi campo de visión apareció su hombro, y sus pechos no tardaron en golpear muy suave y excitantemente a los míos que estaban a punto de reventar, por la presión. Hasta que beso mi cuello. La humedad de su boca, me estremeció, tan delicadamente rozo su lengua que me hizo cerrar los ojos, y mirar el techo. Luego sentí que mi camisa se desprendía, el hecho de notarla desprenderse me excitaba muchísimo, como me acariciaba el cuerpo a medida que lucia me desprendía los últimos botones, y empezaba a morderme el cuello. Deje de acariciar su pecho y la abrace, acaricie su espalda, me llamo la atención no encontrara un solo granito, la piel era muy suave, y fresca.

Me saco la camisa, y empezó a darme besos en la garganta y bajo hasta el pecho. ¿nunca fueron de nadie verdad?, no, dije con un hilo de voz tan suave que casi era inaudible.
¿y me las dejas todas para a mi?, lo dijo con una voz tan melosa que yo me relamía. Sus hombros tocaron mis pezones y cuando termino de bajar mis senos rebotaron, debido a que estaban muy erectos, mas de lo que jamás los había tenido. Sus manos en mi espalda, me desabrochaban el sostén, y me libero a mis tetas, que muy firmes se quedaron sostenidas, con la piel erizada.

Su lengua no tardo en lamer mis senos, mis pezones, bajo a la raíz y saco toda su lengua y subió lentamente hasta al pezón haciendo fuerza, lo que hizo levantar por completo mi seno, me volvió loca, creo no hay palabras para describirlo, me dejo en un completo éxtasis. Luego me hacia círculos en el pezón mientras masajeaba como una experta la otra. Mi mente estaba liberada, superada, no podía pensar en mas que sentir mas placer, y con mis manos sujete la cabeza de lucia, le acaricie la cabellera y la perita como a un bebe. Ella succionaba como queriendo mamar, aquella sensación me desbordo, necesitaba mas placer, mis manos me cosquilleaban, al igual que mis brazos, que como por instinto uno se dirigió a mi entrepierna, y empecé a masturbarme, por encima del vaquero.

Con la mano que le sujetaba la perita, me la lleve a la boca y la bese, nuestras lenguas se daban hermosas caricias y bailaban muy sensualmente en nuestras bocas, mientras los labios se acariciaban como amantes. Ella me tumbo en la cama y me desprendió el pantalón, me miro y se rió al ver mi rostro, entregado al placer. Yo con mis manos haciendo circulitos en la punta de mis pezones, y los ojos entrecerrados, para ver a lucia, debería de ser todo un espectáculo.

Me saco el vaquero. Se acerco a mi entrepierna, puso sus manos en mis muslos, lo que me hizo estirarme hacia arriba, y me olió, la sentí inhalar el aroma que desprendían mis jugos, hueles muy bien, y se relamió, pero siempre mirando mis braguitas púrpuras.

Me las quito delicadamente y arremetió contra mi coñito.

Mientras me lamía el clítoris, con un dedo me acariciaba los labios menores, mientras ella se deleitaba, yo escuchaba… hummmm. Empecé a gemir, aqueo me estaba por matar, cada ves me excitaba mas, asta que temí reventar, estaba sudando, y empecé a contornearme, y relamerme como un gato, hasta que el mundo quedo boca abajo, mi vagina se apretaba y dilataba, y me mojaba toda, lo que me excitaba mas.
Empecé a hacer espasmos, y pequeños temblores que cesaron pronto al igual que las contracciones, y suspire.

Gran parte de la excitación se me había ido, pero aun tenia mas. Lucia termino de lamérmela, y subió hasta mi boca y me planto un beso, pude sentir mis propios jugos acumulados en su boca, mezclados con su saliva, lo que me dio algo de asco, pero me gusto su sabor. ahora te toca a vos, me dijo, lo que no me negué para nada. Y cuando se saco su vaquero y yo me acerque a su coñito, la excitación volvió a crecer en mi. Antes de lamerla, olí su entrepierna al igual que ella lo había hecho, mmmm..., el mas exquisito aroma, olía muy bien, le saque la tanguita, y me perdí entre sus piernas, porque ella me abrazo, Me capturo ahí dentro, en el paraíso.

Lamí sus jugos, aquellos que desprendían el aroma embriagante, y penetrante. Con cada lamida me llevaba a mi boca su lubricación, algo aceitosa, y excitante, y me la tragaba toda, puse mis manos en mi entrepierna y empecé a masturbarme. Hasta que ella tubo su orgasmo, gimió como una perra en celos, mientras temblaba y me sacudía a mi también.
Nos vestimos muy calladitas, sin ninguna vergüenza, y no dijimos una sola palabra de nada, nos enganchamos a hablar y ignoramos lo ocurrido. hasta que antes de dormir, ella me pregunto :te gusto lo que hicimos?, y le dije:"2fue lo mejor que me ha pasado en la vida…"

Publico este relato con el objeto de que se cumpla lo q prometì de buscar y probar distintos géneros, todos los morbos habidos y por haber. me gustarìa que lo critiquen y digan lo que piensen, esta es una de mis mayores fantasías…. Y hasta he pensado varias veces en cambiar de sexo, solo para experimentarlo. Es que creo que por lejos de cualquier comparación con el hombre, la mujer es el sexo perfecto.
Gracias por leerlo.






Iniciación bisexexual
Por Jk 17 enero 2013

Había conocido la página de contactos hacía algún tiempo, y había tenido ya alguna experiencia (gang-bang, cita con un gay que quería chupármela y ser enculado) con algún contacto. Pero eso son otras historias.

Cierto día y milagrosamente, porque no suele ocurrir, me llegó un mensaje de una pareja bisex que buscaba un chico para montarse un trío. Buscaban a alguien decidido, sin malos rollos,… lo que suelen pedir cuando buscan a un bisex.

Decidido, les respondí comentándoles que había probado algo (solamente me la había comido un gay en un par de ocasiones y le di una vez por el culo), y que estaba interesado en conocer más del tema bisex y muy deseoso de probar el trío.

De manera bastante rápida me respondieron y quedamos para ese mismo viernes.

Allí aparecí yo, en el ático de él, a la hora pactada.

Cuando llegué estaba el sólo, me comentó que ella estaba intentando librarse del novio y que vendría en cuanto pudiese.

Mientras esperábamos y para romper el hielo, nos tomamos una cerveza y nos pusimos a charlar acerca del sexo, de lo que habíamos hecho, lo que nos gustaba, etc. La situación, a pesar de no conocernos y de todo lo que rodeaba, resulto ser bastante relajada y normal. Él me enseñó fotos de la gente con los que se lo montaban. Fotos muy curradas de chicas bastante buenas, todas guapísimas de cara y con cuerpos no menos deseables, posando solas o junto a sus novios. Total que entre tío y tío en pelotas, salía alguna chica y yo me iba calentando.

Él me comentó con toda naturalidad que le encantaba mamar pollas, y dijo que lo hacía muy bien. Me dijo que si me la chupaba, no querría sacarla de su boca, porque él era muy bueno chupándola. No lo puse en duda, pero me quedé escéptico (hasta que no lo probase, no podría creerlo).

Sin más dilación él me pidió ver mi polla. Yo con toda tranquilidad me desabroché los vaqueros, me bajé el boxer y se la enseñé; él comentó que era muy maja. Me quedé un poco alucinado. No es que tenga complejo de tenerla pequeña, pero soy consciente de que tampoco es que sea muy grande. Sin ningún miramiento comenzó a sobarla y bajó su cabeza para comenzar a chupármela. Igual que haría un catador, sin ningún reparo hizo una primera cata (me dio una buena mamada inicial) para ver cómo estaba aquel falo. Lo hacía verdaderamente bien; siendo él un tío, y sin tener yo ninguna excitación visual o de cualquier otro tipo (vamos, una tía que me pusiese cachondo), me la puso dura en un abrir y cerrar de ojos.

Yo estaba asombrado de lo bien que lo hacía. La comía mejor que algunas de las tías que había conocido yo. Dijo que le gustaba mucho, que tenía una polla muy rica.

Nos fuimos a su cuarto y nos desnudamos.

Allí sobre la cama, siguió dándome placer metiéndose y sacándose mi polla de su boca, lamiendo de arriba abajo, rodeando el glande,… mientras yo le repetía que parase, que me iba a correr y cuando llegase nuestra chica no estaría a tono. Evidentemente, él estaba completamente sordo para aquellas gilipolleces y en lugar de parar, seguía dándome más lametones, por los huevos, por la polla,…. que me ponían a cien. Me ponía como una moto, bajaba el ritmo y tranquilizaba mi calentón, pero no paraba de darme gusto. Simplemente medía el tempo para que no me corriese antes de tiempo.

Mientras manoseaba mi verga y mis huevos, se fue moviendo hasta colocar su boca en mi ano, el cual comenzó a besar y chupar con una destreza increíble. Sentí placer, pero estaba un poco tenso y no logré relajar esa parte de mi ser. Se lo dije y me dijo que no me preocupase. Siguió besando mi ano, comiendo mis huevos y mi polla. El placer era divino.

Por un momento sentí tentación de coger su polla y probarla. Pero no sabía qué hacer, cómo chuparla, como manosearla. Así que seguí gozando de su lengua y su boca.

Cuando me puse a cuatro patas, con él debajo comiéndose toda mi polla (y sin atragantarse; le estaba follando la boca sin ningún tipo de miramiento y el tío no parecía ni inmutarse; todo un profesional de las mamadas) y dándome más gusto que cualquier cosa, miré su polla y como por instinto, la agarré y comencé a masturbarle

Estaba decidido a cualquier cosa.

Siguió comiéndome la polla, hasta que sentí que me iba a venir el orgasmo. En ese momento le dije, que no siguiese, que me iba a correr y no sabía donde echarlo. Perdido por el placer le pregunté si quería que me viniese en su boca, a lo que él asintió. Así lo hice, apreté su cabeza contra mi cuerpo, hundí mi verga en su boca y dejé que mis pelotas descargaran todo su zumo dentro de él.

Una vez terminado, el tipo se sacó mi verga de la boca. Completamente limpia, dejó que se fuese desinflando y se marchó al baño para enjuagarse la boca.

Su amiga no llegó. Estuvimos un rato más hablando y cuando me vestí para irme, quedamos en hablar más adelanta para hacer alguna cosita más, tipo trío, fotos, etc.

Fue una primera aproximación a la bisexualidad que me dejó muy deseoso de seguir aventurándome por estos caminos.





TRAGUE POR PRIMERA VEZ
Por Facu

Hola, me llamo facu y esta historia es real. Soy bisexual, hay dias que me tiran mas las mujeres y otros dias los hombres.
Me habia operado en una ciudad a 150 km de la mia y tenia que ir a verlo al medico 1 vez por semana las primeras semanas despues de la operacion, despues de un tiempo me llamaba 1 vez cada dos meses. siempre trataba de pedir turno a la mañana para volver de dia, pero ese dia me habian dado el turno a la tarde asique una vez que sali del medico me fui a la terminal y saque boleto para el ultimo colectivo que salia a las 22 30 hs. Me quede esperando un rato sentado en la terminal cerca de donde llegaria el colectivo y en un banco cerca se sento un tipo apuesto vestido de traje con un maletin, lo mire pero no le di importancia, nunca tuve una experiencia con un hombre, siempre fue con travestis que cobraban. llego el colectivo y subi, yo tenia un asiento en el medio del colectivo. No subio mucha gente ese dia y los pocos que subieron estaban en la parte de adelante, habia algunos en el medio y dos mujeres atras mio. al fondo no habia nadie asique una vez que vi que no subio nadie mas me fui para alli, al ultimo asiento, me acoste entre los dos asientos y me quede viendo por la ventanilla como nos alejabamos de la ciudad. de repente vi que venia el hombre de traje caminando por el pasillo hablando por celular, hablaba con vos muy baja, yo lo mire y el me miro, no se esperaba que yo estuviera ahi, se sento en el asiento de la fila del frente y siguio hablando. Me dio un poco de verguenza estar acostado asique me sente en un asiento y me quede viendo por la ventana cuando de repente el hombre de traje corto el tel y me pregunto cuanto tardaba el viaje, le conteste que dos horas y cuarto. me dijo gracias y miro para otro lado, yo lo quede viendo un rato y de repente me volvio a mirar y me pregunto que hotel me recomendaba de mi ciudad porque tenia que quedar una noche ahi, le tire unos cuanto hoteles y nos quedamos hablando un rato, la verdad que no se me paso por la cabeza que pudiera pasar algo yo hablaba y hablaba en voz media baja y el lo mismo, hablamos muchas boludeces y fue saliendo el tema de las mujeres, me decia que en mi ciudad habia chicas muy lindas y me contaba que una vez habia conocido una, la verdad que era muy buena onda el tipo y me siguio contando, y en un momento se paro de su asiento y se sento al lado mio, ahi me di cuenta que el tipo queria algo mas que hablar y la verdad que me empeze a calentar un poco. me quede callado por un rato, no sabia como hacer para decirle que me gustaria que pasara algo, no tenia mucha experiencia, me moria por ir al hotel con el pero en medio de mis pensamientos me miro y me dijo si me gustaban las mujeres, yo le dije que si y me dijo un poco riendose, y los hombres? en ese momento se me paro la verga y me puse re mil caliente, le dije que no pero no descartaba la posiblidad, y largue una risa muy nerviosa, ahi se dio cuenta de lo que queria y me agarro la mano y se la llevo a su verga, la tenia un poco dura, la empeze a tocar, no daba mas de los nervios, mire por encima de los asientos y no se veia nada estaban todos sentados en sus asientos haya adelante con la luz apagada, asique sin dudarlo le desabroche el cinto y le baje el cierre del pantalon, volvi a mirar por encima de los asientos y seguia igual asique agache la cabeza y el me dijo que me avisaba cualqueir cosa. le baje el boxer y le agarre la verga con mi mano, tenia un buen tamaño y desde que la agarre se le empezo a poner re dura, lo masturbe un poco y el me agarro la cabeza y me dijo tranquilo que no me ponga nervioso. Baje mas la cabeja y toque con la punta de mi lengua su pija, estaba muy rica asique empece de a poco, primero con la lengua y despues empeze a meterla mas en mi boca y me encantaba estaba super exitando, le estuve chupando unos quince minutos, bajaba mi boca hacia sus huevos y los besaba estaba como loco, de repente se empezo a desprender los botones de la camisa y empece a besarle su panza y fui subiendo, Tenia muy buenn fisico la verdad, subi mas y llegue a sus pezones, apenas los toque con la lengua el solto un suspiro medio grande, los bese muy apasionadamente y llevo con su mano mi cabeza a sus axilas, eso lo puso como loco, yo nunca habia hecho eso y me gusto, ademas olia muy bien, volvi a bajar y segui mamandosela, la tenia super dura, y me dijo de repente si queria que me acabe en la boca. yo nunca habia probado y le dije y me dijo que me iba a gustar que pruebe su lechita, asique segui mamandole y de repente el agarro mi cabeza y me quede con la boca sobre la cabeza de su verga y el con una mano se masturbo desde el tronco, se empezo a mover muy exitado y me di cuenta que estaba por acabar asique espere con la boca sobre su verga para que no se escape nada de su leche, y acabo, senti ese liquido espeso y caliente hasta mi garganta, acabo muchisimo creo yo, estuve un rato en esa posicion el se siguio masturbando hasta que su verga empezo a ponerse mas blanda, asique cerrre bien la boca y la saque se su pija, tenia toda su leche calientita en mi boca pero no me animaba a tragar, el me dijo que lo haga y de un suspiro trage todo, no me causo asco al contrario me gusto y quede con una exitacion muy fuerte, volvi con mi boca a su polla que estaba re blanda y le saque hasta la ultima gotita de leche. la verdad que disfrute muchisimo esa experiencia, nos bajamos del bondi me me dijo que me iba a llamar esa noche pero no me llamo esa noche, seguro se fue con su chica, igual la experiencia que me dio no me la olvido mas... besos





Mi primer pago
Por don Pato

en ésta ocasión les voy a contar lo que pasó cuando recibí mi primer pago por un servicio sexual que, sin planearlo, realicé, espero que los excite tanto como lo estaba yo ese día.

En una ocasión me enviaron a una convención del despacho donde trabajo, el lugar fue en un centro turístico a la orilla del mar, como se podrán imaginar, yo estaba feliz, ya que podría buscar algo de acción en el puerto en donde me encontraba. En cuanto llegué del aeropuerto y me registré en el hotel, subí a mi habitación para dejar mi equipaje, abrí la ventana y pude admirar la vista de la bahía, con todas las comodidades en mi cuarto, pensé en salir a recorrer las calles principales ya que el trabajo comenzaba a la mañana siguiente, tenía libres unas 3 horas antes de que anocheciera.

Después de un reconfortante baño, salí con ganas de ubicar algunos lugares para tomar una copa y, de ser posible, tener algún encuentro sexual. Como a 3 calles del hotel encontré un bar agradable y discreto, en el cuál pedí una copa y disfruté de la música del pianista que amenizaba el lugar, había poca gente, tal vez se debiera al que era domingo, pero eso no me desanimó, solicité una segunda copa mientras observaba a los clientes mientras entraba o salían, pasados unos minutos vi que un hombre de edad madura de unos 48 o 50 años ingresaba al local, muy pulcro en su forma de vestir aunque era ropa informal, moreno claro, como de 1,85 de estatura, musculoso, guapo (para mí), tomó asiento a dos mesas de donde me encontraba, pidió algo de beber y empezó a escuchar la música.

No pude apartar la vista de él, noté que sus modales eran de una persona muy educada, y apreciaba la forma de interpretar del artista, ya que en ocasiones le solicitaba alguna melodía en especial, en cuanto el pianista lo complacía, le agradecía con un leve movimiento de la cabeza y le dejaba algo de propina, al estar bebiendo su tercera copa, volteó hacia mí sonriendo y levantó su copa ligeramente para brindar conmigo, le correspondí y al poco rato estábamos en mi mesa conversando como viejos amigos.

La plática con Pedro, que así se llama, derivó, al calor de las copas, hacia los temas íntimos, y una de sus preguntas fue decididamente directa:

- ¿Te gusta hacer el amor con hombres o que te lo hagan a ti?

Su franqueza me sorprendió de inicio, pero no podía dejar que lo notara, así que respondí tranquilamente:

- Eso depende, si quién se interesa en mí es de mi agrado, adelante.

Sin dejar pasar más que un segundo añadió:

- Pues yo disfruto más de un buen trasero masculino, soy bisexual, puedo metérselo tanto a mujeres como a hombres aunque lo que más me agrada es el sexo anal.

No podía creer la suerte que me acompañaba en ese día, no bien acababa de llegar y ya se me presentaba la oportunidad de tener un rico encuentro sexual, para continuar con el tema le dije:

- Da la casualidad que yo también lo soy, aunque yo prefiero dar y recibir sexo oral.

- ¿Lo has hecho con varios a la vez? – me inquirió con la curiosidad reflejada en el rostro.

- En muy contadas ocasiones, no soy muy afecto, pero si me logran convencer o excitar lo suficiente, lo hago.

- ¿Qué se necesita para convencerte? -siguió preguntando.

- Que me guste mi pareja, que sepa hallar la forma de calentarme, que se entregue en el momento aunque jamás nos volvamos a ver, en fin, nada tan especial que no puedan averiguar.

- ¿Supongo que eso aplica también cuando se trata de un trío?

- Definitivamente, no puedo pasarlo por alto, ya que se trata de dos personas conmigo.- respondí claramente.

- Me gustaría proponerte algo, espero que lo aceptes, me gustaste desde que llegué, desearía tenerte en mis brazos, pero con alguien más- dijo en voz baja- solamente tú decidirás si lo hacemos.

- Ya conoces mis condiciones, si crees que las cumples, acepto, eres muy varonil y creo que serás buen amante.

- Por el lugar no te preocupes, tengo una habitación en un muy buen hotel y mi amigo está hospedado en otro cuarto, seremos discretos y no tendrás nada de que preocuparte.

- ¿Qué tan lejos estamos? - pregunté para saber si el tiempo no estaba en mi contra eran como las 9:30 P. M. y debía levantarme temprano.

- Nuestro hotel está a 4 calles de aquí, y si me permites, le voy a llamar a mi amigo para que nos espere en la recepción.

Mientras él hacía la llamada, pedí la cuenta para no tardar más tiempo, en mi mente revoloteaban mil ideas, que si todos éramos bisexuales, que si me cogerían los dos, que si yo me los cogería, que si daríamos y recibiríamos, en fin, no sabía a ciencia cierta lo que pasaría pero mi verga comenzaba a dar señas de vida, estaba bastante caliente. En cuanto llegó la cuenta Pedro pagó haciéndome la seña de que él se encargaría.

Salimos sin prisa, y a al llegar mi sorpresa fue mayúscula, el hotel al que llegamos era el mismo en donde yo estaba hospedado, decidí mantener eso en secreto para guardar algo de misterio alrededor de mí. Como ya estaba sobre aviso, el amigo al que iba a conocer estaba en el lobby, esperándonos, al ver a Pedro, se levantó y se dirigió a nosotros en tono amable:

- Hola, me llamo Daniel – dijo mientras su mano se dirigía hacia mí.

- Mucho gusto, mi nombre es Mario.

Pedro me miró como preguntando si Daniel era de mi agrado, asentí con un movimiento leve de la cabeza, entonces añadió en tono pícaro:

- Ahora que sabemos nuestros nombres hay otras cosas que tenemos que conocer.

Nos dirigimos hacia los elevadores, nos tocó uno vacío y entramos únicamente los tres, al cerrarse las puertas, sentí dos manos, una de cada quién tocándome las nalgas, correspondí haciendo lo mismo, no sentí el momento en que llegamos a su piso, por fortuna era uno distinto al mío, en cuanto abrieron la puerta de su habitación, me abrazaron con ganas, los besos comenzaron a llover sobre mí, las cuatro manos iniciaron su recorrido por todo mi cuerpo, el bulto en mi pantalón comenzó a hincharse de forma inmediata, después que la mayoría de la ropa cayó al suelo, nos encaminamos a la recámara.

Cuando entramos estábamos casi desnudos, a mi solamente me dejaron la ropa interior, ellos ya estaban totalmente desnudos y con sus miembros apuntando hacia mi, me arrodillé y comencé a besar alternadamente sus vergas, la de Pedro mediría algo así como 17 o 18 cms. Y la de Daniel no era tan grande pero bastante gruesa, aún así me la metí en la boca, levanté mi vista para ver el efecto que causaba en ellos mis mamadas, obviamente sus caras reflejaban el placer que les causaba mi felación, mientras chupaba una, a la otra la acariciaba con la mano que quedaba más cerca, en cuanto estuvieron listos para la batalla sexual me dijo Daniel:

- Ya no aguanto más, déjame probar tu culo.

Pedro, que no quería quedarse atrás, también comentó:

- Ansío sentir tu aro alrededor de mi tranca, voltéate para prepararte.

Me recosté sobre la cama boca abajo, alcé mis nalgas para que pudieran ver mi agujero y los escuché decir entre ellos:

- ¡Mira que rico trasero tiene Mario!, en verdad creo que nos va a hacer gozar mucho.

Unieron las palabras a la acción, abrieron mis cachetes posteriores e iniciaron los besos y mordidas suaves, mi placer aumentaba a medida que sus manos y lenguas se paseaban por mi cuerpo.

Pasados unos minutos el goce resultó demasiado para mí, como si adivinaran mis pensamientos, me humedecieron en anillo con lubricante, giré mi cara para verlos y me di cuenta que ambos ya se habían colocado sus condones, abrí mis nalgas con ambas manos y me preparé para recibir mi primera dosis de carne.

El primero fue Pedro, colocó la cabeza de su larga espada en la entrada de mi ano y empujó suavemente hasta que entró, la excitación me inundó, como no lo tenía tan grueso me hizo gozar mucho, poco a poco siguió empujando hasta que sentí sus bolas tocando mi trasero, mientras, Daniel se puso frente a mí para que le siguiera chupando su grueso caramelo, me lo metí hasta lo más profundo que pude y sentí arcadas porque creo que me llegó hasta la garganta, en ese instante Pedro dijo:

- ¡Que rico me apretaste con el culo, hazlo otra vez!

Mientras la verga de Daniel se deslizaba de adentro hacia fuera de mi boca, inicié mis contracciones con el ano para que mi cogedor disfrutara aún más, claro que mi pene estaba a punto de reventar de la tremenda erección que mostraba, pasados unos minutos, ellos cambiaron de lugar, ahora me tocaba sentir por atrás la tremenda verga ancha de Daniel y me comería la de Pedro, como creí que me lastimaría le dije a Daniel:

- Ponme mucho lubricante para que no me partas el culo.

Accediendo a mi petición, sentí que el resbaloso líquido corría entre mis nalgas en abundancia, abrí mi boca para recibir el trozo de carne que estaba frente a mi cara y sentí que la cabezota tocaba la entrada de mi esfínter.

Aflojé lo más que pude mi ano y sentí que me penetraba con una lentitud exagerada, tal vez estaba consciente de que su pene era muy grueso y no deseaba causarme daño, lo cuál agradecí en silencio debido a que mi boca estaba llena con la herramienta de Pedro.

Daniel me la metió hasta la mitad y me preguntó:

- ¿Quieres que siga clavándotela?, ya te metí la mitad.

Me saqué el otro miembro de la boca para responderle con prontitud:

- ¡Si papacito!, sígueme cogiendo hasta que te canses, mi culo te desea hasta adentro!

Como Pedro no tenía intención de que mi verga estuviera sola, se colocó debajo de mí y me mamó con rapidez, metiéndola totalmente en la boca, y moviendo la lengua para aumentar el placer. No supe que era lo que mayor goce me producía, las chupadas o la penetración, el caso es que decidí abandonarme y dejar que las sensaciones me invadieran.

Continué recibiendo sus garrotes alternadamente, chupé y lamí cada estaca que se me presentaba, disfruté con gusto las mamadas que me dieron, cabalgué sobre sus trozos de carne hasta que casi terminaran, como no deseaba eso, me movía lentamente para que su orgasmo se retrasara y siguiéramos gozando, también pude darles mi verga a ellos, primero se la di a Daniel, al que me cogí algo rápido, después fue el turno de Pedro al quién se lo hice con más calma puesto que era el más guapo, además su ano estaba mucho más apretado que el anterior que había disfrutado, Daniel para no desperdiciar el tiempo me la metió mientras yo se la clavaba a Pedro, ¡fue riquísimo!, en cierto momento sentí que el clímax me llegaba, se los comuniqué y ambos se pusieron frente a mi inflada virilidad y se dispusieron a recibir el torrente de semen en sus bocas. Me masturbé por solamente unos segundos y los chorros de esperma bañaron sus rostros, lo saborearon lamiéndose mutuamente las caras hasta que no dejaron una sola gota sin beber.

Para cuando ellos estaba a punto de llegar al término de la batalla de cuerpos, me pidieron que me acostara boca arriba en la cama, con la cabeza hacia la orilla y que abriera la boca para recibir la cascada de leche, me advirtieron que debía recibirla en la boca y luego jugar con ella mostrándoselas sin beberla, así lo hice, abrí al máximo mi boca y ellos iniciaron el llenado con abundantes chorros, me sorprendió la enorme cantidad de semen que me dieron, literalmente me llenaron la cavidad bucal con el producto de su virilidad, comencé a jugar con el blanquecino líquido hasta que los escuché decir:

- Ya es hora de que te la tomes.

Bebí lentamente todo la leche y, abriendo la boca, les mostré que no quedaba nada, ellos rieron complacidos y nos fundimos en un triple beso para saborear hasta la última pizca de semen.

Después nos recostamos juntos los tres y escuché que Daniel dijo:

- Eres el mejor amante que hemos tenido, te felicito por ser tan abierto y complaciente, te vamos a dar mucho más de lo que siempre acostumbramos pagar.

Su comentario me asombró bastante, ¡me iban a pagar por mi servicio sexual!, ni siquiera por un instante en mi mente había pasado jamás la posibilidad de cobrar por dejarme coger, eso me convertía instantáneamente en trabajador sexual.

Después de que tomé un baño y me vestí, me pagaron el equivalente a unos 350 dólares, me despedí de ellos con unos apasionados besos, me preguntaron que si me podrían volver a ver, a lo que les respondí:

- Es probable pero estoy aquí por cuestiones de trabajo, si consigo algo de tiempo libre, prometo que los vendré a visitar.

Daniel respondió:

- También nosotros estamos solamente por unos días, espero que nos dejes disfrutar nuevamente ese rico culo que tienes.

Les prometí que lo haríamos antes de que me regresara a mi cuidad de origen, nuevamente los besé y salí sin voltear atrás. No sabía que las sorpresas aún no terminaban…

Al día siguiente, con mi trasero algo adolorido por la tremenda sesión que tuve, me presenté a la convención dispuesto a demostrar que el despacho en donde trabajo era de los mejores a nivel nacional, y cuál sería mi sorpresa al encontrarme como los dirigentes de las sesiones a Pedro y a Daniel, pero eso es tema para un segundo relato





BISEXUAL
Por Julia.
Parece que a un heterosexual querer que lo penetren lo convierte en un homosexual, que su hombrí­a se pone en duda. Realmente creo que esto es un mito y que un hombre puede disfrutar de su sexo anal sin tener temores a ser “calificado” de gay.

Cuando tengo sexo con mi pareja, en ocasiones me visto de hombre y me pongo un juguete. Todo esto empieza porque disfruto del sexo anal y quiero que mi pareja también lo disfrute. Tener sexo intercambiando los roles es excitante, taparle los ojos a mi pareja, tener prendas masculinas, tener un “aparato” puesto, hace que convierta el encuentro en otro momento muy diferente a lo que acostumbramos.

Cuando estoy en la cama, acaricio a mi pareja, le acaricio todo el cuerpo, lo manoseo, se lo cojo, se lo lamo, me lo meto completamente a la boca, chupo, lamo, chupo y paso rico con él en la boca, luego me voy bajando, lamo entre las piernas y lo volteo para pegarme de su “cola” le abro las caderas y lo lamo de arriba abajo, le meto la lengua, la muevo despacio, luego la muevo más rápido, la meto y así­, lo pongo a gozar al tiempo que le acaricio su pene. Cuando lo tengo bien excitado, lo lubrico por atrás, empiezo a acariciar mi juguete el cual también lubrico, pongo en cuatro a mi pareja y empiezo a clavarlo... La cosa más deliciosa, empiezo a penetrarlo despacio, pues el juguete es algo grande, empujo mi cadera, hago movimientos parecidos a los que él me hace normalmente, él se frunce y respira profundo, pero está gozando, lo meto hasta el fondo haciéndolo estremecer y ahí­ empieza a acción, penetro la cosa más rica mientras él se acaricia, se lo pone durito y al tiempo siente lo rico que es tener una cosa de esas adentro, empieza a gemir mi pareja, me deleito con todo lo que veo, me excito, meneo mi cadera una y otra vez para hacerlo pasar super...

Pero no lo dejo venir ahí­, me quito el arnés del juguete, dejo al juguete metido y me meto debajo de él para que me clave mientras lo tiene adentro, súper! Me come mientras un juguete se lo está comiendo a él.

Para no hacerlo muy largo, pues no quiero que se lastime, me quito y se lo empiezo a chupar, para que con el juguete adentro, me lo meta a la boca hasta venirse.. eso es súper rico.

LO SEDUJE PARA MI PAREJA

Con el objetivo de tener un hombre para que penetrara a mi pareja, en una ocasión tuve contacto con un hombre que querí­a tener sexo conmigo, tuvimos dos o tres veces, pero éste querí­a estar "montado" todo el tiempo además, quedó amañado con el sexo oral que le hací­a, querí­a que se lo chupara a toda hora.

Pero en una ocasión aproveché esas ganas que tení­a el tipo, quien es heterosexual y lo convencí­ de que compartiéramos con mi pareja. Y así­ fue, una vez estábamos en un motel, lo tení­a penando, él con unas ganas que no se aguantaba y allí­ fue cuando lo convencí­ de llamar a mi pareja para que se integrara con los dos.

Él con todos los nervios accedió con tal de hacer lo que me pidiera. Así­ que desde el motel llamé a mi pareja y llegó allá, llamada que le sorprendió un poco pues no estaba preparado para esa invitación pero aceptó. Así­ que los tení­a a los dos, el tipo muy nervioso, ja ja, con esa encerrona, ja, ja, pero estábamos todos muy emocionados.

Mi pareja y yo empezamos a chupárselo, mi pareja asustado pero excitado porque tení­a una cosa de esas en la boca y yo ni se diga, pues querí­a que mi pareja probara lo rico que es mamárselo a alguien. Los penes son tan ricos que mi deseo es que mi pareja los disfrute también. Después de una súper mamada, le cogí­ el pene al tipo, que entre otras cosas bien grande que lo tení­a, y puse a mi pareja en cuatro para podérselo meter.. el tipo lo intentó pero no fue capaz, estaba muy asustado y no hubo forma de terminar el acto.

Así­ que lo cogí­, lo puse a pasar rico y lo hice venir, pues tampoco lo podí­a forzar. Bueno, fue un intento pero no se logró lo que se querí­a.

Ahora quisiera volver a intentarlo pero no es fácil, no se consigue de un momento a otro un heterosexual o un bisexual que se apunte a tener sexo con una pareja, porque quiero que me coman dos hombres, pero quiero más que mi pareja chupe uno y le metan uno.


CON MI PAREJA
Por bisex
Mi novia y yo hemos tenido la oportunidad de disfrutar de nuestra sexualidad sin tapujos...
Mi novia y yo hemos tenido la oportunidad de disfrutar de nuestra sexualidad sin tapujos, hemos buscado la forma de abrir nuestras mentes y corazones experiencias nuevas, sin reservas, con libertad, respeto y mucho amor por el otro. Iniciamos nuestras experiencias sexuales en la U.p.b y las fuimos sacando de lo convencional al compartir el mismo espacio con otra pareja de amigos. Dos parejas desnudas tirando en forma. Posteriormente fuimos un poco más lejos con otra pareja de conocidos y esta vez la idea era intercambio de parejas; lo cual salió de maravilla. Incluso las dos chicas, mi novia y la esposa de mi primo juan tuvieron su primera relación lesbica (bueno eso creo). Ahondando más en nuestras fantasí­as realizamos trí­os HMH y MHM, confieso que este último, es una de las experiencias más ricas que he vivido.
Con el tiempo, fuimos experimentando juegos y en esto llegamos a que ella me metí­a uno o dos dedos entre el culo mientras tirábamos, esto confieso es delicioso. Fue un dí­a que comenzó con sus dedos llenos de lubricante a jugar con mi ano, me miro picara y siguió haciendo presión, yo aumentaba mi excitación, autorizándola con esto a continuar, finalmente me penetro. Su dedo anular hace presión en la pared de mi próstata haciendo movimientos circulares. La sensación es increí­ble y al cabo de unos pocos minutos me derramo como un cañón.
Esta penetración anal siempre me pareció un acto exclusivo de homosexuales y para cuando sucedió aún mis parámetros al respecto no eran los más abiertos. Sin embargo, la sensación es tan buena que busque se repitiera más seguido.
Ahora el morbo con el que lo hacemos y la forma en que me penetra con sus dedos es tan excitante que empecé a fantasear con ser penetrado verdaderamente por un miembro masculino... definitivamente gay la cosa. Bueno mejor dicho “Bi”.
El caso es que gracias al respeto y amor que nos tenemos se lo confesé a mi novia, quien, a pesar de mirarme raro, le pareció igual de intrépido e interesante el tema. Después de darle varias vueltas al asunto terminamos pudiendo organizar el encuentro con un hombre bisexual, que nos agradara a ambos (realmente difí­cil de conseguir). Al final de una fiesta en mangos de la empresa nos ofrecimos a levar a un compañero de mi novia del trabajo a su casa, y en el trayecto nos confesamos, y se lo pedimos de frente (tenaz). Afortunadamente aceptó e incluso, confesó que a él también le gustábamos, pero que realmente lo sorprendió que fuéramos nosotros quienes lo propusieran.
Subimos entonces a su apartamento, donde vive solo. Mientras sirvió unos tragos más, la tensión de la situación y la excitación obvia, hicieron que mi novia y yo comenzáramos a besarnos y tocarnos casi de inmediato. Estábamos besándonos de pie en medio de la sala, cuando llegó este tipo con los tragos, supongo que los dejó por ahí­, porque sin mediar palabra se acerco a nosotros y por detrás de mí­ tomo mi chaqueta. Pensé inmediatamente ,esto comenzó. La sensación es de terror y excitación. Yo fui despuntando la blusa de mi novia, mientras nos besábamos, soltando su sujetador.. Sentí­a el cuerpo de este tipo detrás del mí­o, abrazándome y también sacándome la camisa. Yo ya habí­a casi desnudado a mi novia, cuando sentí­ la mano de este loco en mi verga, aunque por encima del pantalón, eso fue como un golpe, directo a mi psiquis, hombrí­a, sexualidad, pero sobretodo a mi excitación, ya que la elevó al cielo. En ese momento de dije a mi mismo deja de pensar en nada y solo siente, sentir y nada más.. Siguió desabrochando mi pantalón, y acerco su cara a nuestro beso, la boca de mi nova dio paso a la de este tipo, era la primera vez que besaba a otro hombre. Nos besamos, la boca de un hombre es tan diferente, que beso tan raro, pero excitante, mi novia se retiro un poco y pude ver de reojo que continuó quitándose la ropa aún le quedaba medio puesta.
Yo solo besa a este tipo, él a cambio. Continuó quitándome la ropa como podí­a. Mi novia de vuelta tomó por detrás a mi pareja y empezó a quitarle la ropa, í­bamos quedando desnudos todos.
Sentí­ que mi pantalón cayo al piso y acto seguido sentí­ la mano de un hombre en mi verga, primera vez que me la cogí­a un hombre, excitante, súper excitante. Habí­a metido su mano entre mis calzoncillos sin mediar nada y la masajeaba lentamente, de arriba abajo, suave y con la presión perfecta. Me separé un poco y como en un pequeño descanso me quité el resto de la ropa.
Mi novia habí­a hecho ya su trabajo y tení­a a nuestro compañero casi desnudo del todo. Mientras este se hacia a un lado para sacarse los zapatos y el resto de la ropa, fui con novia y la bese fuerte y profundo, tome sus tetas en mis manos y comencé a chuparle los pezones. Nuestro compañero regreso casi instantáneamente y nos dijo suavemente, que fuéramos a la alcoba. Acto seguido estábamos al borde se su cama, mi novia se acostó primero, boca arriba y abriendo las piernas me dijo: bajas por favor eran las primeras palabras que se escuchaban, obedecí­ y de rodillas sumergí­ mi boca en su vagina, que ya era un rí­o de aguas blancas, crecido e indomable. Deje mi culo levantado provocando a nuestro compañero, (ya que carajo.. a lo que venga). Efectivamente sentí­ detrás de mi sus manos, deslizó una hacia mi verga y continuó con lo que hacia un momento habí­a iniciado. Mi novia estaba súper excitada, incrementada supongo, por la panorámica que tenia, viendo mientras mi novia y yo encontrábamos el ritmo. Al oí­do mi novia me susurra ” te van a culear amor”.
Efectivamente empecé a sentir como el miembro de este tipo empezaba ha abrirse paso en mi ano ya dilatado. No sabia de que tamaño era, apenas la habí­a visto, pero estaba caliente y duro, pero si sabia que iba a estar dentro mió. Al cabo de unos segundos tení­a dentro de mi culo toda la verga de nuestro amigo. El ritmo con el que penetraba a mi novia se confundí­a con el ritmo con el que era penetrado. La excitación estaba en su punto máximo, éramos tres animales en frenesí­ de lujuria, el sexo era lo único que existí­a en ese momento, nuestros movimientos cada vez más furiosos golpeaban nuestros cuerpos plenos de placer. Mi novia volvió a pronunciar algo distinto a quejidos y en voz alta dijo: “muchachos me vengo.. me vengo” y soltó un grito descomunal, que retumbó en mis entrañas, pues quien me sodomisaba descargaba, también el producto de su orgasmo en mí­. Estos dos orgasmos que me atacaban por ambos lados provocaron el mí­o.
El placer era infinito por los dos lados por donde se puede sentir lo estaba sintiendo. El tiempo, cómplice de nuestro placer, se detuvo para que este instante fuera una eternidad, sin respiración, ni latidos cardiacos, ni movimiento, solo el éxtasis, el Nirvana, el Cielo, la muerte y la certeza de estar vivo, más vivo que nunca.
El trí­ptico erótico de cuerpos petrificados volvió a la vida paulatinamente conforme cada uno pudimos ser conscientes de nuestros músculos, y como estatuas de sal que lentamente la lluvia disuelve, caí­mos en la cama uno al lado del otro. Retomamos el aliento para apenas elevar un suspiro profundo de satisfacción.



LAS SORPRESAS DE MI ESPOSA
Por Juan.
Hola  a todos la siguiente historia me pasó  hace tres meses atrás con mi esposa Ana  y su compañera Martha y su esposo  óscar  y yo Juan

Yo dormía cuando mi esposa  Ana   entró a casa. No era muy tarde, como las 8:30 pm de la noche  viernes  pero aquel día estaba cansado por mi trabajo  y no la esperé como de costumbre.

Cuando se metió en la cama  me desperté y la abracé, siempre me gusta dormir con una mano en sus pechos desnudos. Ella enseguida quiso entablar conversación y consiguió despejarme de mi amodorramiento, estaba muy excitada. Qué tal te fue, y no tardó en contarme, resumidamente, que había ido a dejar en coche a una compañera del trabajo   de nombre Martha la dejo en casa de ella, que se le acercó acariciándole la mano, que le dijo si nunca lo había hecho  el amor  con otra mujer, que ella le dijo que no pero que tenía su esposo óscar , a lo que ella le contestó que a todos los tipos le gusta mirar a dos mujeres cómo se lo hacen, que ella también tenía su marido óscar  y eso le fascinaba era una  fantasía de toda mujer.



Mi primera reacción ante lo que me estaba contando fue de enojo, le dije que la había bolaceado y que hacerlo con una chica es lo mismo que con otro hombre, y que tal si yo hubiera hecho lo mismo. Mi reacción fue contundente y Ana me  encogió la cabeza y me dijo “que gustaría o  encantaría” hacérselo  con Martha.



Unos días después, de hacer el amor, en un estado de paz y amor conmigo y con Ana, le dije si estada tan  e  excitada  la idea de coger con Martha, a lo que me contestó  el otro día que su fantasía suya nada mas de hacérselo con mujer  mientras yo miraba, nada más, solo mirar. Rápidamente esta historia se convirtió en la fantasía estrella de nuestras vidas relaciones en lo  sexuales, pues he de decir que Ana  era muy puta en cuanto a fantasías se refería. Luego agregó  otra cosa más picante que ella quería verme a mí haciéndolo con otro hombre. No le presté atención por el momento.



Poco a poco, comenzamos a hablar del tema después de coger, hasta que un viernes  por  la tarde yo Juan con  mi esposa Ana   lo hablamos seriamente y accedí a que ella cogiese con su amiga  Martha delante de mí. Ella preparó la cena para el sábado siguiente, cena para cuatro personas, pues el esposo de Martha  también las quería ver la faena entre dos mujeres. Ana  buscó un libro de comida estimulante y preparó una mesa lo más sugerente que uno se pueda imaginar.



Mientras yo la ayudaba a afeitar su vagina, mientras Ana me hablaba de lo sabroso era comerse la vulva, el flujo goteando por tu barbilla, el olor, el sabor, la suavidad de los labios vaginales rozando tus propios labios y la lengua, hundirte dentro  de la vulva  de Martha. Ella se mojaba más y más, yo apenas le pasaba suavemente dos dedito  dentro  en la vagina o le daba un pequeño lametón, ella se estremecía y quería más, pero yo le decía que no le estaba preparando para mí, sino para su amiga.



Mientras la bañaba, le hablaba de la piel de una mujer, del tacto de los pechos, de cómo se siente tener la boca llena de esta caterva tan peculiar a la que yo no podía dejar de manosear durante toda la noche.

 La vestí con una camiseta mía, que por su estatura  1.65  metros le cubría a medio muslos, y debajo tan sólo un tanga trasparente que dejaba ver su vulva. La camiseta no tenía mangas, por lo que constantemente se veía media teta, y según el ángulo o el movimiento de sus brazos se divisaba el pezón.



Cuando llegaron, ambos salimos a recibirlos, y ambas se saludaron ya muy excitadas, llegando la mano de su amiga Martha conversaron  acariciar las nalgas de Ana. Tratamos de entablar una conversación relacionado, pero se respiraba la aureola de excitación, y cuando decidimos sentarnos a la mesa lo sugerente de la comida se convirtió en el monotrema.

Ana  y su amiga  Martha  se sentaron al lado, más juntas que lo normal.

 Por los gestos de Ana se percibían roces por debajo de la mesa, pero el centro de atención eran sus pechos, los tres esperábamos los movimientos que nos hacían ver por completo sus pechos. Ana  se sentía centro de atención y no podía disimular su excitación. De todos  A mí me hubiera gustado aguantar más la tensión, pero su amiga Martha no pudo resistir  mas y bruscamente metió la mano rápidamente  por las mangas y agarró su pecho derecho. Ana  se dio vuelta y comenzaron a besarse locamente.



El esposo óscar  y yo Juan  las observábamos, yo me levanté y saqué una colchoneta que coloqué delante del sofá. Ana se puso de pie en el colchoneta, a la vez que el esposo óscar y yo nos sentamos en el sofá para disfrutar del espectáculo que se nos iba a ofrecer ellas.

 Su amiga  Martha comenzó a acariciar sus piernas, levantando suavemente la camisa, se le notaba muy ansiosa y cuando vio la tanga sexy no pudo evitar morderlo y bajarlo con los dientes. Le despojó de la camiseta y comenzó a besar sus lindos pechos de pezones grandes y rosados. Ana  apenas me miraba, tan sólo cruzamos un par de veces la mirada, pero yo sabía que estaba muy excitada por mi presencia, le gustaba ser el centro de atención de los tres.



Cuando su amiga Martha quiso tumbarla  en la colchoneta no se dejó, y la comenzó a despojar de la ropa. Jamás la vi tan excitada. Comenzó a tocar y pasar su lengua como una loca por todo el cuerpo de Martha, especialmente por los pechos, que eran grandes y morenos. Ya desde hacía rato mi compañero de sofá se manoseaba con su pene fuera, algo mas grande como unos 20 cm  que el mío  que era 17 cm pero mas  grueso de mi. Creo que fue en este punto que yo decidí sacar mi verga fuera y comenzar a masturbarme.



Fue muy excitante ver cómo Ana  le quitaba las bragas a su amiga, Martha y antes de hundir su cabeza en la concha, me miró muy caliente y comenzó a comérsela. Su amiga Martha se dejó, mientras miraba cómo nos masturbábamos. Ana  no levantaba la cabeza, estaba muy embalada en sus nuevas sensaciones, pará ella  y no paraba de masturbarse, tan sólo dejó su que hacer y nos miró cuando después de un rato su amiga Martha nos

Dijo: que quería que nos cambiásemos de mano. Yo me quedé un instante inmóvil, pero cuando vi a Ana  con toda su boca y cuello mojado de flujo, observando la verga  de óscar  y esperándome, alargué mi mano y empecé  la masturbación pene, estaba muy duro óscar hizo lo propio  con mi pene  y comenzamos a masturbarnos mutuamente, aunque resultaba algo incómodo hacerlo entre los dos a la vez. Era la primera vez que un hombre que no fuera mi  médico me agarrara la verga. Lo más grave fue que el tema me gustó.



Ellas nos miraron unos instantes, mientras Ana  manoseaba con una mano la vulva y con la otra un muslo de arriba a  abajo. Su amiga Martha tomó la cabeza de Ana  y la regresó a su vulva, mientras nos miraba. Pronto su esposo óscar dejó mi verga, se arrodilló frente a mí y comenzó a chúpame. Yo me quedé estupefacto, pero entré rápidamente en éxtasis, muy  el muy especial  hijo de puta lo hacía más que bien y se notaba que no era su primera ni segunda vez, y tercera ves.  El  muy puta de su esposa Martha rápidamente nos quitó la vista de encima y comenzó a tocar por todos lados a Ana, la cuál estaba en un estado tal de excitación que tardó en darse cuenta lo que estaba ocurriendo en el sofá.



Mientras óscar  parecía disfrutar mucho con mi verga, yo disfrutaba su chupada  viendo cómo ambas se restregaban, masturbándose la una con la otra, se manoseaban por todos lados y se besaban. Ya no podría aguanté más cuando ambas juntaron sus conchas en forma de  tijeras y comenzaron a restregarse forma salvaje  y gemir. Avisé óscar  que me  venia, pero el no despegó sus labios en  mi pene y le acabé dentro  su boca. Ambas mujeres nos  miraba, yo me sentí muy raro, pero  muy inhumano.



Luego su amiga Martha le dijo a Ana que quería lamerla, así que mi esposa se acomodó boca arriba y mirándome a mí  me dijo que ahora me tocaba a mí, yo dudé  un rato y Ana rápidamente me dijo que no iba a dejar al óscar  así,….. No? Ella  Estaba excitadísima y me dijo, Ana  “andarte, quiero verte con la verga de él en tu boca… por favor



A mí después de la acabada se me bajó un poco la excitación y seguía dudando, y Ana  rápidamente dijo: yo la quiero, alargando la mano hacia el pene óscar, el cuál se acercó y comenzó a hacerle un tronco  de antología. Verla con otra verga en la boca hizo que comenzase a ponerme erecto otra vez. Ana estaba disfrutando mucho de la lamida que le hacía su amiga y eso la desconcentraba de su labor. Acabó masturbándolo y a mi me excitaba ver cómo su mano pajeaba a esa verga tan larga.



Ana  me miraba mucho, y con una gran mirada lasciva me dijo que continuase yo,  solo muy excitado me levanté, me acerqué y cerrando mis  ojos por primera vez me metí una verga en la boca, a escasos centímetros de ella. Me agradó el tacto del pene en mi boca, no me agradó el olor ni el sabor, y aunque no conseguía tener una buena cadencia, poco a poco le fui tomando la mano. Escuché cómo Ana  se corría otra vez.



Yo me sentía incómodo por la postura, así que lo senté en el sofá y le continué lamiendo. Ana  comenzó a alabarme, yo estaba muy excitado pero pegué un salto cuando noté una mano tratando de llegar a mi culo y a mi ano. Me di la vuelta y dije que no estaba dispuesto a entregar eso, Martha la esposa de óscar  me dijo que tranquilo, que sólo  ella iba a estimularme el ano nada más, yo accedí y continué chupando la verga  de su esposo, el cuál tenía muchísimo aguante.



Comencé a disfrutar esos dedos Martha que jugaban en mi ano, me gustó cuando sentí una lengua húmeda tratando de penetrarme y pronto deseé que un dedo lo hiciese, y así fue.  Dos dedos dentro de mí La esposa del óscar se le notaba con mucha experiencia y yo estaba disfrutando mucho esa sensación nueva, dentro mí  que casi acabo otra vez, pero me aguanté un poco.



El que se sí acabó sin avisar fue óscar, yo me retiré cuando sentí el primer chorro de semen estrellarse contra mi garganta y el resto se estampó fuera de mi cara. Ana corrió a besarme y lamer el semen de óscar. Yo estaba excitadísimo y sólo quería que los  dedos de su amiga me penetrasen más profundo. Oscar  se levantó así que me pude recostar bien sobre el sofá y disfrutar de mi recién descubierto de mi punto P, el cuál lo sentía cada vez más cerca.



Óscar  se acomodó igual que yo y Ana  comenzó a hacer lo mismo, así estuvimos un ratito descasado  hasta que yo no podía más  con las ganas y le dije a la amiga de  esposa Ana  que quería penetrarla. Martha me dijo que podía hacerlo, pero que antes tenía que penetrar a su esposo, óscar luego óscar me penetrarme a mi, y si me quedaban sin fuerzas, yo después las  penetrarla a Martha. Yo me quedé estupefacto otra vez, y vi que a Ana  también se le estaba bajando la gana, pero su amiga rápidamente la cogió y empezó a manosearla otra vez, mi esposa comenzó a excitarse así que yo me acomodé detrás del óscar  porque sabía que si no  hacia las cosas iba quedar así  nada mas la cosa.



Él gritaba un poco de dolor así que paré, pero comenzó a envestirme con su culo diciéndome que no parase. Yo continué un buen rato hasta que me vine dentro  ano cayendo sobre el me  derrumbado sobre el. Al rato Me voltee para cumplir la  otra parte del trato. Que  era penétrame analmente.  Ana  me unto  gel lubricante anal en mi ano  con dos dedos me lubricando bien mi ano  para el verga óscar no me  lastimara que era una  locomotora. El óscar  se me hizo poner de espalda con mis piernas sobre su hombro. Sin deme cuenta que siquiera me diera recuento,  ya la tenía adentro verga de 20 cm dentro  mi ano y lo más asombroso es que me gustaba muchísimo. Me estada cogiendo pene  de una forma rápida y  dentro de mi después un rato me penetrada  lentamente avece era  lo contrario rápido fuerte  y despacio    Me cogió por 45 minutos  y acabó dentro de mí. Sin sacarla siguió penetrando mas  hasta que yo acabe otra vez, lo que para mi era un  súper record mas.



Estaba hecho polvo, pero yo deseaba era probar el concha de la amiga de  esposa Ana, pero a ella se la veía algo celosa que yo quisiese coger a su amiga Martha. Ésta reaccionó rápido, puso a Ana y en cuatro con su pecho en el colchón y comenzó a lamerle el culo, cosa que a Ana le  esta gustando con locura. Así me quedó libre el camino de la concha de su compañera de trabajo, que estaba también a cuatro patas. Yo me acomodé debajo de sus piernas para lamerla bien y que me cayese todo su flujo en mi boca, cosa que me encanta. Lo disfruté mucho.



El esposo de la Martha yacía en el sofá mirándonos. Luego me levanté y comencé a coger a su esposa Martha. Ésta se apartó de Ana y le dijo Ana   que esposo óscar  podría  continuase él, así quedamos los cuatro follando, intercambiando pareja. Ana  disfrutaba de una buena lamida ahora boca arriba, y su amiga Martha ahora me lamía mi  verga con muchas ganas me vine dentro de ella.

 Luego se tumbó junto a Ana, le agarró de la mano, y óscar  y yo comenzamos a cogerlas, y salió todo demasiado perfecto. Para  Mi  Digo yo demasiado perfecto porque le tomé el gusto a algo que no me esperaba y ahora quiero estar con mi esposa Ana, con otro hombre y si se puede con otra mujer  también. Probé coger a solas con una verga que conozco muy bien que es bastante tronco, pero no fue lo mismo. Con Ana  es otra cosa.

La última vez contrató a dos personas porque no habíamos enganchado nada ninguno de los dos, y nos penetraron  los dos a ambos como la última vez pero más  salvaje. Ahora  Me pregunto…yo  ¿Por qué se hace tanta historia alrededor de esto si es placer y no te obliga nadie? en la vida.

2 comentarios:

  1. super enredada la historia no tiene argumento.no hay especificaciones de uno y otro

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